Durante siglos han surgido multitudes de intentos por explicar el "alma". Se le ha definido precipitadamente y de forma errónea como un espíritu inmortal sobreviviente a la muerte. También se le ha identificado de forma inexacta como la persona misma con su cuerpo físico, facultades mentales y espirituales. Hay un grupo que lanza como kung fu una decena de textos bíblicos para apoyar una idea, y otros lanzan otra bateria de pasajes bíblicos para apoyar la otra.
En mi opinión la Biblia contiene elementos de verdades poderosas, pero la limitación del lenguaje distante en el tiempo para transmitir conceptos elevados llevó algunas narraciones a simplificaciones peligrosas e interpretaciones posteriores fragmentadas. Algo similar ocurre con quiénes sostienen la teoría de la Trinidad, la cual está basada en una visión sectaria y pequeña de los pasajes bíblicos.
Cuando leí los documentos de L.U logré armonizar y conceptualizar correctamente algunos pasajes bíblicos que han sido inclinados para un y otro lado. Miremos algunas definiciones sobre lo que es el Alma humana:
Durante la vida la voluntad mortal, el poder de la personalidad de decisión y elección reside en los circuitos materiales de la mente; a medida que procede el crecimiento mortal terrestre, este yo, con sus invalorables poderes de elección, se vuelve cada vez más identificado con la entidad emergente alma morontial; después de la muerte y después de la resurrección en el mundo de estancia, la personalidad humana está completamente identificada con el yo morontial. El alma, de este modo, es el embrión del futuro vehículo morontial de la identidad de la personalidad. 111:3.2
El alma es aquella parte del hombre que es autorreflexiva, discierne la verdad y percibe el espíritu, elevando por siempre al ser humano por encima del nivel del mundo animal. La autoconciencia por sí sola, no es el alma. La autoconciencia moral es la verdadera autorrealización humana y constituye la base del alma humana, y el alma es esa parte del hombre que representa el valor potencial de la supervivencia de la experiencia humana. La elección moral y el logro espiritual, la capacidad de conocer a Dios y el impulso de ser semejante a él, son las características del alma. El alma del hombre no puede existir aparte del pensamiento moral y de la actividad espiritual. Un alma estancada es un alma moribunda. Pero el alma del hombre es distinta del espíritu divino que reside dentro de la mente. El espíritu divino llega simultáneamente con la primera actividad moral de la mente humana, y esa es la ocasión del nacimiento del alma. 133:6.5
El alma del hombre es una adquisición experiencial. A medida que la criatura mortal elige «hacer la voluntad del Padre en el cielo», el espíritu residente se vuelve padre de una nueva realidad en la experiencia humana. La mente mortal y material es la madre de esta misma realidad que surge. La sustancia de esta nueva realidad no es material ni espiritual —es morontial. Ésta es el alma inmortal naciente destinada a sobrevivir la muerte mortal y comenzar la ascensión al Paraíso. 0:5.10
Todos los humanos que evolucionan un alma son literalmente los hijos evolucionarios de Dios el Padre y de Dios la Madre, el Ser Supremo. Pero hasta el momento en que el hombre mortal se vuelve consciente en el alma de su herencia divina, debe comprender por la fe esta seguridad del parentesco con la Deidad. La experiencia de la vida humana es el capullo cósmico en el que las dotes universales del Ser Supremo y la presencia universal del Padre Universal (ninguna de las cuales son personalidades) están evolucionando el alma morontial del tiempo y el carácter finalista humano-divino de destino universal y de servicio eterno. 117:6.8
Reflexiones: El Alma humana sería el hijo del Ajustador y de la mente material que se asocian en co-crear a un nuevo ser. El ser humano viene a la tierra con un Yo y existen los pensamientos de ese Yo. Por lo general a los cuatro o cinco años viene a residir en la mente el Ajustador, y cuando los pensamientos (de la mente) se dejan guiar por el Ajustador (cuando son moldeados) provocan la existencia de un nuevo ser que irá creciendo (evolucionando): este ser que nace en proporción a la cooperación con el Ajustador es el Alma humana, una nueva personalidad que evoluciona camino a la inmortalidad.
«El alma es aquella parte del hombre que es autorreflexiva, discierne la verdad y percibe el espíritu, elevando por siempre al ser humano por encima del nivel del mundo animal. La autoconciencia por sí sola, no es el alma. La autoconciencia moral es la verdadera autorrealización humana y constituye la base del alma humana, y el alma es esa parte del hombre que representa el valor potencial de la supervivencia de la experiencia humana. La elección moral y el logro espiritual, la capacidad de conocer a Dios y el impulso de ser semejante a él, son las características del alma. El alma del hombre no puede existir aparte del pensamiento moral y de la actividad espiritual. Un alma estancada es un alma moribunda. Pero el alma del hombre es distinta del espíritu divino que reside dentro de la mente. El espíritu divino llega simultáneamente con la primera actividad moral de la mente humana, y esa es la ocasión del nacimiento del alma. - 133:6.5
Pero el Alma per se no es inmortal. El Alma puede decrecer o apagarse (y morir), crecer y sublimarse para llegar a la inmortalidad de acuerdo al grado de fusión gradual de la mente y el ajustador que provoca a un nuevo individuo.
El alma humana morontial es del mismo modo un socio volitivo, cocreativo de su propia inmortalización. 117:3.7
La mente humana no soporta bien el conflicto de una doble lealtad. Es un peso muy grande para el alma sufrir la experiencia de esforzarse por servir al bien y al mal a la vez. La mente supremamente feliz y eficazmente unificada es aquella dedicada por entero a hacer la voluntad del Padre celestial. Los conflictos no resueltos destruyen la unidad y pueden dar lugar a la dislocación de la mente. Pero el carácter de supervivencia del alma no se alimenta intentando asegurar la paz mental a cualquier precio, abandonando nobles aspiraciones o comprometiendo ideales espirituales; más bien tal paz se alcanza por la afirmación decidida del triunfo de lo que es verdadero, y esta victoria se logra venciendo el mal con la poderosa fuerza del bien. 133:7.
(1229.9) 112:3.2 1. Muerte espiritual (muerte del alma). Si y cuando el hombre mortal rechaza finalmente la supervivencia; si ha sido pronunciado espiritualmente insolvente, morontialmente en bancarrota, en la opinión conjunta del Ajustador y del serafín sobreviviente, una vez que se haya registrado dicho consejo coordinado en Uversa, y después que los Censores y sus asociados reflectores han verificado estos hallazgos, los gobernantes de Orvonton ordenan la liberación inmediata del Monitor residente. Pero esta liberación del Ajustador de ninguna manera afecta los deberes del serafín personal o de grupo en cuanto a ese individuo abandonado por el Ajustador. Este tipo de muerte es final en su significación a pesar de la continuación temporal de las energías vivientes de los mecanismos físicos y mentales. Desde el punto de vista cósmico, este mortal ya está muerto; la vida que continúa indica meramente la persistencia del impulso material de las energías cósmicas.
Reflexiones: La reflexión es sumamente importante. No sería lejano a la realidad decir que una persona "no tiene alma" cuando la iniquidad y maldad lo ha consumido, aún cuando esté vivo. El Ajustador se habrá divorciado de esa mente nociva y malvada, y esa alma habrá muerto "abortada".
Por esa razón entendemos lo que Jesús dijo:
Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar
el alma; más bien temed a aquel que puede hacer perecer tanto el alma
como el cuerpo en el gehena.
Jesús le dijo: Amarás a Jehová tu Dios con todo tu corazón,
y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Quién tenga oídos.....