miércoles, 1 de febrero de 2012

Jehová, el Dios de "tiempos y sazones"

"Hasta la cigüeña en los cielos... bien conoce sus tiempos señalados; y la tórtola y el vencejo y el bulbul... observan bien el tiempo de la venida de cada uno. Pero en cuanto a mi pueblo, no ha llegado a conocer el juicio de Jehová”’- Jeremías 8:7

En el libro de Daniel a Jehová se le atribuye la siguiente cualidad: "él cambia tiempos y sazones" (Daniel 2:21). Dios es un Ser que está por encima del tiempo y del espacio. Por lo tanto, no está sujeto al paso del tiempo. El famoso científico Albert Einstein pudo comprobar que el tiempo está ligado con la materia, y por lo tanto es parte de la creación de un universo en expansión. Su famosa teoría de la relatividad comentaba que tanto el tiempo como el espacio son relativos. En un experimento realizado en 1971 se embarcaron relojes atómicos en aviones y se comprobó que el tiempo realmente transcurre como lo predice la teoría de la relatividad. El tiempo, por lo tanto, es un fenómeno sobrepasado por el Dios Todopoderoso.
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Ejemplos de la Biblia
Ésto está claramente demostrado en las decenas de profecías de la Biblia. Todas se han cumplido con exactitud. Sin embargo, muchas de las profecías no son meramente colecciones de predicciones de hechos con antelación. En realidad observamos como Jehová ha dado "tiempos y sazones", indicadores de tiempo para cuando éstas tenían que cumplirse. Por ejemplo, tenemos los 40 años de estadía en el desierto decretados a los israelitas faltos de fe (Deut. 8:2). Los 390 años del error de Israel y los 40 años del error de Judá (Ezequiel 4:4-6.), los 70 años del destierro de Israel en Babilonia (Zacarías 1:12), la profecía de las 70 semanas relacionadas con el Mesías (Daniel 9:24-27), los 1260 días (Revelación 11:1-3). Hay decenas de otros ejemplos que muestran que muchas de las actividades más importantes ocurrieron en "tiempos señalados" por Dios. Ésto muestra que Jehová es un Dios de orden perfecto, y esto es algo que encontramos en la misma creación.

Además, la Biblia tiene información precisa y fidedigna sobre las edades de los patriarcas y sus ancestros, hasta llegar al mismo Adán en 4026 a.E.C. Si bien puede existir el margen de error de cerca de un año, la cronología de la Biblia es más exacta que la tradición de otros pueblos. También se ha demostrado que la datación del carbono 14 para calcular las edades es defectuosa, y por lo tanto, el hombre no dispone de millones de años, sino solo de miles. La Biblia sin duda tiene razón (Léase Juan 17:17).
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El ejemplo en la creación
Las galaxias, el sistema solar, y la rotación de los astros, también está basada en "relojes" siderales tan precisos que para el hombre no es difícil programar un viaje a la Luna, o saber la fecha del próximo eclipse. Los animales, peces y aves, están gobernados por intrincados "relojes biológicos" para su vida y existencia. No en vano el profeta Jeremías comentaba las palabras del texto temático de éste estudio (Jeremías 8:7). Además, el ser humano también está sometido a esas leyes relacionadas con el tiempo y su propio organismo. Esto resulta en beneficio de todos los seres vivos.

Somos criaturas biológicas sometidas al espacio y al tiempo. Está comprobado que cada siete años cambiamos todas las células de nuestro cuerpo. ¿Por qué no cada 3 o cada 5? ¿Por qué el número divino aparece en los ciclos más importantes?

Los primeros 7 años de vida son infancia, los siguientes 7 años(7-15) son la preparación y el inicio de la adolescencia, los siguientes 7 años son la adolescencia y la preparación para la juventud (15-22), los siguientes años son juventud pura y madurez (22-29), después (29-36), (36-42), (42-49), (49-56), etc. vamos declinando.

¿Por que la mayoría de los virus o patógenos se demoran 7 días en "brotar"? Las células trabajan en ese ciclo.

¿Por que los fármacos deben tomarse en ciclos de tiempo?

¿Por qué Jehová ordena circuncidar al Octavo Día? Al día séptimo ya hay seguridad que la sangre coagula en el cuerpo del bebé.

¿Por que las cuarentenas duraban 7 días? ¿Por qué hay cientos de versículos que aluden a los ciclos de 7 días, 7 años, 7 meses, 7 tiempos, etc.?

En efecto, el Universo funciona así, y nosotros tratamos de entenderlo, tal como se demoraron años en entender la electricidad fracaso tras fracaso. Por eso reconozco que el estudio de la cronología si tiene fundamento, aunque no comprendamos todo lo expuesto o revelado. No obstante, hay que tener enormes cuidados al transmitir información sobre éstos asuntos.

Como hemos analizado, la misma Biblia está llena de ejemplos relacionados con "tiempos señalados", cronología y profecía. Ahora bien, ¿cómo debemos entender éstos asuntos los cristianos? ¿Sería objetable dedicar tiempo a investigar sobre la relación de la cronología y las profecías?
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La profecía y la cronología

Los siervos de Dios siempre han tenido el deseo sincero de saber sobre las fechas de los acontecimientos futuros. Ésto no es condenable, porque tal cómo hemos visto, Dios mismo ha proporcionado profecías y cantidades de tiempo a partir de éstas. Sin embargo, una cosa es analizar las fechas que Dios ha provisto en las mismas profecías que él ha dado (ejemplos anteriores), y otra es suponer que Dios tiene que utilizar ciertas tablas o periodos que creemos que es así (como suponer lo de los 6000 años, etc). Esto último sería hablar dónde Dios no ha hablado. Y entre los ejemplos bíblicos y los nuevas ideas hay una enorme diferencia que algunos no logran captar.

Por ejemplo, la Biblia y Jehová si habla de los 40 años, los 70 años, las 70 semanas, los 1335 días, etc. No obstante, la Biblia o Jehová NO hablan de un periodo de 6000 años, varios periodos de 2520 años, etc. Ciertamente podemos encontrar patrones interesantes de simetría y repeteciones, y ésto puede ser muy valioso para incluso crear una Obra sobre éste fenómeno. Pero otra cosa muy diferente sería asignar a esos periodos interpretados por nosotros la misma fuerza de declaraciones verbales que tienen el mismo peso de las palabras directas de Jehová cuando él sí habla de periodos.

Ésto sería hablar dónde Dios no ha hablado.
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Creo que la Cronología debe ayudarnos para conocer la simetría del reloj de Dios en los sucesos, pero eso la transforma en un asunto secundario, adyacente y no puede hablarse de ella como "cosas profundas" o un pilar de la Fe. Cuando no se han entendido éstas cosas, y la cronología ha dejado de usarse para admirar la belleza del "reloj de Dios" y se ha utilizado para intentar proporcionar una fecha del fin, el asunto se desdibuja. La razón es que las declaraciones explícitas nos animan a no calcular el día de Jehová, y éstas advertencias deben tenerse presentes.
Años antes de 1914 C. T. Russell había llegado a una conclusión madura final: “Evidentemente la cronología (las profecías sobre medidas de tiempo en general) no se dio con el propósito de proporcionar al pueblo de Dios información cronológica exacta a lo largo de los siglos. Es obvio que se proveyó para que funcionara como un reloj de alarma que despertara y activara al pueblo del Señor al tiempo debido”. – Los Testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios.

Cómo observamos, la cronología y las profecías deben ser utilizadas como herramientas secundarias, y su trabajo llega hasta ese punto. La cronología no nos puede entregar información tan precisa como "saber el día y la hora" (Mateo 24: 36). Ese es el punto de equilibrio y madurez que debemos desarrollar para adentrarnos en éste tema. Los siervos de Jehová deben tener presente el factor sorpresa, ya que Cristo nos insta a mantenernos alertas (Léase Mateo 24:42). Meditemos también en éstos textos:

"Dijo: “Cuidado que no los extravíen; porque muchos vendrán sobre la base de mi nombre, y dirán: ‘Yo soy ese’, y: ‘El debido tiempo se ha acercado’. No vayan en pos de ellos" - Lucas 21:8.
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"Ahora bien, en cuanto a los tiempos y a las sazones, hermanos, no tienen necesidad de que se les escriba nada. 2 Porque ustedes mismos saben bastante bien que el día de Jehová viene exactamente como ladrón en la noche" - 1 Tes. 5:1,2


"Sin embargo, hermanos, tocante a la presencia de nuestro Señor Jesucristo y el ser nosotros reunidos a él, les solicitamos que no se dejen sacudir prontamente de su razón, ni se dejen excitar tampoco mediante una expresión inspirada, ni mediante un mensaje verbal, ni mediante una carta como si fuera de nosotros, en el sentido de que el día de Jehová esté aquí" - 2 Tes. 2:1,2

"Manténganse alerta, pues, porque no saben en qué día viene su Señor" - Mateo 24:42.

No les pertenece a ustedes adquirir el conocimiento de los tiempos o sazones que el Padre ha colocado en su propia jurisdicción" - Hechos 1:7

Éstas palabras explícitas, éstas órdenes claras deberían gobernar nuestras excitaciones para especular con periodos que NO en están declarados en la Biblia, sino que son deducciones externas y relativas.

Sin prestar atención a éstas advertencias, la Watchtower hizo estas prematuras declaraciones:

Según esta cronología bíblica  fidedigna seis mil años desde la creación del hombre terminarán en 1975, y el séptimo período de mil años de la historia humana comenzará en el otoño de 1975 E. C.

 De modo que seis mil años de la existencia del hombre en la Tierra pronto terminarán, sí, dentro de esta generación. 

¡Cuán apropiado sería el que Jehová Dios hiciera de este venidero séptimo período de mil años un período sabático de descanso y liberación, un gran sábado de Jubileo para que se proclame libertad por toda la Tierra a todos sus habitantes! Esto sería muy oportuno para la humanidad. También sería muy apropiado de parte de Dios, porque, recuerde, la humanidad todavía tiene delante de sí lo que el último libro de la Santa Biblia menciona como el reino de Jesucristo sobre la Tierra por mil años, el reino milenario de Cristo.  Proféticamente Jesucristo, cuando estuvo en la Tierra hace diecinueve siglos, dijo respecto a sí mismo: “Porque Señor del sábado es lo que el Hijo del hombre es.” (Mateo 12:8) No sería por pura casualidad o accidente, sino que sería según el propósito amoroso de Jehová Dios el que el reino de Jesucristo, el “Señor del sábado,” con­curriera con el séptimo milenio de la existencia del hombre. - Vida eterna en libertad de los hijos de Dios.

 La Atalaya del 15 de septiembre de 1968, continuó estimulando anticipación. Usando prácticamente el mismo argumento que se usó en el artículo antes mencionado, dijo éste (página 562): El futuro inmediato ciertamente habrá de estar lleno de acontecimientos culminantes, porque este viejo sistema se está acercando a su fin completo. En el transcurso de unos cuantos años a lo más se cumplirán las partes finales de las profecías bíblicas que tienen que ver con estos “últimos días,” con el resultado de que la humanidad sobreviviente será libertada para que entre en el glorioso reinado de 1 ,000 años de Cristo.

La revista ¡Despertad! del 22 de abril de 1972 volvió a hablar de seis períodos de afán y trabajo seguidos por un séptimo período (sábado) de descanso, y dijo:
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"Por eso, al acercamos al fin de seis mil años de existencia humana durante esta década, hay la conmovedora y cierta esperanza de la cercana realización de un magnífico Sá­bado de descanso y alivio".

Y muchas otras declaraciones semejantes se hicieron, ya sea en publicaciones escritas y por oradores públicos. Incluso algunas desafiaban las palabras de advertencia de Jesús antes citadas. Por ejemplo,  La Atalaya del 10 de enero de 1969, páginas 20, 21, implicó que ¡uno debería tener cuidado en cuanto a poner demasiado peso en las mismas palabras de precaución de Cristo!:

"Una cosa es absolutamente cierta: La cronología bíblica reforzada con la profecía bíblica que se ha cumplido muestra que pronto se terminarán seis mil años de la existencia del hombre, ¡sí, dentro de esta generación! (Mal. 24: 34) Por lo tanto, éste no es tiempo para ser indiferentes ni para estar serenamente satisfechos. Este no es el tiempo parar estar jugando con las palabras de Jesús de que “respecto a aquel día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino solo el Padre.” (Mal. 24: 36) Al contrario, es tiempo en que uno debe estar vivamente consciente de que el fin de este sistema de cosas rápidamente llegando a su fin violento. ¡No se equivoque, basta con que el Padre mismo sepa tanto el  “día como la hora”!

¿Cómo es posible que un “esclavo fiel y discreto” pudiera decir tal cosa-en efecto, decir que, “Cierto; mi amo dice esto y aquello, pero no le den demasiada importancia; al contrario, dense cuenta de que lo que yo digo debe ser la fuerza guiadora en sus vidas”?

El número de mayo del 1974 del Kingdom Ministry (Nuestro Ministerio del Reino), habiéndose referido al “poco tiempo que queda,” dijo para animar a los hermanos:

Se oyen informes de hermanos que están vendiendo sus hogares y propiedad y que están haciendo planes para completar lo que queda de estos días de este viejo sistema en el ser­vicio de precursor. Ciertamente ésta es una forma excelente de usar el poco tiempo que queda antes del fin de este mundo inicuo.
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 Un número considerable de Testigos hizo precisamente eso. Algunos vendieron sus negocios, dejaron sus empleos, vendieron sus hogares, o granjas y se mudaron con sus esposas e hijos a otras áreas para’ servir donde había más necesidad,’ contando con tener fondos suficientes para sostenerles hasta el 1975. Otros, incluyendo algunas personas de edad, realizaron pólizas de seguro y otros certificados de valor. Algunos pospusieron operaciones quirúrgicas en la esperanza de que la entrada del milenio eliminaría la necesidad de éstas.

Cuando el 1975 pasó y sus fondos se agotaron o su salud empeoró seriamente, ahora tenían que tratar de sobreponerse a las duras realidades y reedificar sus vidas lo mejor que pudieron.

Esos hombres responsables de la Watchtower aprobaron el uso de las frases, “dentro de relativamente pocos años,” “el futuro inmediato,” “dentro de unos cuantos años a lo más,” “solo unos cuantos años, a lo más,” “los pocos años finales” todas usadas en La Atalaya y ¡Despertad! con referencia al comienzo del reinado milenial y todas en un contexto que incluía la fecha de 1975. ¿Tienen sentido alguno esas palabras? ¿O se usaron sueltamente, descuidadamente? ¿Son las esperanzas y los planes y los sentimientos de las personas algo con lo cual jugar?

Los redactores estuvieron dispuestos a declarar que sería “muy apropiado de parte de Dios” el que Dios comenzara el milenio en ese tiempo particular. Parecería razonable que, para un hombre imperfecto decir lo que es o no es “apropiado” para el Dios Todopoderoso hacer, exigiría un grado alto de certidumbre de su parte, ciertamente no que él estuviera ‘expresando una mera opinión.’ La discreción requeriría, mejor dicho, demandaría que así fuera. Cuando hay millones de personas bajo ese cuidado, se exige ese grado de discresión y cuidado. Sobre todo cuando se presenta con excitación y como el único canal de Dios en la Tierra.

Lo peor de todo fué que después del año 1975,  las publicaciones de la Sociedad  procuraron cargar la responsabilidad de la desilusión, no a los escritores de la información” sino a los lectores como inclinados a esperar demasiado. Seguramente, entonces, los hombres responsables de la organización debieron haberse dado cuenta del peligro, conociendo lo que es la naturaleza humana, sabiendo cuan fácilmente las grandes esperanzas se pueden suscitar. Pero en una organización con millones de personas bajo su cuidado y con una autoridad incuestionable, que intenta después cargar la responsabilidad a sus lectores....

El verdadero tema o raíz del asunto iba más allá de la exactitud o inexactitud de algún individuo, o hasta de lo confiable o no confiable de una organización, o de la sensatez o credulidad de sus miembros. El factor realmente importante era en qué forma, en última instancia, tales predicciones representaban a Dios y su Palabra. Cuando los hombres hacen tales pronósticos y dicen que lo están haciendo con la Biblia como base, edificando argumentos para éstos con la Biblia, afirmando que ellos son el “canal” de comunicación de Dios-¿cuál es el efecto cuando estos pronósticos prueban ser falsos? ¿Trae esto honor a Dios o edifica fe en El y en lo confiable de su Palabra? O, ¿es el resultado todo lo opuesto? ¿No ayuda esto a inducir a algunos a sentirse justificados en poner poca importancia en el mensaje de la Biblia y sus enseñanzas?