jueves, 6 de septiembre de 2012

Mensaje a ciertos lectores

Desde hace mucho tiempo dejé claro en esta página que este sitio no es para personas ancladas en los inamovibles credos religiosos, y fosilizados en sus ideas mentales, y tampoco para nuevos religiosos o suceptibles. Pese a todas éstas advertencias aun siguen visitando este sitio. En verdad no logro entender que sigan siendo asiduos lectores a ésta catedral virtual. ¿Adicción?
 
 Una de  las posibles explicaciones es que estén hambrientos espiritualmente, pero su orgullo luego los hace escupir espumarajos sobre lo que ellos voluntariamente y sin presión leen. Hacer click y entrar libremente a un sitio del cual tu no estás de acuerdo es tu problema, y no un problema del creador del contenido. ¿Es que aún no lo lográis entender? Si un programa de televisión no me gusta, sencillamente cambio de canal, pero no me vuelvo un trastornado mental que empieza a realizar prostestas y me pongo como chiflado a lanzas piedras a las antenas de las casas. Por otra parte, ponerte a ver el programa y luego salir con un palo o intentar polemizar con el director del programa es una absoluta estupidez, y una persona con un alto grado de engreimiento personal lo puede hacer. En verdad sois dignos de un estudio mental.


Otros, en un desatino de orgullo y con credenciales mentales de creerse en posesión de la verdad, vienen con pistolas a tratar de tergiversar lo escrito y dar argumentos filosóficos patéticos. Estas personas tienen miedo que otros puedan abrir los ojos y dejar toda la chapuceria teológica barata. En todas las respuestas anteriores a éstos personajes, ellos han salido con la cola entre las piernas. Nuevamente vuelven otra vez. No perderé el tiempo con ellos, pese a que sus argumentos siguen siendo las mismas explicaciones circulares de siempre. Explicaciones que antes ya fueron derribadas. Cuando se activaron las normas del blog, se dejó claro que éste no es un espacio para debates interminables. Lo siento para los fanáticos que leen este sitio, para su llanto y el crujir de sus dientes. No publicaré sus comentarios. Gracias.
 
El tiempo es urgente, el tiempo que queda es corto, pero no es como lo creen muchos.