martes, 18 de junio de 2019

Sobre la muerte y las "comunicaciones" con el Más Allá - Parte I


Este tema lo he abordado muchas veces en este sitio. Ahora bien, haremos un análisis de los hechos, y obtendremos algunas conclusiones actualizadas. Será muy interesante refrescar este estudio e ir agregando material adicional. 

Para empezar comenzemos hablando si el Libro de Urantia enseña que los muertos pueden comunicarse con los vivos. 

Los Documentos dicen taxativamente esto:

(1646.3) 146:7.2 Jesús explicó además a sus apóstoles que los espíritus de los seres humanos muertos no vuelven a su mundo original para comunicarse con sus semejantes vivos. Sólo después de haber pasado una época dispensacional, podría el espíritu en progreso de un hombre mortal volver a la tierra, y aun entonces, sólo en casos excepcionales y como parte de la administración espiritual del planeta.

Aquí los Documentos usan la expresión "volver". Al parecer no podrían regresar a la Tierra. Una "dispensación" es a lo menos unos mil años, así que se destruye cualquier idea de "almas en pena" que intentan comunicarse con sus seres queridos. 

(1230.5) 112:3.7 En el momento de la muerte, el Ajustador del Pensamiento pierde temporalmente la personalidad, pero no la identidad; el sujeto humano pierde temporalmente la identidad, pero no la personalidad; en los mundos de las mansiones, los dos se reúnen en una manifestación eterna. Un Ajustador del Pensamiento que se ha ido no regresa nunca a la Tierra como si fuera el ser donde había residido anteriormente; la personalidad nunca se manifiesta sin la voluntad humana; y un ser humano separado de su Ajustador después de la muerte jamás manifiesta una identidad activa ni establece ningún tipo de comunicación con los seres que viven en la Tierra. Estas almas separadas de su Ajustador están total y absolutamente inconscientes durante el largo o corto sueño de la muerte. No puede haber ningún tipo de manifestación de la personalidad ni puede existir ninguna capacidad para ponerse en comunicación con otras personalidades hasta después de haberse consumado la supervivencia. A aquellos que van a los mundos de las mansiones no se les permite enviar mensajes de vuelta a sus seres queridos. En todos los universos existe la política de prohibir este tipo de comunicaciones durante el período de la dispensación en curso.

Notamos que se explica que durante el sueño de la muerte, las personas están inconscientes (tal como declara la Biblia) y no puede existir ningún tipo de manifestación de la personalidad en el lapso de la muerte y  la resurrección en los mundos de estancia. Además en otras partes se indica que en la mayoría de los casos las personas suelen despertar después de una dispensación (o sea alrededor de un milenio) después de fallecer. Solo aquellos que han llegado al "tercer círculo interno" de espiritualidad y desarrollo posiblemente despiertan al "tercer día". Y aún así, en estos casos, como en aquellos que pudiesen tardar más tiempo, una vez que la Resurrección está consumada y el despertar se ha realizado en "las salas de resurrección", estos alumnos resucitados NO pueden ponerse en comunicación con sus queridos aquí en la Tierra. De hecho, puesto que la mayoría de los humanos parece que resucitan después de una dispensación, sería innecesario ese tipo de contacto, ya que igualmente tras varios siglos, sus familiares también estarían en  los mundos de estancia.

Así que los Documentos de Urantia, como notamos, son categóricos en estos asuntos. ¿Que es lo que puede causar la existencia de las llamadas "comunicaciones" con el Más Allá tan frecuentemente comentadas en la Cultura Humana?

Veamos las causas anteriores y las posibles causas actuales.

¿Demonios?

Sí, en la antiguedad, practicamente la mayoría de las apariciones de fantasmas podían ser explicadas con la actividad de los seres intermedios rebeldes:

77:7.4 (863.5) Estos seres intermedios desleales, sobre todo los asociados de Beelzebú, el jefe de los seres intermedios apóstatas, podían dejarse ver a los ojos mortales bajo ciertas circunstancias.

(1646.2) 146:7.1 En Endor Jesús escapó por unos días de las multitudes clamorosas en búsqueda de curación física. Durante su estadía en este lugar el Maestro rememoró para instrucción de sus apóstoles la historia del rey Saúl y la bruja de Endor. Jesús les dijo claramente a sus apóstoles que los seres intermedios rebeldes y descarriados que a menudo habían asumido la personalidad de supuestos espíritus de los muertos, serían puestos pronto bajo control para que no pudieran volver a hacer estas cosas extrañas. Les dijo a sus apóstoles que, cuando volviera junto al Padre y se derramara el espíritu sobre la carne, ya no podrían estos seres semiespirituales —así llamados espíritus impuros— poseer entre los mortales a los de mente débil y a los de mente perversa.

Sí, los Documentos señalan que hasta Pentecostés éstos demonios pudieron hacer esas cosas y desde ese tiempo en adelante están en inactividad. 

77:7.3 (863.4) Ambos grupos de seres intermedios rebeldes están ahora detenidos aguardando la adjudicación final de los asuntos de la rebelión del sistema. Ellos, sin embargo, realizaron muchas rarezas en la tierra antes de iniciarse la dispensación planetaria presente.

Posiblemente éstas manifestaciones fantasmales causadas por los Seres rebeldes en la época anterior al Pentecostés eran mucho más audaces y claras que las diluidas y hoy cuestionables manifestaciones sobrenaturales. Y también es posible que eso afectara mucho nuestra cultura humana, generando tradición oral repetitiva generación tras generación.

Lo anterior además representa una liberación reveladora para eliminar el miedo mal sano y casi fetiche a los demonios, que tantas veces explotan las iglesias en la actualidad. 

Sí, porque en este asunto parecen existir dos ideas extremistas erróneas: que los fantasmas de los muertos pueden comunicarse con nosotros, y que éstas manifestaciones son causadas por diablos o demonios. En el fondo, actualmente ámbas son ya crencias erróneas o rezagos y restos de sucesos anteriores.

Ahora bien, sin lugar a dudas, en el pequeño porcentaje en que existan manifestaciones sobrenaturales (reales) y que puedan ser asociadas a difuntos, y ocurran presuntas comunicaciones, es bueno examinar los fenómenos que hoy podríamos confundir.

La próxima entrada tratará sobre esto.