lunes, 15 de octubre de 2012

Una carta a los lectores

En una entrada anterior sobre el "Esclavo Fiel y Discreto" varios comentarios expresaban desahogo y una especie de aversión contra la Watchtower. Quiero decirles que no estoy de acuerdo con dicho espíritu. Salvo Esteban, que mantiene un excelente equilibrio, noto el peligro de caer en el otro extremo nefasto de demonizar todo lo que es religión organizada.

Entiendo las desilusiones generadas por los hombres que están en las religiones, pero creo percibir que pertenecer a una religión es mucho más que una relación con una entidad legal que represente a la misma. Creo que la Fe y religión, adoración, servicio y fraternidad son totalmente independientes de una Entidad Legal, Cuerpo de Ancianos, etc.

Cuando un testigo de Jehová se bautiza, él al principio mira más allá de una cuestión organizacional. Por lo general parte con una devoción hacia Dios, los valores morales y un sentido sano del servicio. Con los años, la mecánica de las cosas, la rutinización excesiva de actividades puede (en algunos casos) provocar una especie de enfriamiento de ese "primer amor". Pero hay personas que han logrado volver a cautivar ese amor, han logrado reencantarse con los valores iniciales, y han podido permanecer por años y con una actitud optimista dentro de los testigos de Jehová. Estas personas son Pilares valiosos y son los estabilizadores de la religión (fe espiritual) entre los testigos. Ellos serán la levadura transformadora en la evolución de dicha religión.

Un testigo nunca se desilusiona de los pilares básicos de su relación con Dios, se desilusiona de los hombres o sistema posterior que lo envuelve.

Aquí hay que separar claramente lo que es esa Fe interna que un testigo de Jehová puede desarrollar. Y no tengo duda de que muchos lo logran. Por lo tanto, no se puede generalizar con ellos. Muchos testigos son valiosos por su Fe, y ellos harán mucho bien al interior de su religión. Merecen nuestro respeto por su lucha en favor de la evolución.

Hay que separar entonces a la llamada Organización o a la Watchtower de ésta cuestión. Si bien ella ha estimulado la base de una relación personal con Dios que el testigo puede desarrollar, en muchos casos, ésta sutilmente desvia al testigo de esa relación inicial con Dios hacia una relación con la Organización como si fuera Dios mismo. Y entonces surge el problema. Las mentes más vulnerables y excitables fácilmente entran en el entusiasmo del apegarse más al canal humano, que a la relación original con Dios que los llevó a bautizarse. Con el tiempo, y tras una serie de problemas de índole humana (problemas que los apóstoles también tenían entre ellos o que ocurrían en el primer siglo), algunos se desilusionan de toda Fe, solo cuando tenían que separar lo que es Organización de Fe personal.

Esta confusión no es culpa de las personas. Es cierto que fué causada por la Entidad. Y es una desición personal salirse de determinada religión, nadie debería presionar ni sugerir ese paso. Y quién lo tome, puede optar por un arduo sendero interior, con las consecuencias respectivas. Ellos también son libres y deben estar en paz. También merecen respeto.

Pero hay personas que logran superar la crisis, logran armonizar su Fe interior con cierto respeto organizacional, pero mantienen a raya a ésta última parte. Saben decir que no a algunos requerimientos humanos y siguen brillando,  no tanto por lo que hacen, sino por lo que son dentro de los testigos.

Lo he dicho muchas veces. Existe un enorme potencial dentro de la religión organizada para provocar cambios internos transformadores (que de hecho ya están ocurriendo). Aunque es bueno informarse sobre los movimientos de la Watchtower, lo que ésta haga o deje de hacer, no debería ser de importancia práctica en lo más mínimo para los testigos y su Fe que sobreexiste a parte de esa organización.

Si eres testigo, aprovecha de predicar con un sentido profundo, aprovecha de servir con bondad, aprovecha de irradiar amor. Eres un agente positivo de evolución en tu congregación. Nunca menosprecies tu herencia.

Lograr este estado de equilibrio es sumamente difícil. Si alguién ya no desea participar de la aventura en medio de una religión organizada es libre de hacerlo, y obtiene ciertas perspectivas. Pero eso también signfica una apuesta difícil que necesita madurez en Cristo. Mis bendiciones a ellos.

Pero también le doy mi bendición a los que desde el interior de una religión intentan ser una fuerza transformadora en la misma. Si lo ven así, son muy valiosos al permanecer dentro de los testigos.

Cómo notamos, finalmente son los motivos los que hacen la diferencia.

Cada parte de la Sociedad Humana necesita ser impregnada del gran mensaje. Necesitamos ayudar a transformar este mundo. No hay que caer en el extremismo nefasto de satanizar ninguna esfera de actividad humana, incluso una esfera a la que antes pertenecias como la religión organizada.

Qué difícil es escribir estas líneas. ¡Cuantas veces los lectores se inclinan de un extremo a otro y no logran alcanzar la perspectiva del trabajo de este blog!

Si eres testigo, sigue realizando lo mejor, sigue luchando por la hermandad y fraternidad. Ahora bien, si ya has tomado otra opción, enfrenta esa ardua lucha sin perder el objetivo, sin crear enemigos que no existen.

Una de las cosas más fascinantes que he encontrado en el Libro de Urantia es esa extraordinaria visión que irradia una gran madurez que trasciende los siglos. Por ejemplo, el Libro nos habla de los problemas que genera la religión organizada, de los atrasos que provoca en algunas mentes, pero también nos recuerda que es necesaria en muchos hombres, que es una palanca evolutiva, que es una etapa en la humanidad, que también merece respeto y es un campo de acción, aunque también el hombre de fe puede emprender una aventura interior, sea en medio de éstas religiones o fuera de éstas. Al final, cada cual debe evaluar esas acciones.

Qué error es simplificar excesivamente, cargar una bandera, caer en la miopía. Caer en el extremo.

Un abrazo a todos.