domingo, 18 de noviembre de 2012

Lo sencillo y lo complejo

Hay algunos lectores de L.U que encuentran sus páginas demasiado complejas, que la inmensa pléyade de la descripción de la organización celestial de Dios es excesiva, y que la variedad abundante de diferentes seres y criaturas es demasiado para ser real. Esto si sumamos la narración sobre los diferentes niveles de los universos hace que Urantia Book en algunas de sus páginas sea una obra de enorme densidad conceptual.

Cierto lector afirmó que la Biblia simplemente habla del Padre, del Hijo, el Espíritu Santo, los Querubines, Serafines y Ángeles. Yo afirmo que la Biblia no dice eso. Por ejemplo, la Biblia utiliza indiscriminadamente la palabra "Espíritu" en muchas ocasiones, y no todas se refieren al Espíritu Santo. Hay muchas expresiones que aluden al "Espíritu" más allá de lo que se entiende por Espíritu Santo. Es la exégesis e  interpretación sectaria de las religiones las que pretendiendo crear un catálogo eclesial, cree que existe una clasificación básica de las cosas. Este reduccionismo es puramente humano. Es semejante al que usa la Ciencia al pretender establecer cuatro fuerzas fundamentales que expliquen todo el universo o la simplificación excesiva reduccionista de que la inmensa complejidad cósmica proviene del Big-Bang.

El hombre carece de la capacidad para comprender todo y en su arrogancia siempre intenta explicar la realidad estableciendo dogmas de acuerdo a su imagen pequeña. Quiere desconocer tercamente que es parte de un orden más inmenso y sublime que lo sobrepasa. Tanto la Ciencia como la Religión intentan crear fronteras dogmáticas imaginarias para explicar la realidad.

Ahora se ha descubierto que el ADN tiene un gran panel de control con cuatro millones de “interruptores” que regulan la actividad genética. Si nuestros órganos materiales poseen una gran complejidad para que la vida material exista, si los seres vivos y el universo material es tremendamente complejo, ¡con cuanta más razón el cosmos espiritual! Las Escrituras dicen incluso que lo material es la "sombra" de las realidades eternas. Qué el lenguaje humano se haya quedado corto en tiempos antiguos no implica en absoluto la negación de un universo más grande.

Hablando solo del universo local los documentos comentan una lista de una pequeña fracción de las personalidades celestes:

(406.4) 37:1.2 1. Las Brillantes Estrellas Matutinas.
(406.5) 37:1.3 2. Las Estrellas Vespertinas.
(406.6) 37:1.4 3. Los Arcángeles.
(406.7) 37:1.5 4. Los Asistentes Altísimos.
(406.8) 37:1.6 5. Los Altos Comisionados.
(406.9) 37:1.7 6. Los Supervisores Celestiales.
(406.10) 37:1.8 7. Los Maestros de los Mundos de Estancia.

Tal como en los superuniversos y el universo central, el universo local tiene sus órdenes de ciudadanía permanente. Estas incluyen los siguientes tipos creados:
(414.7) 37:9.2 1. Susatia.
(414.8) 37:9.3 2. Univitatia.
(414.9) 37:9.4 3. Hijos Materiales.
(414.10) 37:9.5 4. Seres Intermedios.
Esto sin mencionar a otras entidades de los Superuniversos como los Ancianos de los Días, los Melquisedek, los Portadores de la Vida, y un largo etc.

Para hoy es difícil aceptar esta "lista". Para las mentes de hace 2000 años era imposible y era obligado simplificar. Pablo mismo tuvo que hacerlo al decir:

Todo esto es para que ahora sea dada a conocer, por medio de la iglesia, la multiforme sabiduría de Dios a los principados y las autoridades en los lugares celestiales- Efesios 3:10

Un árbol es sencillo pero a la vez complejo. La verdad es sencilla pero tiene gran profundidad. El hombre recién está descubriendo a la realidad mediante la Ciencia y la Religión. Y la complejidad fascinante nos hace descubrir nuevos mundos.