domingo, 13 de noviembre de 2011

La Nueva Jerusalén que bajará a la Tierra

En entradas anteriores se ha hablado de la Ciudad que recibirá a los transformados y resucitados. Al parecer no solamente los humanos fieles y vivientes serán "cambiados" y "transformados".
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La misma Tierra, nuestro entero planeta pasará por una etapa de elevación material. Algunos hablan de una “Ascensión” a un plano más elevado, a una frecuencia vibratoria más alta. La Tierra misma será "elevada" y los cambios geólogicos actuales, las grandes convulsiones climáticas y terremotos son las señales de que la Tierra como un "organismo" vivo también será "transformada".

Esto fué predicho así:

“¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas” - (Revelación 21: 5)

"Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en estos la justicia habrá de morar" - 2 Pedro 3:13

“En la re-creación, cuando el Hijo del hombre se siente sobre su trono glorioso" - Mateo 19:28

La expresión "re-creación" significa “regeneración; renacimiento”. Gr.: pa·lin·gue·ne·sí·ai; lat.: re·ge·ne·ra·ti·ó·ne; sir.: be‛al·ma’ jad·ta’, “en la nueva edad (era)”.

Al parecer tiene que ocurrir un "cambio" a nivel atómico que "purifique" y eleve la "vibración" material de la Tierra. Solo así se sanará de los efectos de la radiación de las armas nucleares y de la contaminación humana. Una gran "depuración" en dónde de forma similar a la ropa lavada, los elementos sucios serán sacados del Planeta. Esto supondrá un cambio de frecuencia atómica que "eleve" y purifique el Planeta.

Una purificación por un "fuego" sideral (una poderosa "energía cósmica") provocaría que se limpie el Planeta. Notemos como Pedro lo declaró:

"y por aquellos [medios] el mundo de aquel tiempo sufrió destrucción cuando fue anegado en agua. Pero por la misma palabra los cielos y la tierra que existen ahora están guardados para fuego y están en reserva para el día del juicio y de la destrucción de los hombres impíos" - 2 Pedro 3:6,7. En el Diluvio literalmente se utilizó el agua como un elemento purificador. La Tierra no fué destruída, pero ciertamente sufrió grandes cambios que la permitió regenerarse. El apóstol por contraste menciona que el fuego será el elemento purificador actual, el cual tampoco aniquilará la Tierra, pero si la esterilizará de las enfermedades y efectos de la degradación.

Puesto que los cristianos fieles y vivientes serán "arrebetados" y "transformados" durante ese proceso, será necesario sacarlos del Planeta mientras la Tierra también es "transformada". Inmediatamente después de la purificación con fuego Pedro pasa a hablar de "los nuevos cielos y la nueva tierra".

¿Dónde serán llevados los fieles sobrevivientes? Algunas cartas apóstolicas indican con claridad que serán llevados a la "Ciudad Celestial", una especie de "Ciudad flotante" estelar que será la morada transitoria de los fieles resucitados durante la Parausía y también una morada para los rescatados sobrevivientes. Cómo hemos estudiado, estos pasajes describen a dos grupos de cristianos: aquellos que reciben cuerpos resucitados después de la muerte y aquellos cuyos cuerpos en vida son transformados de perecederos a imperecederos en la Parausía de Cristo. Ámbos son llevados a la "Ciudad".
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Esta ciudad es la Nueva Jerusalén. Algunos grupos Evangélicos creen que ésta ciudad bajará a la Tierra después de los Mil años, pero ésto es un error interpretativo que no toma en cuenta que los capítulos de Revelación no son secuenciales en todos los casos, sino que se centran en visiones distintas (para enfatizar una cosa sobre otra) que acontecen en periodos paralelos de tiempo.

"Y vi un nuevo cielo y una nueva tierra; porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado, y el mar ya no existe. Vi también la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, que descendía del cielo desde Dios y preparada como una novia adornada para su esposo.  Con eso, oí una voz fuerte desde el trono decir: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.  Y Aquel que estaba sentado en el trono dijo: “¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas”. También, dice: “Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas”. Y me dijo: “¡Han acontecido! Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. A cualquiera que tenga sed le daré de la fuente del agua de la vida gratis. Cualquiera que venza heredará estas cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo. Pero en cuanto a los cobardes y los que no tienen fe y los que son repugnantes en su suciedad, y asesinos y fornicadores y los que practican espiritismo, e idólatras y todos los mentirosos, su porción será en el lago que arde con fuego y azufre. Esto significa la muerte segunda”- Rev 21: 1-8.

Evidentemente se muestra que quienes tienen las prácticas odiosas del mundo actual, no serán beneficiados por el descenso de la Nueva Jerusalén ni tampoco podrán ser sus habitantes. En 2 Pedro 3:7-13 y en Apocalipsis 21, la Biblia declara que al principio del reino de Cristo de 1,000 años, Dios creará un “cielo nuevo” y una “tierra nueva” para el disfrute de todos los cristianos. Y observamos como luego los "arrebatados" a la Ciudad descienden con ella. Esto es posible, por cuanto Jesús era capaz de viajar entre el cielo y la tierra con su cuerpo físico, glorificado y resucitado, y los cristianos podrán hacer lo mismo con sus cuerpos glorificados. Además, el descenso de la Nueva Jerusalén marcará el inicio de la Nueva Era para la Humanidad sobreviviente que vivirá en la Tierra transformada.

Al parecer la Nueva Jerusalén sería una especie de segunda Arca. La Nueva Jerusalén será la Sede Administrativa de ese Nuevo Mundo durante los 1000 años. Notemos como en el capítulo 20 se menciona a esta Ciudad ya en la Tierra:

"Ahora bien, luego que hayan terminado los mil años, Satanás será soltado de su prisión, y saldrá a extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. El número de estos es como la arena del mar.  Y avanzaron sobre la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero descendió fuego del cielo, y los devoró" - Revelación 20:7-9.

Este pasaje derriba la idea de algunas Iglesias de que la Nueva Jerusalén bajará a la Tierra después del Milenio. Aquí ya observamos a la Nueva Jerusalén establecida como una Sede Global. Al parecer después que la Nueva Jerusalén desciende tras el Renacimiento de la Tierra, algunos habitantes de la ciudad se esparcen por la Tierra y tienen muchos hijos.

Los redimidos no estarán confinados dentro de las paredes de la Nueva Jerusalén. Ellos heredarán la tierra. De sus hogares en la ciudad los redimidos irán al campo a diseñar y construir el hogar de sus sueños. Alli plantaran vinas y comerán el fruto de ellas (Isa. 65:21).

Tras Mil años, de alguna forma los hijos de los redimidos tienden a agruparse en naciones que reconocen la soberanía de Cristo manifestada en la Ciudad y el campamento de los Santos. Luego al término de los mil años, los "injustos" son resucitados (Rev. 20:5). Muchos de éstos quizás se unirían a la última rebelión de Satanás, la cual intentará atacar a la Nueva Jerusalén.

Otra prueba de que no habrá que esperar mil años está en el mismo pasaje de Apocalipsis 21:

"Y vi un nuevo cielo y una nueva tierra; porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado, y el mar ya no existe.  Vi también la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, que descendía del cielo desde Dios y preparada como una novia adornada para su esposo" - Rev 21:1,2

. La secuencia nos muestra la transformación en la Tierra y luego la gran Jerusalén bajando desde el cielo.

"Y vi cuando abrió el sexto sello, y ocurrió un gran terremoto; y el sol se puso negro como saco de pelo, y la luna entera se puso como sangre,  y las estrellas del cielo cayeron a la tierra, como cuando una higuera sacudida por un viento fuerte echa sus higos aún no maduros. Y el cielo se apartó como un rollo que se va enrollando, y toda montaña y [toda] isla fueron removidas de sus lugares" - Rev. 6:12-14

¿Qué hará la Gran Muchedumbre mientras está en la Nueva Jerusalén? La respuesta está en Revelación:

"Y, en respuesta, uno de los ancianos me dijo: “Estos que están vestidos de la larga ropa blanca, ¿quiénes son, y de dónde vinieron?”. 14 De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de la gran tribulación, y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. 15 Por eso están delante del trono de Dios; y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo; y El que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos. 16 Ya no tendrán hambre ni tendrán más sed, ni los batirá el sol ni ningún calor abrasador, 17 porque el Cordero, que está en medio del trono, los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida. Y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos”. - Rev. 7: 13-17

Por un tiempo determinado la Gran Muchedumbre permanece en el interior de la Ciudad, en el Templo y aprende a rendir servicio sagrado con mayor pulcritud y de un modo superior. Pero note que no estarán siempre ante la Presencia Divina (Véase Rev. 21:22, manifestada en la Nueva Jerusalén), ya que el Cordero los guiará a fuentes de agua de vida y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos.

Esto ocurre cuando la Nueva Jerusalén baja a la Nueva Tierra:

"Y vi un nuevo cielo y una nueva tierra; porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado, y el mar ya no existe. 2 Vi también la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, que descendía del cielo desde Dios y preparada como una novia adornada para su esposo. 3 Con eso, oí una voz fuerte desde el trono decir: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. 4 Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”- Rev. 21:1-4

Notamos que la Jerusalén baja como preparada como novia. Esto nos habla de las bodas del Cordero (Rev. 19:9) que ocurren para el tiempo del Armagedón y marca el inicio del Milenio (Rev. 20:6).

La Nueva Jerusalén fué representada por el Tabernáculo y el Templo en dónde la Presencia de Dios se manifestó en medio de los hombres. Luego Cristo mismo habitó en la carne entre nosotros, y en su Parausía final él de alguna forma seguirá conectado con la Tierra a través de ésta Ciudad.

En la tierra nueva la promesa que Jesús hizo a sus discípulos se cumplirá eternamente: "Para que donde yo estoy, vosotros también estéis" (Juan 14:3). El propósito de la su vida: "Dios con nosotros", finalmente habrá llegado a su meta. "'He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios" (Apoc. 21:3). Aquí los salvados tendran el privilegio de vivir en la presencia y el compañerismo del Padre y el Hijo.

No es que Dios y el Hijo literalmente estén en la Tierra, pero la Ciudad será una especie de Portal, de Arca de la Alianza o Templo que conectará para siempre la Tierra y el Cielo. Tanto los 144.000 ascendentes y los moradores excelsos de la Tierra podrán conectarse con las otras moradas en las Edades Eternas.
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Finalmente la Tierra será exaltada y honrada por encima de los demás mundos en el Universo de Dios.

Conclusión

1- La Nueva Jerusalén es una Ciudad "flotante" sideral que se acerca a la Tierra. En su interior, en la Sede Central (El Nuevo Monte Sión de la Ciudad),  hay portales en dónde pueden ingresar Jesús y los ángeles, procedentes de las moradas y cielos más elevados. Jesús se manifestará en su Parausía real al aparecer al interior de esta Ciudad que estará cerca de la Tierra al tiempo del fin.

2- Los resucitados (justos pre cristianos y cristianos)  y arrebatados (evacuados vivos) serán llevados a la Ciudad al encuentro de Jesús. Los resucitados seguirán progresando a los lugares de habitación eternos, otras moradas y mundos más excelsos. La gran muchedumbre de arrebatados serán iniciados en el servicio universal y preparados para establecerse en la Nueva Tierra. Un grupo pequeño dentro de la Gran Muchedumbre, los 144.000 serán llevados al Monte Sión de la Nueva Jerusalén y seguirán su camino en otras moradas con Cristo (bodas del Cordero). Sin embargo, siempre mediante la Nueva Jerusalén, tendrán un nexo con la Tierra.

3- La Gran Muchedumbre será traída a la Nueva Tierra. Ellos al igual que Noé y sus hijos, se expandirán por la Tierra para convertirla en un Jardín similar a las otras moradas. Esta multitud fuera de la Ciudad podrá tener hijos y construir casas en la Nueva Tierra.

4- La Nueva Jerusalén será una Sede Administrativa Global. De la misma forma como el Tabernáculo, el Templo, y la Vida Humana de Jesús representó que Dios ha morado con la Humanidad, el nexo eterno entre el Cielo y la Tierra estará presente mediante esta Escuela de capacitación global.

Esta él la hizo abundar para con nosotros en toda sabiduría y buen sentido, por cuanto nos dio a conocer el secreto sagrado de su voluntad. Es según su beneplácito que él se propuso en sí mismo  para una administración al límite cabal de los tiempos señalados, a saber: reunir todas las cosas de nuevo en el Cristo, las cosas en los cielos y las cosas en la tierra. [Sí,] en él
(Efesios 1:8-10)

La Nueva Jerusalén durante la Parausía será el punto de encuentro con Cristo, serán reunidas en él, las cosas en los cielos y las cosas en la tierra.

El Cielo y la Tierra estarán unidos para siempre mediante esta Ciudad.