Algo interesante que debemos destacar de la entrada anterior es que la semilla provoca una transformación multiplicadora en la germinación del trigo. Por lo tanto, esto tampoco cuadraría si el trigo fuera un puñado de escogidos en la siega.
Notemos como en los documentos de Urantia Jesús arroja luz sobre este asunto:
(1931.6) 178:1.15 Este evangelio del reino es una verdad viva. Yo os he dicho que es como levadura en la masa, como el grano de la semilla de mostaza; ahora os declaro que es como la semilla del ser vivo que, de generación en generación, aunque sigue siendo la misma simiente viva, se desarrolla infaliblemente en nuevas manifestaciones y crece aceptablemente en canales de nueva adaptación a las necesidades y condiciones particulares de cada generación sucesiva. La revelación que yo os he hecho es una revelación viva, y deseo que rinda los frutos apropiados en cada individuo y en cada generación de acuerdo con las leyes del crecimiento, el aumento y el desarrollo adaptativo espirituales. De generación en generación este evangelio debe mostrar una vitalidad en aumento y exhibir mayor profundidad de poder espiritual. No debe permitirse que se vuelva meramente un recuerdo sagrado, un mero relato tradicional sobre mí y los tiempos en los que vivimos ahora.
(1569.4) 140:1.7 «Lo que vuestros ojos contemplan, este pequeño núcleo inicial de doce hombres comunes, se multiplicará y crecerá hasta que finalmente toda la tierra se colme con alabanzas a mi Padre.
La gran pregunta actual es en que estado de crecimiento nos encontramos. La misma parábola del trigo y la mala hierba nos muestra que el trigo sembrado en el mundo finalmente crece y sin duda será más alto y resplandeciente que la mala hierba que lo aprisionaba cuando era más pequeño. En la siega el trigo ya brilla en superioridad y altura.
Así que la Siega en vez de transmitirnos que hubiese poco trigo, en realidad nos habla del efecto multiplicador y abundante del evangelio en el mundo. En realidad nos habla del triunfo del evangelio en la tierra.
(1693.7) 151:4.1 Al día siguiente Jesús nuevamente enseñó a la gente desde la barca, diciendo: «El reino del cielo es como un hombre que ha sembrado buena semilla en su campo; pero mientras dormía, vino su enemigo y sembró malas hierbas en medio del trigo y huyó. Cuando el trigo creció y se formó la espiga apareció también la mala hierba. Entonces los siervos de la casa fueron a decirle al amo: ‘Señor, si la semilla que sembraste en el campo era buena, ¿de dónde ha salido la mala hierba?’ El amo les respondió: ‘algún enemigo lo ha hecho'. Entonces los siervos le preguntaron: ‘¿quieres que vayamos a arrancar la mala hierba?’ Pero él les dijo: ‘no, porque al arrancar la mala hierba podéis arrancar también el trigo. Lo mejor es dejarlos que crezcan juntos hasta la cosecha; entonces mandaré que los que han de recogerla aparten primero la mala hierba y la aten en manojos para quemarla, y que después guarden el trigo en mi granero'».
(1693.8) 151:4.2 Después de algunas preguntas de la multitud, Jesús dijo otra parábola: «El reino del cielo es como una semilla de mostaza que un hombre sembró en su campo. La semilla de mostaza es por cierto, la más pequeña de todas las semillas; pero cuando crece, se hace la más grande de todas las hierbas y llega a ser como un árbol, tan grande que las aves del cielo van y reposan en sus ramas».
Y los que tengan perspicacia brillarán como el resplandor de la expansión; y los que traigan a los muchos a la justicia, como las estrellas hasta tiempo indefinido, aun para siempre. - Daniel 12:3
Realmente el Evangelio del Reino triunfará y transformará al mundo. Se "traerá a los muchos a la justicia" dice Daniel.
"En aquel tiempo los justos resplandecerán tan brillantemente como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos, escuche". - Mateo 13:43
Ahora bien, surgen las preguntas: ¿en que etapa de crecimiento están las espigas? ¿Cuánto falta para la siega? ¿Qué significará el retiro y la quema en el fuego de la mala hierba?
Crecimiento, maduración y fuego.
Hoy millones de hombres de fe recién están saliendo de la etapa embrionaria de un largo adormecimiento bajo las instituciones eclesiásticas y el cambio de las eras. Mujeres y hombres individuales están en un proceso de maduración interna, aún como grano escondido en las capas externas de trigo. Aún la mayoría esquiva la aventura de la auténtica filiación con Dios y la consiguiente predicación del verdadero Evangelio. Si ellos no deciden consagrarse al Padre, deberemos esperar el advenimiento de una nueva generación de creyentes que no titubeen tanto.
Actualmente es posible que estemos en la etapa de espigadura y floración avanzando hacia la etapa del desarrollo del grano.
La "conclusión del sistema" significará el término de una era materialista y la llegada del despertar espiritual y el renacer masivo de los hombres. La mala hierba no será quemada con fuego literal, sino que la presión de la Era provocará una muerte simbólica de las prácticas negativas de los hombres. Y también de los sistemas caducos y asfixiantes sin amor. En una entrada pasada se estudio sobre el significado de la "destrucción con fuego".
Tal como lo indica Jonás 3:4 (que analizamos en una entrada anterior) la palabra "destruida" viene de la palabra hebrea "haphak", que significa "derribar, voltear, cambiar, ser convertido, arrepentir". Así que, como puede usted ver, la proclamación profética de Jonás tenía que ver con que la ciudad iba a ser "convertida".
Encontramos un pasaje interesante en el Nuevo Testamento. Sobre el pecador inicuo en Corinto se dice: "Entreguen a tal hombre a Satanás para la destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvado" (1 Cor. 5:5).
El pasaje anterior fue utilizado lamentablemente de forma literal en la Edad Media para justificar la inquisición donde se daba muerte en tormento a los pecadores pensando que era un modo de salvar su alma.
Pero Pablo utilizaba una expresión ilustrativa en un contexto real en que la disciplina y admonición espiritual sobre el hombre lo motivaría finalmente al arrepentimiento. Este hombre era como un “poco de levadura” en “toda la masa”, es decir, “la carne” o elemento carnal dentro de la congregación; al disciplinar y corregir a este hombre incestuoso, la congregación, que es de inclinación espiritual, destruiría “la carne” que había en ella. (1Co 5:6, 7.)
En ningún caso fue una destrucción literal porque no mucho tiempo después todo indica que aquel pecador se había arrepentido y volvía a llevar una vida limpia (2 Cor. 2:8-11). Por lo tanto, la "destrucción de la carne" es un símbolo en que se logra la redención de la persona.
"sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con El , para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado" - Romanos 6:6
¿Es la "destrucción de los hombres impíos" (2 Pedro 3:7) un símbolo de la anulación del poder de éstos e incluso de su redención?
En el antiguo Israel el fuego se utilizaba para la purificación ritual. “Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso” (Deuteronomio 4:24). Esto no significa que Dios sea el elemento fuego, pero este elemento es un símbolo apropiado del poder transformador de Dios sobre los hombres. Isaías pregunta, “¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor?” (Isaías 33:14). Y Juan declaró sobre la relación del Espíritu Santo y el fuego: "él os bautizará en Espíritu Santo y fuego" (Lucas 3:16,17). En Pentecostés se simbolizó esto por medio del relato de las lenguas de fuego en las cabezas.
Es evidente que este no es un fuego literal sino que es un símbolo del poder purificador y transformador. El fuego representa también un mecanismo de refinación utilizado para purgar al hombre. Sobre el tiempo del juicio y evaluación para los hombres se dice:
“La obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.” 1 Corintios 3:13
El contexto con claridad nos habla de materiales perecederos e imperecederos. Estas son las cualidades. Y hay cualidades que deben ser edificadas en Cristo. El fuego es un símbolo de transformación y purificación que pone al descubierto lo que los hombres afirman ser.
14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.
15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
Esto es similar al texto anterior: "Entreguen a tal hombre a Satanás para la destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvado" (1 Cor. 5:5).
El fuego representa la confrontación y destrucción del sistema mental al que tanto nos aferramos. El fuego es una purificación que pondrá al descubierto lo que el hombre es. La mala hierba es una imitación de trigo, y al ser arrancada y echada al fuego se dará evidencia de lo que es.
.Todos aquellos que practican la iniquidad serán arrancados de la tierra. Estas personas y sus prácticas desaparecerán ya que serán vistos como inservibles para la nueva sociedad humana que comenzará a aparecer. Entonces la disciplina espiritual de una nueva humanidad les purificará.
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