viernes, 27 de abril de 2012

Inmensidad y Eternidad


Tengo otra duda. Según yo lo entiendo, se supone según L.U. que cada galaxia es un universo diferente, y con la tecnología actual podemos ver imágenes de esos otros universos, entonces ¿Con mas tecnología podríamos ver incluso el paraíso que esta en el centro de todos los universos? entiendo que si, y también entiendo que con la tecnología adecuada incluso podríamos llegar a viajar a otros universos, a los mundos de transito e incluso al paraíso,¿ Podríamos incluso llegar a comunicarnos con los seres de esos mundos de transito? quizás e sido un poco enrevesado pero espero que se me entienda.

Gracias, un abrazo. - INSOGC

Respuesta: En realidad la terminología que usa Urantia no es equivalente totalmente a las definiciones que nosotros manejamos. Por ejemplo, la Vía Láctea es solo el centro del  superuniverso local. Los universos locales (no confundir con los superuniversos) según L.U no son galaxias, sino más bien grandes agrupaciones estelares de varios soles y sistemas planetarios.

No podemos ver el Universo de Havona y la Isla del Paraíso porque el Centro de la Vía Láctea se interpone con su gran masa y luminosidad. Los atrónomos ya han  detectado que al otro lado de la Vía Láctea hay una concentración mucho mayor (gigantesca) de gravedad, llamada el Gran Atractor. Pero aún los astrónomos no saben lo que es el Gran Atractor, solo perciben la inmensa gravedad tirando a la Vía Láctea. L.U nos informa que al otro lado del plano discoidal de la Vía Láctea se encuentra Havona.

Solo cuando la humanidad llegue a la etapa de luz y vida, una era de perfección relativa, y estemos libres de la cuarentena impuesta por la rebelión de Lucifer, podremos "fraternizar" como humanidad con otras civilizaciones. Antes de llegar a las estrellas, el hombre primero tiene que cambiar sus esquemas mentales.

Con respecto a los mundos de tránsito o planetas moronciales (esferas de capacitación para los resucitados), parece que éstos no son observables a simple vista. L.U dice:

(519.5) 46:1.4 El sistema de iluminación de Jerusem no debería presentar dificultades para vuestra comprensión. No hay días ni noches, ni temporadas de calor y frío. Los transformadores del poder mantienen cien mil centros desde los cuales proyectan las energías rarificadas hacia arriba a través de la atmósfera planetaria, sufriendo ciertos cambios, hasta que alcanzan el cielo raso eléctrico de aire de la esfera; entonces estas energías son reflejadas de vuelta y hacia abajo como luz suave, filtrada y uniforme, aproximadamente de la intensidad de la luz del sol en Urantia cuando el sol brilla en el cielo a las diez de la mañana.

(520.1) 46:1.5 Bajo dichas condiciones de iluminación, los rayos de luz no parecen provenir de un solo lugar; parecen filtrarse del cielo, emanando en forma equivalente desde todas las direcciones del espacio. Esta luz es muy similar a la luz del sol natural excepto que contiene mucho menos calor. Por lo tanto se podrá reconocer que dichos mundos sede central no son luminosos en el espacio; si Jerusem estuviese muy cerca de Urantia, no sería visible.

Esto armoniza con que hay cuerpos oscuros e invisibles en nuestro mismo espacio sideral. La idea de la materia oscura también está muy relacionada.

Solo cuando la humanidad colectivamente avance a un nivel superior, podremos como especie conocer e interactuar abiertamente con los mundos de estancia. Mientras tanto, las comunicaciones están prohibidas con los humanos. Por eso, todas las comunicaciones de fallecidos (fenómeno del espiritismo) con los humanos son producto de sugestiones mentales y la memoria alterada, además de engaños de los seres intermedios rebeldes estacionados en la Tierra, los llamados demonios.