Reflexión
Sabemos que cada día día miles y miles de seres humanos nacen en este bello planeta. Cómo se estudió hace tiempo, cada ser humano es único e irrepetible en toda la eternidad. Cada vida, cada personalidad no procede de la casualidad sino que ha sido proyectada por nuestro Padre Celestial. Así también cada día miles de seres humanos mueren. La generación de humanos que nació y vivió la I y II Guerra Mundial ya está practicamente desaparecida. Toda Europa y gran parte de Asia experimentó una tribulación sin precedentes junto a exterminios en masa (incluyendo canibalismo, bombas atómicas y campos de concentración entre otras maldades). Los inicuos o malvados de aquella generación podrían haber sido los más indicados para recibir un Juicio destructivo de Dios para colocar las "cosas en órden", pero no ocurrió.
Hoy ya esa generación ha desaparecido, los malvados murieron y millones de seres humanos nacieron en los años posteriores, y siguen naciendo millones, millones de niños, proyecciones del buen Dios. ¿Por qué este Creador y Padre ahora decidiría exterminar a gran parte de la humanidad actual que él mismo ha proyectado? ¿Por qué no realizó una intervención en épocas mucho más crueles y oscuras?
Y así cada día, miles nacen, y cada día mueren miles. Los inicuos de hoy, mañana estarán muertos y así seguirá. En 1975 se creía en un fin terminal, pero muchos de esos inicuos ya han perecido, y millones han nacido.
Al parecer el mejor mecanismo para eliminar a los inicuos es que simplemente cosechan en su vida los malos frutos y la muerte los extingue como "la hierna verde" que desaparece. Este mecanismo natural siempre ha sido y es la realidad de cómo ocurren las cosas. Creer que nuestra época es singular es una falacia mental. Todas las generaciones en su estado presente también lo han creído.
En una ocasión un testigo de Jehová sincero alcanzó a captar esta cuestión (que necesita cierta agudeza conceptual) y me dijo:
"Sabes, siempre se nos ha animado a creer que el fin no viene por que aún hay merecedores, y por que no se ha predicado a muchas personas, posibles merecedores..... pero el problema es que hace 15 años nacieron jóvenes, y hoy me los encuentro en el ministerio, y veo que hay algunos que desean estudiar la Biblia, ésto hace que cada año, aparezcan más merecedores, porque cada año nacen más niños, que llegarán a la adolescencia en pocos años....entonces siempre habrán merecedores que aparecen y por lo tanto el fin no llegará nunca, o tal vez no hemos entendido el objetivo verdadero de la predicación".
Ante esa lógica aplastante, guardé silencio y asentí con la cabeza.