domingo, 23 de diciembre de 2012

Los comedores sociales, ¿para cuándo?

JHK nos comenta la triste situación de los cristianos españoles de la confesión religiosa. Reescribo parte de su post:


Comedor social de Cáritas, en Vallecas (Madrid)

Estimados camaradas desilusionados ante la pasividad del Cuerpo Gobernante:

El pasado 8 de junio de 2012, desde este púlpito virtual, me hacía eco de que Cáritas había ayudado en España, en el año 2011, a 1.001.761 personas: alimentación, vivienda y empleo, ¡por este orden!

     Decir ahora que en España estamos atravesando una gravísima crisis económica que dura ya muchos años y que afecta a millones de personas, ¡tampoco es nada nuevo! No obstante, permitidme, que eche mano de unos gráficos que ha editado Cáritas, en su informe Exclusión y desarrollo social 2012:

http://www.caritas.es/imagesrepository/CapitulosPublicaciones/4314/EXCLUSION%20Y%20DESARROLLO%20SOCIAL.%20Versi%C3%B3n%20digital.pdf

Para intentar que logremos imaginar "algo" la profundidad y alcance de esta crisis económica en las personas, echo mano de lo que documenta Pascual Serrano (Mundo Obrero):
En España, es el 21,1 % de la población la que en este año vive por debajo del umbral de pobreza, lo más grave es que el grupo social que no está empeorando es precisamente el condenado a disminuir, los pensionistas mayores de 65 años. La tasa de pobreza disminuye entre los mayores de 65 años y aumenta entre las personas en edad de trabajar, entre 16 y 64 años (Eldiario.es, 22-10-2012).
El último estudio del Observatorio Social de España (OSE) ha detectado que la pobreza infantil se ha disparado un 45 por ciento desde el inicio de la crisis en 2007, lo que ha provocado nuevos escenarios de pobreza relacionados con la malnutrición, la desescolarización y las dificultades para acceder a la sanidad (Europa Pres, 20-11-2012).
Hasta hace unos años se asociaba a los ancianos con el sector de la población que estaba obligado a vivir en condiciones económicas más precarias, pero ahora los responsables de las residencias de ancianos españolas han señalado que, desde hace un par de años, se está detectando que hay unidades familiares que sacan a sus mayores de las residencias de la tercera edad para salir adelante con sus ingresos (Málaga Hoy, 13-8-2012).
La precariedad en España afecta de forma dramática a la alimentación. Cáritas informó este pasado verano que cerca del 17 % de los gallegos depende de las ayudas benéficas para comer (ABC, 23-7-2012). En algunos comedores de Cataluña hay que esperar hasta 23 días para obtener una plaza en la mesa. En un comedor de Sevilla atienden a 150 personas por día y no dan abasto porque muchas se quedan sin su plato. Comedores de Madrid que atendían a cien personas hace tres años hoy alimentan a cuatrocientas (Teinteresa.es, 23-4-2012). http://crisis-economica.blogspot.com.es/2012/11/algunos-numeros-de-la-crisis.html
 Ni qué decir tiene que llevamos varios años padeciendo miserias en España. En cuanto a los miembros que componemos la confesión religiosa de los testigos de Jehová; nada es distinto a la población general. Nosotros, también somos víctimas de la recesión económica. En mi entorno, me consta que hay muchos hermanos --padres de familia inclusive-- que están sin empleo desde hace mucho tiempo..., ¡y están desesperados! Así, ya que la "marca" por la que se distinguiría los cristianos verdaderos, sería el amor entre nosotros, ¿de qué maneras prácticas está organizando y suministrando ayuda nuestra confesión religiosa a los hermanos necesitados en España? Hemos de recordar que, Cáritas, a pesar de se una organización católica, ¡no pregunta de qué religión eres para ver si te ayudan o no! Cáritas ayuda a todo el mundo, sin importar las creencia o convicciones del que necesita la ayuda..., ¡incluso lo ateos!

La situación es de tal gravedad entre los testigos de Jehová, que en la asamblea Protejamos la mente, el superintendente de distrito --el hermano Lara-- espetó: "Hermanos, no creo que tardemos mucho en poner en los tablones de anuncios de los salones del reino, una lista con las familias de la congregación que necesitan que les traigamos alimentos para sencillamente el sustento diario."

 ¡Vergüenza debería darle a la dirección de la confesión religiosa en España, no tener ni un solo comedor social! ¿Dónde está la caridad cristiana? ¿Cuánto ha gastado nuestra confesión religiosa en ayuda social en España durante el año pasado y en qué conceptos y cuantías? ¡Eso sí! No se olvidan de pedirles a las abuelitas: los ahorros, el pisito..., ¡y hasta los dientes de oro postizos!

Además, tenemos un agravante: al testigo de Jehová le da vergüenza acudir a Cáritas por ayuda, ya que esta organización pertenece a la religión "falsa" y, adicionalmente, estaría mal visto por la comunidad de los testigos de Jehová que él acudiese allí para pedir ayuda. Así, la dirección de la entidad religiosa, logra que el pobre indigente testigo de Jehová: se coma su probreza y sus problemas en solitario y en silencio: ¡no hay que dar mala imagen a nuestra entidad religiosa! ¡Ni ayudan, ni permiten que la "competencia" ayude tampoco!

Nota de A.J:

Quisiera agregar al post de nuestro amigo español que en nuestro Ministerio del Reino se ha tratado el tema si un testigo de Jehová podría ir a parar a un hospital católico o terminar su vida después de un fiel "servicio" en una Casa para ancianos de otra religión, y lo sorprendente es que no ponen reparo alguno. Sin embargo, piden que los testigos no donen a Caritas u otras confesiones de Babilonia la Grande.

Creo que la Watchtower debe realizar urgentes cambios en este asunto. Es encomiable que congregaciones locales de testigos hagan esfuerzos internos y cristianos por ayudar a sus hermanos, pero falta a nivel mundial una organización clara y directriz desde arriba para proceder con los hermanos envejecidos que se han gastado en la obra, y con toda persona que lo necesite.

Oremos y escribamos para que se hagan de forma urgente estos ajustes internos y se pueda cubrir la ayuda a los necesitados y envejecidos mediante un empuje desde la misma Wachtower, y no depender de la buena voluntad e iniciativas que puedan tomar o no los ancianos locales.