miércoles, 15 de agosto de 2012

Escalas de tiempo ascendentes

La relatividad del tiempo y el espacio son un hecho descubierto hace algunas décadas. La Biblia dice no obstante, que "mil años son un día para Dios". En esta entrada veremos como nos acercamos a esa realidad.

Se dice que los humanos justos que son repersonalizados en la Resurrección en los mundos de estancia, ocurre al tercer día de Urantia (la Tierra). En otras palabras, si eres justo y te deciden resucitar, lo hacen al tercer día terrestre  tras tu muerte. Pero para ellos ocurre solo tras un día. La razón puede ser la siguiente:

El día estándar de Jerusem (capital de los mundos moronciales), es un poco menos (1 hora, 4 minutos, 15 segundos) de tres días del tiempo de Urantia.

Y mientras ascendemos al Paraíso esto va incrementándose. Pero antes de llegar al Paraíso, después de los mundos moronciales, vamos a la Sede de la Constelación y luego a la Sede del Universo Local. En todos éstos tránsitos hay variación de la percepción del tiempo.
El día estándar de Nebadon equivale a dieciocho días, seis horas y dos minutos y medio del tiempo de Urantia. El año nebadonico consiste en un segmento de tiempo del desplazamiento del universo en relación con el circuito de Uversa y equivale a cien días del tiempo estándar universal, aproximadamente cinco años del tiempo urantiano.
El tiempo estándar del gran universo es el día del Paraíso-Havona - cerca de siete minutos menos que mil años de Urantia.

Entonces lo podemos sintetizar así:

1-     Mundos moronciales y Jerusem: 1 día equivale a tres terrestres.

2-     Salvación Capital de Nebadón: 1 día equivale a 18 días terrestres.

3-     Havona:  1 día equivale a casi 1000 años terrestres.

Entre éstos niveles de tiempo y ascensión (y las muchas moradas que no están mencionadas y que se encuentran en medio de los niveles), claramente observamos como el tiempo (su percepción) comienza a ser modificada gradualmente hasta experimentar la eternidad.

Una de las razones de la aparente tardanza en la ejecución de Lucifer es que los Tribunales Superiores y los Seres que los Presiden viven en esas escalas de tiempo.

(54.6.8) "La mente humana, corta de miras y atada al tiempo, debería ser lenta en criticar las demoras temporales concedidas por los administradores clarividentes y omnisapientes de los asuntos del universo..."

(54.5.13) "... si un mortal de Urantia con una vida de duración media cometiera un crimen que provocara un pandemonio mundial, y si fuera detenido, juzgado y ejecutado a los dos o tres días de haber perpetrado el crimen, ¿os parecería un tiempo muy largo? Y sin embargo, esta comparación es la más cercana teniendo en cuenta la duración de la vida de Lucifer..."

Se podría decir lo anterior porque efectivamente cuando Lucifer intentó descarriar a Jesús, la “rebelión quedó lista para sententencia”.  “Cuando Jesús descendió de su estancia en el Monte Hermón, la rebelión de Lucifer en Satania y la secesión de Caligastia en Urantia estaban prácticamente arregladas.” 134:8.9. Esto es cerca de 2 días del tiempo de Havona. ¿Podrían ser los tres días una referencia a la aniquilación de Lucifer al término de los mil años siguientes? ¿Tendrá que ver con el Milenio bíblico?

Aún así la vida de Lucifer es más larga y la iniquidad comenzó a anidar en su corazón mucho antes.

(53.9.3) “…el caso de Gabriel contra Lucifer, inscrito en los registros del tribunal supremo de Uversa hace cerca de doscientos mil años tal como vosotros calculáis el tiempo..."

Para Havona sería solo 200 días de rebelión. Claramente los Administradores del Universo tienen otra perspectiva y de allí a que nosotros nos equivoquemos vez tras vez al tener el concepto de la prisa incorporado.

Cuando ingresemos a la aventura de la eternidad en las otras moradas, nos parecerá que las prisas y ansiedades típicas humanas son una sombra fugaz. Comenzaremos a experimentar un acercamiento a la estabilidad de la auténtica realidad. La breve existencia material se transforma en algo casi irreal.

¿Qué enseñanza obtenemos?

Incluso ahora podemos liberarnos gradualmente de la ansiedad, de la correa de hierro de las horas, la prisa innecesaria y el tiempo. Todo depende de conectarnos con el momento presente, el ahora eterno, que nos hace rozar lo que nos espera al otro lado.