martes, 2 de abril de 2013

La lucha contra la superstición esclavizante y la ignorancia

La humanidad aún está en un proceso de ajuste mental y sincronización de la realidad. La especie humana ha logrado liberarse de las ataduras mentales ilusorias y falsas de varios sistemas de pensamiento que han actuado como espejismos paralizantes para el amor.

Edad Media
Esta edad provoca un gran retraso espiritual al enfocarse en el misticismo y ritualismo pagano. El poder eclesiástico causa una gran siembra de ignorancia y superstición religiosa hasta el día de hoy. La Edad de las Tinieblas hereda una versión distorsionada del cristianismo,  y un judaísmo con ideas apocalípticas que se mezclan en la tradición cristiana.

Al final de esta Edad el Protestantismo intenta liberarse de la autoridad centralizada Papal y genera múltiples vástagos que tratan de reinterpretar las historias de la Escrituras Sagradas. Se hereda la corriente apocalíptica adaptándola a los sucesos históricos de la época de esas nuevas iglesias.

Edad Moderna
La idea de la autoridad religiosa autoritaria provoca el nacimiento reaccionario de la Ciencia y el Secularismo que actúan inicialmente como protesta. La Revolución Industrial es el motor para la admiración mecanicista y materialista. Con los siglos las masas humanas en desequilibrio se inclinan precipitadamente a ese lado y comienza un éxodo de la religión y el inicio de nuevos sistemas políticos carentes de la religión.

Edad Contemporánea
Las guerras mundiales son la cosecha del extremo nefasto del secularismo y la ciencia. Las generaciones que nacen tras las guerras mundiales comienzan un lento peregrinaje a un punto de equilibrio entre la Ciencia y la Religión.

La religión comienza a liberarse de los espejismos y las últimas cadenas que heredó con doctrinas apocalípticas castigadoras primitivas. La religión comienza a desechar gradualmente los vestigios del ritualismo formal externo. La religión empieza a ver la luz al descubrir que su norte debe ser la predicación positiva para rehabilitar y unir en amor al género humano.

La ciencia comienza a abrirse a la existencia de realidades más grandes y empieza a redefinir su papel con su comprensión del Cósmos en armonía con lo que la religión alguna vez predicó. La Ciencia comienza a actuar de forma humilde y menos dogmática.

El Futuro
La humanidad comienza a generar una masa crítica de nuevos pensadores y buscadores de la verdad que armonizan la ciencia y la religión. La Revelación de nuevas verdades también presenta un gran aporte. Las vidas inspiradoras de éstas personas deben impregnar cada zona de la civilización humana.

Los hombres y mujeres nacidos del Espíritu se transformarán en una palanca unificadora de muchos hombres al sacarles el velo de las ideas erradas y mostrarles la realidad del Amor como fuerza para unir a los hombres junto al poder de la seguridad de la Paternidad de Dios.

La Ciencia ayudará a este propósito ya que ésta se transformará en la herramienta material adecuada para lograr el bienestar en los hombres. La Ciencia será la forma de ayudar en este mundo material a los semejantes humanos y a sanar el Planeta.

Todo lo anterior provocará enormes cambios que llevarán a la Humanidad a las cercanias de la consolidación del mensaje de Jesús.

Los movimientos fanáticos y desequilibrados que se centran en fuerzas oscuras o en una batalla física de polaridades están destinados a extinguirse.

No hay nada más nefasto que la superstición esclavizante y la ignorancia.

Hoy, las personas que meten miedo en el cuerpo e incluso los conspiranoicos que predican la acción de los poderosos oscuros que gobiernan el mundo, se basan en una estrategia del miedo y control, y paradojalmente aumentan el poder de aquellos que supuestamente denuncian.

En un capítulo de culto de la serie Kung Fu, el protagonista ayuda a un pueblo entero que había caído en las garras de la superstición de las fuerzas oscuras. Simplemente el poder del brujo estaba basado en el miedo de los habitantes quiénes le entregaban el poder al brujo abusador. Eran los propios habitantes que aumentaban la ilusión mediante las ideas primitivas y la sugestión colectiva.