lunes, 15 de octubre de 2012

Un estudio de Apocalipsis 16

Un sólo versículo en toda la Biblia usa la palabra "Armagedón".  Primero, vamos a leer Apocalipsis 16:13-16.

13 Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; 14 pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso. 15 He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza. 16 Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.

Acuérdese que Apocalipsis 16 es el único versículo en la Biblia que usa la palabra "Armagedón" o "Harmagedón" como aparece en algunas versiones. El pasaje sí haba de un encuentro de guerra en un lugar llamado Armagedón, pero eso es prácticamente todo lo que sabemos.

La visión trata de un dragón, dos bestias y tres ranas. Tres sapos salen de la boca del dragón, de la bestia de siete cabezas y de la segunda bestia o falso profeta; cuales sapos son enviados como mensajeros para reunir los reyes para la guerra en un lugar llamado Armagedón.

Sabemos que el dragón es símbolo de Satanás (Apocalipsis 12:9; 20:2). La bestia de las siete cabezas es un reino político mundial que persigue a los cristianos y los obliga a adorar su gobernador (Apocalipsis 13). La época en que fué escrito el Apocalipsis y su mensaje a las 7 Iglesias es a finales del siglo I, bajo la creciente persecusión romana. Siete sucesivos emperadores romanos (o dinastias) hostigan particularmente a los cristianos.

 La bestia simboliza al Imperio Romano y muchos están de acuerdo de que la bestia de siete cabezas representa al Imperio Romano (New World, pág. 184 186), pero Cristo no estableció su reino terrenal ni trajo su Parausía durante el  Imperio Romano.

El falso profeta que también es el cordero de dos cuernos y la segunda bestia de Apocalipsis 13, se presenta con la bestia de siete cabezas (Apocalipsis 13) y va a la derrota junto con el (Apocalipsis 19). La única función del falso profeta es obligar la adoración de una de las cabezas (reyes) de la bestia de siete cabezas (el emperador).

Observe que los principales personajes en nuestro texto son simbólicos, es decir, representan o figuran otra cosa. Satanás es un dragón. El Imperio Romano es la bestia de siete cuernos. El que obliga la adoración del emperador es la Bestia de dos cuernos o falso profeta y los mensajeros son sapos. Por lo tanto, el pasaje es muy figurativo.

Los versículos anteriores al la mención de "Armagedón", entonces, habla de Satanás y sus dos socios, el Imperio Romano por uno de sus reyes y el que obliga el culto al emperador. Ahora, ¿qué hacen estos tres? Envían mensajeros a los reyes en las providencias del Imperio. Estos mensajeros aparecen en la visión como sapos, llevan el mensaje de reunirse "a la batalla de aquel gran día del Dios ... Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón".

 El pasaje presenta la unión de fuerzas para ayudar al Imperio y el culto al emperador. Estas cosas suceden después de derramar la sexta copa de ira o castigo. Todas las seis copas (16:2-16) son castigos dirigidos en contra del Imperio Romano por perseguir a los cristianos. El libro entero de Apocalipsis contesta la pregunta de los cristianos primitivos, "¿Por qué esta persecución?". "¿Vale la pena confesar a Jesús y rehusar adorar al emperador?" Observe Apocalipsis 6:9-10. En su contestación, "Jesús"(?) habla de la caída de Roma, usando símbolos sacados de las plagas de Egipto.

Al derramar las primeras cuatro copas, la naturaleza parece virarse en contra de Roma. La tierra, mares, ríos y objetos en el aire son alterados por las plagas en estas cuatro partes de la naturaleza. Desastres naturales como plagas, diluvios, temblores, hambres, escasez de agua, langostas, y epidemias son los factores principales en debilitar a Roma. (Vea Jones, The Latter Roman Empire, 11, 1043. Gibbon menciona los tipos de desastre naturales que eran común en Roma en su libro, Decline and Fall of the Roman Empire, pág. 458 459).

La quinta copa trae oscuridad, pero los del reino de la bestia no se arrepintieron de sus obras, dando a entender que continuaron sus actos inmorales (oscuridad moral) en Roma. La corrupción del gobierno y la poca moral era el segundo factor en su caída ((Jones, Roman Empire, pág. 1055, 1063, 1068).

Derramar la sexta copa causa que grandes multitudes de soldados cruzan el río Eufrates para atacar. Como Roma nunca pudo conquistar de manera permanente el área más allá del río Eufrates, este río era considerado como la frontera este del imperio. Al cruzar el río grandes multitudes de soldados, entonces, simboliza los ataques al imperio por los bárbaros, el factor más importante en la caída de Roma, (Roman Empire, pág. 1025 1031, 1068).

Con la figura de las seis copas derramadas en el reino de la bestia, entonces, Juan profetiza la caída del gran perseguidor de la iglesia y da una idea clara de cómo Dios lo iba a llevar a cabo su derrota. Va a debilitar a Roma por desastres naturales, por oscuridad moral de su propio liderato, y por final, levantar enemigos en su contra como los bárbaros. Esto es exactamente como el Imperio cayó, empezó poco después que se acabó de escribir el libro de Apocalipsis y finalizó al mitad del quinto siglo.

Al ver Satanás estas fuerzas (copas) debilitando el Imperio Romano, su agente para perseguir a la iglesia, y al ver las dos bestias que su reino está comenzando a despedazarse, envían mensajeros a sus reyes asociados en el mundo, solicitando su ayuda para mantener vivo el Imperio. En la visión de Juan, estos mensajeros aparecen como ranas, saliendo para reunir a los reyes.

 Los reyes se reunen en un lugar llamado Armagedón. ¿Significa esto que todas las fuerzas físicas de Roma serán transportados al lugar llamado Armagedón donde habrá una gran guerra literal? Claro que no. Como el dragón, la bestia, el falso profeta y los sapos son simbólicos, lo más probable es que Armagedón también lo es.

El lugar más famoso de batallas en el Antiguo Testamento era un valle o llanura que corre del noroeste a sureste a pie de la montaña del Carmelo. Uno de los pueblos situado en una colina cercana era Megido. El término "Armagedón" realmente significa la "Colina de Meguido" pero los eruditos concuerdan que se refiere más bien a los alrededores de Megido, inclusive la Llanura de Esdraelon que corre del noroeste al sureste alrededor de la montaña.

Esta área era muy importante en la historia de Israel, tanto que su mismo nombre era sinónimo de batallas decisivas. Era aquí dónde Débora y Barac derrotaron a Císara (Jueces 4,5), donde los 300 de Gedeón derrotaron a miles de Madianitas (Jueces 7:1), donde Saúl y Jonatán murieron en manos de los filisteos (1 Sam. 31:1 6), y donde los reyes Ocozías y Josías murieron (2 Reyes 9:27; 23:29). No hay otro lugar en Israel que guardaba tantas memorias de batallas decisivas. Como Waterloo, Pearl Harbor, y Normandia nos recuerdan momentos difíciles en la historia, así es Armagedón en la mente judía.

Este trasfondo histórico le da un sentido simbólico al término "Armagedón" y así es como Juan usa el término. Ya había pronunciado seis plagas contra Roma debilitando las fuerzas del Imperio. La visión de Satanás reuniendo sus fuerzas para resistir el plan de Dios da a entender que Satanás no va a permitir que su poderoso aliado sea derrotada sin una pelea. La pelea entre Dios y Satanás en Armagedón no es una guerra física cerca de Meguido, sino símbolo de un conflicto de nivel espiritual.

Juan lo presenta, sin embargo, en términos de reunir fuerzas. ¿Dónde van a reunirse? ¿Cómo pudo Juan mejor haber simbolizado la naturaleza culminante de esta confrontación sino que decir que sucedería en Meguido? En medio de símbolos para Satanás (dragón), el Imperio Romano (bestia con siete cabezas), el culto de adorar al emperador (un cordero con dos cuernos) y los mensajeros (ranas),  tenemos un símbolo para el lugar de la reunión (Armagedón). El uso de este lugar, entonces, simboliza la naturaleza decisiva del conflicto en que Dios ha dicho que causaría la ruina de Roma para que Satanás no pueda usarla más para perseguir a la iglesia. Satanás se esfuerza para evitar su caída, simbolizada por reunir los reyes.

Homer Hailey, en su Commentary on Revelation, concluye su interpretación de Apocalipsis 16:13 16, por decir:

"En vista de estas batallas de significado histórico, concluimos que Juan usó la palabra de manera simbólica, para describir una gran batalla espiritual y decisiva entre el ejército de Satanás y las fuerzas de Dios, cual batalla determina la suerte de cada cual. Esta batalla fue peleado y ganado por el Señor en una derrota total del Imperio Romano y el paganismo que Roma representaba (vea 19:11-21). Buscar una batalla física militar entre Dios y ejércitos para llevar a cabo en el norte de Palestina en algún momento futuro es totalmente sin apoyo en las Escrituras y extraño al espíritu y propósito de Apocalipsis (pág. 336-337)".

En sí Apocalipsis 16 no describe en detalle una batalla entre las fuerzas de Satanás y Dios. Después que Juan dice que los reyes son reunidos y el séptimo ángel derrama su copa de ira nos dice que una gran voz del trono celestial dice, "Hecho está," y la gran ciudad (Roma) fue dividida en tres partes y aquellas ciudades que dependían de ella también cayeron. No hay ninguna descripción de una batalla. Está claro, sin embargo, Dios ganó la lucha y Satanás no pudo mantener viva a Roma.

 El próximo capítulo 19 cuenta de nuevo esta historia con los mismos símbolos del Capítulo 16 pero añadiendo que Cristo viene en un caballo blanco para atacar a la bestia (Imperio Romano) y el falso profeta (culto de adorar al Emperador). El Capítulo 19 ofrece más detalles que el Capítulo 16, con Cristo derrotando a las dos bestias y echándolas en el lago de fuego.

Razones Por Entender la Batalla de Armagedón Como Simbólico

La Batalla de Armagedón simboliza la lucha entre Dios y Satanás en cuanto a la perdurabilidad del Imperio Romano. El Libro de Daniel se refiere a la cuarta bestia como ese Imperio. Para comprobar que no se trata de una gran batalla militar literal al fin del mundo, ofrecemos en las siguientes razones:

1. El pasaje entero es muy simbólico, utilizando un dragón, dos bestias y tres ranas. Como estos personajes son figurativos, es de esperarse que Armagedón también lo sea. En vez de una ubicación actual de una guerra física, o de un conflicto celestial bélico, el nombre Armagedón simboliza la lucha espiritual entre las fuerzas de Dios y la fuerzas de la maldad.

2. Su lugar al final del libro de Apocalipsis indica que Armagedón es la culminación del conflicto entre Dios y las bestias que Satanás ha utilizado hasta el cristianismo. Apocalipsis fue escrito para animar a los santos del primer siglo, perseguidos mayormente por Roma porque éstos rehusaron dar culto al Emperador. Con derramar las copas de ira, Dios está anunciando que pronto comienza el fin de Roma, y una vez comenzado, nada puede detener el proceso. Aunque tomará un poco de tiempo para que el drama se lleve a cabo, el resultado está seguro. Dios y sus santos ganarán, mientras que Satanás, el Imperio Romano y el culto al emperador perderán.

3. La lucha de Armagedón es espiritual y no físico. Se sabe por el lenguaje que emplea. Observe que la derrota por Dios del Imperio Romano se presenta con la imagen de una ramera (Roma) obligada a beber del cáliz del vino del ardor de la ira de Dios (16:19) y cayó del cielo sobre la ciudad un enorme granizo.

Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira. - Revelación 16:19

Notamos como Babilonia la Grande aparece en la narración del Armagedón conectándola con la gran ciudad dividida en tres partes. No olvidemos que Babilonia estaba sentada sobre las siete colinas romanas, símbolos de los emperadores.

En el capítulo 19, se repite la visión de la derrota de las dos bestias, derrotadas por el jinete del caballo blanco cuyo única arma es la espada que procede de su boca (19:15). Esta espada no es una arma de combate carnal, sino de combate espiritual (Efe. 6:17; Heb. 4:12). Por esta espada va a juzgar y derrotar a sus enemigos. Los ejércitos que le siguen, de la misma manera, no están armados para combate, sino en vestiduras blancas (19:14).

4. Armagedón no marca el fin de nuestra era. Aún después de llamar los reyes a Armagedón, después de anunciarnos "Hecho está", después que la ciudad se divida y después de caer granizo, dice que "los hombres blasfemaron contra Dios" por la plaga del granizo (16:21). No hay mención de la venida de Cristo. Al contrario, la vida sigue después de la última plaga y los hombres tienen la oportunidad de maldecir a Dios.

5. Sea lo que sea que iba a pasar a las dos bestias, tenía que suceder pronto después de escribir el libro de Apocalipsis. Por lo textos ya citados, es obvio que el mensaje principal de Apocalipsis era para consolar a los santos entonces perseguidos. El mensaje era para los que primero recibieron la carta, los cuales esperaban que "deben suceder pronto" las cosas que Juan vio en visión. Si la teoría de muchos otros es correcta y estos cosas no sucedieron pronto, significa que Juan estaba equivocado.

6. Cristo viene como ladrón en la noche. Nuestra Era no va a terminar con un serie de sucesos que nos permitan saber a cuanto estamos del final. El Nuevo Testamento enseña que nadie puede saber la fecha de la segunda venida, sino que vendrá de sorpresa. A menudo la Biblia afirma que Cristo vendrá como "ladrón". Observe algunos versículos que indican que no podemos saber ni predecir el regreso de Cristo.

a. "Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. (Mat. 24:36)

b. Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca (Mat. 24:37 39).

c. "Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis." (Mat. 24:44)

d. "Vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe" (Mat. 24:50).

e. Al final de la parábola de las diez vírgenes, cinco preparadas y las cinco no preparadas, Jesús dijo, " Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir." (Mat. 25:13).

f. "Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre. Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo. " (Mar. 13:32 33).

g. "Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. " (Lucas 21:34 35).

h. "Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche;" (1 Tes. 5:2).

i. "Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas." (2 Ped. 3:10).

Todos estos textos bien muestran que Dios no ha dado señales para indicarnos el tiempo del fin. Al contrario, fue su intención evitar que lo supiéramos con la advertencia de estar preparados en todo momento. Si las especulaciones de muchos fuesen verdad, pudiéramos saber con precisión cuándo Cristo regresaría por la secuencia de eventos. Esto está totalmente contrario a lo que dice la Biblia. Dios no nos ha dado tales señales y no quiere que desperdiciamos el tiempo especulando. Debiéramos vivir de manera que siempre estamos listos. Si muchos tiene la razón, las Escrituras están equivocadas porque estas dicen que nadie puede saber cuando Cristo va a regresar.

Conclusión
Hemos examinar con cuidado  la Batalla de Armagedón, la segunda venida de Cristo, etc. Tan sólo mirar por encima la lista de sucesos deforma nuestra sentido común. No olvidemos que el Apocalipsis fué escrito realmente para los cristianos de finales del siglo I y que algunas de sus visiones pertenecen a una gran revelación, pero que también contiene fuertes elementos de la literatura Apocalíptica judía que describe siempre la liberación (sea para judíos o cristianos) en términos literarios de vivo lenguaje simbólico, y no con una connotación tan futurista como hoy lo interpretamos. Un cristiano del siglo I que hubiese leído a Juan, claramente habría entendido que la Bestia era el Imperio Romano.

Armagedón en términos de un fuerte lenguaje simbólico bien puede ser ese proceso de destrucción progresiva de ese Imperio. No olvidemos que en otros libros, la destrucción de Egipto y Babilonia ocurre durante largos ciclos en dónde se observa una bajada prolongada.