(589.2) 52:0.2 1. El Hombre antes del Príncipe Planetario.
(589.3) 52:0.3 2. El Hombre después del Príncipe Planetario.
(589.4) 52:0.4 3. El Hombre Postadánico.
(589.5) 52:0.5 4. El Hombre después del Hijo Magisterial.
(589.6) 52:0.6 5. El Hombre después del Hijo Autootorgador.
(589.7) 52:0.7 6. El Hombre después del Hijo Instructor.
(589.8) 52:0.8 7. La Era de Luz y Vida.
(595.6) 52:5.1 Cuando se logra cierto estándar de desarrollo intelectual y espiritual en un mundo habitado, siempre llega un Hijo autootorgador Paradisiaco. En los mundos normales no aparece en la carne hasta que las razas no hayan ascendido a los niveles más altos de desarrollo intelectual y logro ético. Pero en Urantia el Hijo autootorgador, aun vuestro propio Hijo Creador, apareció al final de la dispensación adánica, pero ése no es el orden común de los acontecimientos en los mundos del espacio.
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En otras palabras podemos deducir que Jesús actuó como Hijo Magisterial e Hijo Autootorgador tras la era de Adán. Esto debería haber ocurrido cuando el mundo llega a un umbral de desarrollo avanzado en todo nivel. Si no hubiésemos tenido el impacto negativo del retroceso de la rebelión, hace 2000 años la Tierra hubiese estado madura para recibir amablemente a Cristo. Pero él por amor decide venir en esa era primitiva y oscura.
¿Qué razones llevaron a Micael a realizar su visita cuando la humanidad estaba tan atrasada?
Si Jesús no hubiese venido hace dos mil años, hoy nuestro atraso habría sido mucho peor. Pese a que el mensaje de Cristo ha sido oscurecido, su figura y el movimiento que dejó tras él fué un eco tan poderoso y una energía enorme que provocó una inercia que ha vencido la resistencia a través de los siglos. Una serie de sucesos históricos en cadena incian tras la venida de Cristo.
Gracias al cristianismo apareció el mundo occidental, el cual ha sido clave en poner las semillas de avance no solo en lo técnico, sino mediante pensamientos humanistas derivados de las antiguas doctrinas cristianas. Y aunque quiénes tomaron esas ideas para crear el mundo moderno no necesariamente fueron cristianos, sus ideologías están basadas en muchas ideas cristianas.
La fuerza de Jesús ha cambiado al mundo, aunque no en una dirección uniforme, pero mediante un movimiento energético de eco en un viaje largo y con tropiezos debido a la imperfección del camino.
Tras dos mil años, la humanidad tiene muchos mejores conceptos sobre la ética y los derechos humanos. La igualdad y la unidad son una búsqueda.
(594.6) 52:4.3 Cuando los Avonales del Paraíso llegan a las esferas mortales en acciones judiciales, solamente como adjudicadores de la dispensación, no están nunca encarnados. Pero cuando vienen en misión magisterial, por lo menos la misión inicial, están siempre encarnados, aunque no experimentan el nacimiento, ni tampoco mueren la muerte del reino. Pueden seguir viviendo por generaciones en aquellos casos en los que permanecen como gobernantes en ciertos planetas. Cuando concluyen su misión, abandonan la vida planetaria y retornan a su estado anterior de filiación divina.
Aquí se dice que en los mundos normales los Hijos Avonales llegan en acciones judiciales para adjudicar las eras y no están encarnados. Esto coincide notablamente cuando la Biblia nos recalca que la Segunda Venida de Cristo será en el espíritu, y según los pasajes bíblicos, acompañada de una acción judicial. En esta condición alterada de Urantia Jesús habría hecho el trabajo de un Avonal encarnado (con la singularidad de morir en este planeta), y en su segunda visita haría quizás el trabajo de un Hijo Avonal adjudicador de Era en Misión Judicial. También L.U afirma:
(596.5) 52:5.7 Si un Avonal autootorgador hubiera de regresar al mundo después de la misión de autootorgamiento no se encarnaría sino que llegaría «en la gloria con las huestes seráficas».
Esto haría Jesús en su segunda venida y coincide con la iformación fragmentada captada por la conciencia y los Ajustadores de los escritores de la Biblia.
Estas pistas nos hacen ver la posibilidad de que el Advenimiento de Cristo coincida con la adjudicación de una Era.
Un Planeta único en dónde convergen muchas situaciones
Urantia es un mundo especial dónde han ocurrido muchas cosas fuera del curso normal de los sucesos. Por ejemplo, en un planeta normal el Espíritu Santo y donación de los Ajustadores de forma masiva ocurre tras la misión de un Hijo Maestro en una etapa avanzada de progreso. En la Tierra ocurrió tras el Pentecostés en una época retrasada. Esto ha provocado profundo interés en nuestro mundo por parte de muchas inteligencias.
El Libro de Urantia presenta varias piezas que deben tenerse presente para obtener una visión completa. El error de algunos grupos de lectores de Urantia es asumir una postura inmediata tras cierta declaración. Por ejemplo, muchos estudiosos han llegado a pensar que la Era de Luz y Vida o la llegada de Miguel está muy lejos, basándose en la opinión de los Reveladores bajo un contexto particular, la cual ellos reconocen que es una especulación u opinión.
Los profetas, videntes y otros escritores sagrados obtuvieron impresiones en sus mentes mediante sus Ajustadores, pero con el tiempo y tras el filtro de la mente y las épocas, las visiones nos han entregado material valioso, pero fragmentado. De todas formas, creo que de forma singular convergen en Urantia éstas cuestiones (que en los mundos normales ocurren por separado):
1- La maduración de la época hacia un despertar ético, espiritual y social.
2-La venida de una Tercera Guerra Mundial o una Catástrofe Mundial.
3- Una evacuación planetaria de urgencia.
4-La precipitación de la maduración espiritual de la humanidad tras la crisis.
5- La terminación de una Era o Civilización.
6-La Adjudicación de una Era al decretar la resurrección o muerte eterna tras la catástrofe.
7- La llegada de Cristo para iniciar una fase de instrucción a la Humanidad sensible que durará siglos.
8- Al término de esa Edad la humanidad ingresará a la Etapa deifinitiva de Luz y Vida. En la Biblia eso equivale al término de los mil años.
De alguna forma, todas éstas cosas convergerán (no sé en que velocidad) y cumplirán las visiones de los profetas.
Me quiero detener sobre "La Adjudicación de una Era al decretar la resurrección o muerte eterna tras la catástrofe".
En primer lugar Urantia dice que los Hijos Magisteriales (en nuestro caso Jesús) pueden regresar en Acciones Judiciales: Vienen como seres espirituales invisibles para las criaturas mortales del reino. Actúan al final de las dispensaciones planetarias, como terminadores de la dispensación y liberadores de los sobrevivientes adormecidos. Juzgan los destinos de una edad, decretan el destino de las razas evolutivas. Pueden fallar la extinción de la personalidad de una criatura personal, pero no ejecutan dichas sentencias.
Esto que dice Urantia corresponde a algunas expresiones bíblicas de que cuando el Hijo regrese traerá el Dia del Juicio junto a una Resurrección:
25 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. 26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; 27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. 28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; 29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. - Juan 5
31Porque ha fijado un día en que se propone juzgar la tierra habitada con justicia por un varón a quien ha nombrado, y ha proporcionado a todos los hombres una garantía con haberlo resucitado de entre los muertos” - Hechos 17:31.
Esto concuerda con Daniel y otros pasajes que nos hablan de un Juicio terminal y una resurrección.
Ahora bien, aunque los Hijos pueden fallar sentencias, los ejecutores de las mismas son otras criaturas, biblicamente los ángeles. Sin embargo, ésos "ángeles" son los instrumentos de los Ancianos de los Días.
Un investigador urantiano llamado Juan Pablo Vega comenta:
Las cortes de los Ancianos de los Días son los tribunales
elevados de revisión para la adjudicación espiritual de todos los universos
competentes. Los Hijos Soberanos de los universos locales son supremos en su
propio dominio, están sujetos al supergobierno sólo en cuanto someten
voluntariamente asuntos para asesoría o adjudicación por parte de los Ancianos
de los Días, excepto en asuntos que comprenden la extinción de las criaturas
volitivas. Sólo los Ancianos de los Días pueden sentarse en juicio ejecutivo de
los asuntos de la vida y muerte eternas.
El resultado final del pecado es la aniquilación. La
cesación de la existencia se puede decretar, en los mundos tipo Urantia, al
final de una dispensación planetaria por la acción coordinada de todos los
tribunales de jurisdicción, desde el concilio planetario hasta los tribunales
de juicio de los Ancianos de los Días, pasando por las cortes del Hijo Creador.
El mandato de disolución se origina en los tribunales superiores del
superuniverso después de una confirmación ininterrumpida del proceso que
comenzó en la esfera de residencia del malhechor; y luego, cuando la sentencia
de extinción ha sido confirmada en lo alto, la ejecución es llevada a cabo por
la acción directa de estos jueces (los Ancianos de los Días) que residen y
funcionan en los centros de gobierno del superuniverso, mediante las fuerzas
que actúan bajo su jurisdicción.
Los Ancianos de los Días pueden actuar en armonía con los decretos de un Hijo Creador y ejecutar sentencias sobre muchos individuos humanos sobre todo al término de las Eras. Pero en las criaturas físicas sus acciones son a la hora de si deben resucitar o no.
En mi opinión una gran guerra y una catástrofe final precipitará la adjudicación de la Era y una muerte de millones de criaturas. Pero atención, la mortandad no será causada por los seres espirituales, aunque sin embargo, ellos estarán involucrados en el Juicio, ¿cómo?
Tendrán que decidir si resucitan a cada ser humano que haya fallecido y no haya sido rescatado. La Guerra Mundial (con la tribulación) y la posible Catástrofe serán eventos que matarán a muchos.
Tras la muerte de millones junto a otros millones que ya hubiesen fallecido en épocas pasadas, se realizará un juicio evaluador: Se verá si se resucita o se extingue la personalidad.
Esto fué captado de forma fragmentada por los profetas como parte de un Juicio de Dios y la aniquilación de los inicuos.