miércoles, 10 de octubre de 2012

2012: Las dos caras de la misma moneda

Algunos lectores (como Bruno Gomez) constantemente expresan una preocupación sobre el movimiento Nueva Era. Sin embargo, durante muchas entrada he sido enfático al declarar que tanto lo que propone la Nueva Era como el Fundamentalismo Bíblico (producto de párrafos apócrifos con inserciones del género Apocalíptico Judaico) son las dos caras de la misma moneda. Ambos presentan la situación de cambios violentos por Revolución.

"El 21 de diciembre del 2012, cuando concluya el calendario Maya no se acabará el mundo, por el contrario, iniciará una nueva era de luz para la humanidad gracias a un cambio en la frecuencia vibratoria en el planeta que propiciará un despertar de conciencia que le permitirá vivir en paz y armonía" -  Maestro Luis Moreno Balandrán.

Lo que expresan muchos contactados es algo semejante. Si bien, es deseable que la humanidad cambie, jamás ese cambio ocurrirá de forma brusca, como tampoco ocurrirá una intervención brusca de Dios en los asuntos humanos. Nos alegramos con cada avance, con cada paso hacia adelante, pero los cambios siempre serán graduales.

Notemos como Jesús incluso en parte de los Evangelios previene de esos anuncios de falsos profetas y un "tiempo señalado", hablando también de asuntos de índole física como distractores. Tanto una intervención violenta sobre las mentes humanas para volverlas más espirituales, como una intervención drástica para juzgar a la humanidad, son dos extremos, son las dos caras de la misma moneda. Ambas son interpretaciones erróneas sobre la evolución espiritual del planeta.

Últimamente mucho se ha especulado sobre un despertar masivo de la Conciencia de la humanidad a una nueva etapa de iluminación espiritual y el advenimiento inmediato a una Nueva Era. Esto ocurriría supuestamente el 21 de diciembre de 2012. 

Notemos como el Libro de Urantia nos aterriza sobre lo antinatural que es esperar cambios drásticos en la humanidad:
(758.6) 67:5.1 Imperó gran confusión en Dalamatia y sus inmediaciones por casi cincuenta años después de la instigación a la rebelión. Se intentó la reorganización completa y radical de todo el mundo; la revolución desplazó a la evolución como política de progreso cultural y mejoramiento racial. Avanzó repentinamente la condición cultural entre los residentes temporales superiores, los que se habían capacitado parcialmente en Dalamatia y sus alrededores; pero, cuando se pusieron a prueba estos nuevos y radicales métodos entre los pueblos más remotos, hubo inmediatamente confusión indescriptible y pandemonio racial. Los primitivos hombres, a mitad de evolución, de aquellos días no tardaron en convertir la libertad en libertinaje.
.
El gran error de Caligastia y su séquito fue querer apresurar las cosas. La reorganización drástica como un método para el progreso solo resultó parcialmente y al poco tiempo, la civilización fundada por estos equivocados seres espirituales generó una confusión indescriptible. El progreso mediante la Revolución es una técnica de los rebeldes.
 
(759.1) 67:5.3 El esquema de Caligastia para la reconstrucción inmediata de la sociedad humana de acuerdo con sus conceptos de la libertad individual y los derechos de los grupos, resultó un veloz y, en cierto modo, rotundo fracaso. La sociedad pronto revirtió a su antiguo nivel biológico, y volvió a comenzar la lucha progresiva a partir de un punto no mucho más adelantado de donde se encontraba al principio del régimen de Caligastia; pues este levantamiento había dejado al mundo en un estado de suma confusión.

La prisa y la ansiedad, la idea de lograr el éxito rápido y con atajos morales, hizo que las primeras civilizaciones humanas avanzaran rápidamente en sentido cultural y técnico, pero la precipitación no fué a la par con el desarrollo espiritual interno de las masas. Esto provocó el desastre y ha sumido a nuestro mundo en un terrible atraso hasta el día de hoy.

(846.4) 75:8.5 Jamás en tu ascenso al Paraíso, te ganarás nada intentando impacientemente eludir el designio divino establecido mediante atajos, invenciones personales u otros artificios para facilitar el avance en el camino de la perfección, para la perfección y hacia la perfección eterna.

Solo cuando nos rendimos voluntariamente a la Guía y Voluntad del Padre, cuando experimentamos la rendición del yo, del ego y las prisas, nos inmunizamos contra la precipitación del pecado. El pecado siempre va acompañado de un deseo de gratificación inmediata y cosecha prematura de éxito y felicidad. Sin embargo, su ilusión es un castillo de naipes.

Notamos como un cambio violento sobre la humanidad sea alterando sus cerebros mediante un supuesto rayo cósmico que los vuelva espirituales o altere sus genes es en realidad un camino anormal que se salta las etapas naturales de crecimiento. Además, es una violación del libre albedrio.

Por otra parte, un Juicio de aniquilación para muchos también es una precipitación, ya que presupondría que los sobrevivientes de forma drástica están totalmente capacitados para una reconstrucción del planeta. La idea de un cambio drástico del planeta es la otra cara de la misma moneda que ofrece el New Age, pero con la diferencia de enfocar los asuntos en el mundo físico, y en unos pocos privilegiados.

Pero tanto un cambio violento en la conciencia de la humanidad como un cambio violento en las condiciones físicas que implicaría igualmente violencia sobre esas mismas conciencias, son interpretaciones erróneas y parciales de lo que realmente ocurre en el mundo.
.
Notemos el contraste de la técnica de Jesús para cambiar al mundo:
.
(1521.3) 136:8.8 Jesús ilustró para todos los mundos de su vasto universo la tontería de crear situaciones artificiales con el propósito de exhibir una autoridad arbitraria o de permitirse un poder excepcional para perfeccionar los valores morales o acelerar el progreso espiritual. Jesús decidió que no prestaría su misión en la tierra a una repetición de la desilusión del reinado de los Macabeos. Se negó a prostituir sus atributos divinos para adquirir una popularidad no merecida o para ganar prestigio político. No consentiría a la transmutación de la energía divina y creadora en poder nacional o en prestigio internacional. Jesús de Nazaret se negó a hacer compromisos con el mal, mucho menos a asociarse con el pecado. El Maestro colocó triunfalmente la fidelidad a la voluntad de su Padre por encima de toda otra consideración terrena y temporal.
.
(1523.1) 136:9.9 Con estas decisiones estableció Jesús un digno ejemplo para todos los seres de todos los mundos de un vasto universo, al negarse a aplicar pruebas materiales a la verificación de los problemas espirituales, al negarse al desafío presuntuoso de las leyes naturales. Y dio un ejemplo inspirador de lealtad universal y de nobleza moral al negarse a tomar el poder temporal como preludio de la gloria espiritual.

A pesar de realizar milagros durante su ministerio, Jesús no fundó su trabajo en la Tierra en modificaciones violentas de la sociedad. Por esa razón fué rechazado por los impacientes judíos en el siglo I, y por esa razón hoy miles prefieren abrazar religiones que predican la liberación inminente de los pesares de la vida y un escape para las realidades cotidianas. Estas religiones caen en el mismo error de los impacientes judíos del siglo I, y olvidan que han pasado casi 2000 años desde la venida de Jesús.

Y también otros pregonan cambios de conciencia o culturales violentos a la par con un supuesto cambio el 21 de diciembre de 2012.

Todas las ideas anteriores son ilusiones y conducen a fracasos morales y decepciones.

(804.1) 71:4.1 La economía, la sociedad y el gobierno tienen que evolucionar si han de perdurar. Las condiciones estancadas en un mundo evolucionario son indicativas de decadencia; sólo perduran aquellas instituciones que avanzan con la corriente evolucionaria.

Pero los mismos documentos reiteran muchas veces que los cambios sociales, económicos y culturales humanos deben ser lentos y pacientes. Se previene de experimentos violentos para modificar, por ejemplo, el sistema financiero mundial. Sabemos que el grado de desarrollo espiritual de los grupos humanos va por debajo del desarrollo técnico. Cuando la humanidad pierde su avance técnico o queda sin la tecnología o se introduce algún cambio brusco, el resultado es solo caos y anarquía. Por ejemplo, algunos ya hablan de reemplazar todo el sistema monetario, por dinero virtual. Si los soportes tecnológicos no son los adecuados, solo generará una inminente anarquía.

Los auténticos seguidores del mensaje de Jesús son la levadura para promover las transformaciones adecuadas, pacientes y duraderas. Jesús desea que el hombre edifique sobre la masa rocosa de sus enseñanzas, no sobre la arena de lo fácil. Los verdaderos creyentes ya que son y serán personas que viven los ideales de Jesús, ellos serán las palancas internas para transformar el mundo. Y realmente lo harán, ya lo están haciendo, pero edifican para la eternidad.

(782.5) 69:9.18 El orden social presente no es forzosamente correcto —no es ni divino ni sagrado— pero la humanidad hará bien en instituir los cambios en forma lenta. Lo que tenéis supera con mucho a todos los sistemas que conocieron vuestros antepasados. Cuando cambiéis el orden social, no os olvidéis de cambiarlo por otro mejor. No os dejéis persuadir de experimentar con las fórmulas descartadas de vuestros antecesores ¡Avanzad, no retrocedáis!

Así que las propuestas de cambios por revolución, que incluso violen el libre albedrío humano, ya sea el 21 de diciembre u en otras fechas, son solo evasiones de la realidad, engaños que cuadran más con la técnica nefasta de los rebeldes.