En la India se acepta la pobreza y miseria como el Karma |
En 1920 Paramahansa Yogananda se embarcó hacia Estados Unidos, invitado a participar como delegado representante de India en el Congreso de Liberales de la Religión que se celebró dicho año en Boston. En años posteriores muchos occidentales buscaron las experiencias místicas que ofrecían el yoguismo y aquello terminó en los célebres creadores de la Nueva Era como Helena Petrovna Blavatsky , Edgar Cayce, etc. Hasta los Beatles visitaron Rishikesh en la India en febrero de 1968 para asistir a una clase de Meditación Trascendental. Actualmente hay una infinidad de autores que pregonan los beneficios de las enseñanzas de la India las cuales tienen como pilar la reencarnación, etc. Pero el hombre occidental (sediento de una experiencia trascendente) se ha precipitado sin reflexionar en abrazar prematuramente por moda dichas corrientes.
(1029.1) 94:2.3 La concentración exagerada en el yo condujo con toda seguridad a un temor de la perpetuación no evolutiva del yo en un constante círculo de encarnaciones sucesivas de hombre, bestia o planta. Y de todas las creencias contaminadoras que podrían haber afectado a lo que pudo haber sido un monoteísmo surgente, ninguna fue tan embrutecedora como esta creencia en la transmigración —la doctrina de la reencarnación de las almas— que provenía del Dekán dravidiano. Esta creencia en la tediosa y monótona vuelta de transmigraciones repetidas quitó a los mortales luchadores su largamente acariciada esperanza de encontrar aquella liberación y avance espiritual en la muerte que habían sido parte de la previa fe védica. - L.U
(1029.2) 94:2.4 Esta enseñanza filosóficamente debilitadora fue seguida muy pronto por la invención de la doctrina del eterno escape del yo mediante la inmersión en el descanso y paz universales de la unión absoluta con Brahmán, la superalma de toda la creación. El deseo mortal y la ambición humana fueron efectivamente eliminados y virtualmente destruidos. Por más de dos mil años las mejores mentes de la India han buscado escapar de todo deseo, y así han abierto la puerta para el ingreso de aquellos cultos y enseñanzas posteriores que virtualmente han encadenado el alma de muchos pueblos hindúes en las cadenas de la desesperación espiritual. De todas las civilizaciones, la civilización védica-aria pagó el precio más alto por su rechazo del evangelio de Salem. - L.U
El Libro de Urantia declara que los misioneros de Melquisdek lograron sembrar algunas semillas sobre el Padre Universal en la India, pero éstas fueron neutralizadas y paralizadas por el sistema de castas y cultos de transmigraciones. El exceso de centrarse en el Yo (algo muy repetido por la Nueva Era) solo lleva a un desencanto final. La idea de la Reencarnación (de forma similar a la teología de la expiación por sangre) finalmente promueve un concepto filosófico debilitador en el hombre.
La misma pobreza social de la India es aceptada como parte de un Karma, un destino, y muchas personas no luchan por mejorar su vida material, descuidándola hasta extremos terribles.
Pobreza de la India aceptada como religiosidad |
(1029.4) 94:2.6 Éstos fueron los tiempos de la compilación de las escrituras más recientes de la fe hindú, las Brahmanas y las Upanishad. Habiendo rechazado las enseñanzas de la religión personal mediante la experiencia de la fe personal con el Dios único, y habiendo sido contaminados por la inundación de cultos degradantes y debilitantes de Dekán, con sus antropomorfismos y reencarnaciones, el sacerdocio brahmánico experimentó una reacción violenta contra estas creencias viciantes; existió un esfuerzo definido por buscar y encontrar la realidad verdadera. Los brahmines trataron de desantropomorfizar el concepto hindú de deidad, pero al hacerlo tropezaron con el serio error de despersonalizar el concepto de Dios, y surgieron, no con un ideal elevado y espiritual del Padre del Paraíso, sino con una idea distante y metafísica de un Absoluto que envuelve todo. - L.U
(1029.5) 94:2.7 En sus esfuerzos por la autopreservación, los brahmines habían rechazado al Dios único de Melquisedek, y se encontraban ahora con la hipótesis de Brahmán, ese ser indefinido e ilusorio filosófico, esa entidad impersonal e impotente que ha dejado a la vida espiritual de la India desamparada y postrada desde ese día desafortunado hasta el siglo veinte. - L.U