miércoles, 19 de junio de 2013

Los agodonteros

(579.1) 50:7.2 En Jerusem los seres ascendentes de estos mundos aislados ocupan un sector residencial propio y se les conoce con el nombre de agondonters, lo cual significa criaturas volitivas evolucionarias que pueden creer sin ver, perseverar cuando están aisladas, y triunfar sobre dificultades insuperables aun cuando están a solas. Este grupo funcional de los agondonteros persiste a través de la ascensión en el universo local y la travesía del superuniverso; desaparece durante la estadía en Havona, pero vuelve a reaparecer prontamente en el momento del logro del Paraíso y persiste definitivamente en el Cuerpo de la Finalidad Mortal. Tabamantia es un agondonter de estado finalista, habiendo sobrevivido de una de las esferas en cuarentena, comprendidas en la primera rebelión que sucedió en los universos del tiempo y del espacio.

Nuestros sufrimientos, pruebas y problemas provocarán en nosotros ciertas características que nos harán seres inigualables en la creación, que a diferencia de nosotros, está llena de mundos más normales. Tendremos la distinción de ser criaturas únicas en el universo: "podemos creer sin ver, perseverar cuando estamos aislados, y triunfar sobre dificultades insuperables aun cuando estamos solos".

Desde una óptica espiritual y cósmica saldremos aventajados ante todas nuestras pruebas:

(578.6) 50:7.1 A primera vista parecería que Urantia y los mundos aislados asociados fueran altamente desafortunados por haber sido privados de la presencia y la influencia benéficas de personalidades superhumanas tales como el Príncipe Planetario y un Hijo e Hija Materiales. Pero el aislamiento de estas esferas ofrece a sus razas una oportunidad única para ejercer la fe y para desarrollar una calidad peculiar de confianza en la confiabilidad cósmica que no depende de la vista ni de otras consideraciones materiales. Es posible que resulte, finalmente, que las criaturas mortales que provienen de los mundos en cuarentena debido a la rebelión sean extremadamente afortunados. Hemos descubierto que muy pronto se confía a estos seres ascendentes numerosas asignaciones especiales en empresas cósmicas en las que una fe incuestionable y una confianza sublime son esenciales para su logro.

Los documentos nos comentan que los humanos perfeccionados provenientes de los mundos caídos como la Tierra, adquieren una sabiduría, una fortaleza y comprensión tan vasta, que se les confía a ellos empresas cósmicas gigantes en dónde la fe y la confianza son esenciales para el logro.

En nuestra aventura de la eternidad se nos confiarán misiones en las nuevas creaciones del futuro y en otros reinos aislados. Y a pesar de que estaremos llenos de las pletóricas experiencias de felicidad de los mundos moronciales, jamás perderemos la sabiduría, paciencia y fortaleza adquirida ante situaciones adversas en este primer mundo en el que estamos viviendo.

Por lo tanto, ante urgencias, desastres, enfermedad y caos en nuestras vidas o en las vidas de otras personas, resolvámonos a ejercitar la fe, la bondad, el valor, y perfeccionar nuestro carácter.

No maldigamos la vida, nuestra vida actual aún llena de problemas, debe ser tomada como un desafío para sacar adelante los problemas, y de esa forma damos un testimonio ante el universo y nos capacitamos para empresas futuras.

“Existe un gran y glorioso propósito en la marcha de los universos a través del espacio. Todas vuestras luchas mortales no son en vano. Todos nosotros somos parte de un plan inmenso, una empresa gigantesca, y es la vastedad de esa empresa la que convierte en imposible poder ver mucho de ello en un determinado tiempo y durante una vida cualquiera.” (364.3) 32:5.1