Actualmente la Humanidad está padeciendo una crisis inesperada que ha supuesto un quiebre emocional y psicológico a gran escala repentino.
Realmente la Pandemia ha puesto a prueba el tejido y capacidad de resolución de problemas a nivel global. Sabemos que el virus tiene una letalidad inferior a otras enfermedades, pero los protocolos activados han sido pensados en no hacer colapsar los sistemas sanitarios para ese porcentaje bajo que requiera asistencia médica. Se entiende que las cuarentenas y otras medidas buscan mitigar el impacto en los hospitales y clínicas para que ésto ocurra gradualmente y no de golpe.
Se ha notado una gran falta de coordinación a nivel internacional y liderazgo claro en ésta crisis. Cada país la enfrenta como puede y como se le ocurre. Y lamentablemente las medidas para evitar crear un daño colateral económico no han sido las adecuadas.
Una falta de planificación adecuada, más la irresponsabilidad de los individuos y los defectos culturales, han causado más problemas secundarios (de índole económica, y psicológica) que la misma pandemia en sí misma. Pareciera que es un error el aplicar cuarentenas forzosas a enormes ciudades, paralizando el aparato productivo de un país, lo cual ha traído resultados desastrosos de forma secundaria (sin detener la expansión del virus y trayendo ruina a países pobres). Y ya hay quiénes creen que todo ésto es culpa del modelo económico, sin hacer una reflexión honesta:
71:5.4 (805.4) Cierto que la competición en la industria es excesivamente derrochadora y sumamente ineficaz, pero no se debe aprobar ningún esfuerzo para eliminar esta desastrosa moción económica, si tales modificaciones suponen la más mínima abolición de cualquiera de las libertades fundamentales del individuo.
71:6.2 (805.6) En la economía, la motivación de lucro es para la motivación de servicio lo que el temor es para el amor en la religión. Pero el motivo del lucro no ha de destruirse ni eliminarse de manera repentina; mantiene trabajando duro a muchos mortales que de lo contrario serían perezosos.
Es un error creer que tras ésta Pandemia se abrazará repentinamente un modelo más justo y cooperativo entre los seres humanos. La razón es que ningún cambio repentino y revolucionario en la Humanidad ha sido beneficioso. La adaptación gradual es lo más prudente. Aún falta que los seres humanos tengan otro tipo de motivaciones internas más altruistas, antes de pretender cambiar el "modelo" actual. Ese por lo tanto, es el fracaso de las utopías comunistas.
71:6.3 (805.7) No se ha de quitar el motivo del lucro a los hombres hasta que cuenten con sólidos tipos superiores de motivos desprovistos de fines lucrativos para el empeño económico y el servicio social —el afán trascendente de la sabiduría superlativa, la hermandad fascinante y la excelencia del logro espiritual.
¿En que situación nos encontramos? ¿Estamos a punto de salir del abismo a una era de luz o estamos estancados? A la luz de los Documentos y éstas claves, usted puede sacar sus propias conclusiones:
71:4.1 (804.1) La economía, la sociedad y el gobierno tienen que evolucionar si han de perdurar. Las condiciones estancadas en un mundo evolucionario son indicativas de decadencia; sólo perduran aquellas instituciones que avanzan con la corriente evolucionaria.
71:4.2 (804.2) El programa progresivo de una civilización en expansión abarca:
71:4.3 (804.3) 1. La preservación de las libertades individuales.
71:4.4 (804.4) 2. La protección del hogar.
71:4.5 (804.5) 3. La promoción de la seguridad económica.
71:4.6 (804.6) 4. La prevención de las enfermedades.
71:4.7 (804.7) 5. La educación obligatoria.
71:4.8 (804.8) 6. El empleo obligatorio.
71:4.9 (804.9) 7. El aprovechamiento del tiempo libre.
71:4.10 (804.10) 8. La atención a los infortunados.
71:4.11 (804.11) 9. El mejoramiento de la raza.
71:4.12 (804.12) 10. La promoción de las ciencias y las artes.
71:4.13 (804.13) 11. La promoción de la filosofía —la sabiduría.
71:4.14 (804.14) 12. El aumento de la compenetración cósmica —la espiritualidad.
He resaltado en rojo aquellos puntos que menciona el Libro de Urantia, y que creo que estamos estancados o en retroceso.
Intenté ser lo más optimista pero el análisis ahora me ha provocado pavor.
Hasta hace algunos meses pareciera que algunos asuntos estaban superados (como las "libertades" y la "prevención de las enfermedades"). Pero creo que hemos retrocedido en esos campos inclusive. Las libertades individuales están bajo ataque (hay una nueva "inquisición" cultural), el hogar se está derrumbando, la seguridad económica cae en picada, no ha habido capacidad de prevenir eficazmente una pandemia, etc. El resto de temas (en rojo) parecen estancados o en retroceso. Incluso el tema racial es tabú y se entiende mal (véase entrada pasada).
Esto implica que nuestra civilización está en riesgo, podemos experimentar una especie de desmembramiento de la misma, tal como el Imperio Romano comenzó a partirse en pedazos y su cultura colapsó.
Lo anterior es un análisis realista, no es alarmista, sino que es técnico. Aunque debemos ser optimistas y considerar que para los Hijos de Dios los colapsos de civilizaciones no representan un peligro para su alma, no debemos engañarnos y pensar que después de ésto vendrá una utopía soñada de forma repentina.
Lo que nos queda es ser prácticos, tomar los resguardos de forma juiciosa, y ahorrar, guardando alimentos, etc. Y lo más importante, es estrechar nuestra relación con el Ajustador Residente que nos transmite paz en medio de la tormenta.