Job, el paciente
Saludos AJ: Es posible de manera conceptual explicar quiénes son y que rol desempeñan los Príncipes Planetarios, los Soberanos de Sistemas, los Padres de Constelaciones, los Hijos Creadores, los Gobernantes de los Superuniversos, el Ser Supremo, y el Padre Universal.
Gracias y adelante!
Gracias y adelante!
Respuesta:
Los Príncipes Planetarios
Son los gobernantes de los planetas habitados. Pertenecen a la orden de los seres Lanonandek secundarios. Son criaturas espirituales de luz de una naturaleza superior a la angélica pero que también puede entender mejor a la naturaleza material. Actúan como Príncipes Planetarios, los jefes administrativos de los mundos habitados. El Príncipe Planetario de este mundo se llama Caligastia y es acompañado por otro ser de su misma orden como segundo al mando llamado Daligastia. En las Escrituras Hebreas y Cristianas se le llama "Diablo". En la antigua Sumeria se le conoció como Enki, el Señor de la Tierra o Gobernante del Mundo. El papel de un Príncipe es lograr la evolución y progreso material, biológico y espiritual de un mundo, ayudarlo a ingresar en la carrera hacia la perfección, llevar el planeta a la Edad de Luz y Vida. Lamentablemente aquí estos planes fueron malogrados y retrasados por el Príncipe caído, pero el propio Soberano del Universo ha venido a socorrernos.
Soberano de Sistema
Pertenece a la Orden de Lanonandek primarios. Un Sistema de mundos agrupa muchos sistemas solares diferentes. Un conjunto total que por lo general tiene una cantidad de casi 1000 mundos. En nuestro Sistema Local de mundos hay 619 planetas habitados. La Tierra en el orden de creación es el número 606. Cada uno de esos 619 planetas habitados del Sistema Local tienen un Príncipe Planetario. Pero los 619 mundos en conjunto están supervisados por un administrador regional que es el Soberano de todo ese Sistema. El Sistema Local fue administrado por Lucifer, y su lugarteniente y emisario principal a los planetas fue Satanás. Por esa razón, cuando dado a que el Sistema entró en rebelión se le llamó Satania (oposición). Lucifer ya fue depuesto como Soberano del Sistema. El rol del Soberano de Sistema es ayudar a sincronizar los esfuerzos de todos los planetas y sus príncipes y lograr que caminen juntos hacia la perfección progresiva, llevarlos a la Era de Luz.
Padre de la Constelación
Pertenece a la orden de los Vorondadek. Una Constelación según la clasificación de los Documentos no es una simple agrupación de estrellas, sino de muchos Sistemas de Mundos. El Padre de la Constelación es llamado también el Altísimo. El supervisa la acción de los Soberanos de los Sistemas de Mundos y a su vez está bajo la autoridad del Hijo Creador. En algunas partes de la Biblia (por ejemplo en algunos Salmos se le identifica como el Altísimo) este Ser con gran autoridad fue confundido con el mismo Padre Universal. También Satanás y Lucifer concurrían a las asambleas de los Soberanos de Sistemas representando a los planetas rebeldes y se presentaban ante este Padre de la Constelación (libro de Job). Y estos Padres de las Constelaciones también realizan otras funciones. (390.2) 35:5.5 El servicio de los Vorondadek en los universos locales es amplio y variado. Sirven como embajadores ante otros universos y como cónsules representando a las constelaciones dentro de su universo nativo. De todas las órdenes de filiación del universo local son ellos a quienes más frecuentemente se les confía la total delegación de poderes soberanos para ser ejercidos en situaciones críticas del universo.
Hijos Creadores
Pertenecen a la orden de los Micaeles o Migueles. Un Hijo Creador de su universo local es virtualmente su Dios y Soberano. Los Hijos Creadores son directamente creados por el Padre Universal y han vivido y sido capacitados en la Isla Paraíso y en el Universo Central y perfecto. Luego ellos emprenden la aventura de crear su propio universo de realidad en el espacio tiempo exterior y desean basarse en el modelo de Havona como meta adaptándolo al espacio-tiempo local. La meta es crear un universo que llegue a la perfección en medio de la corriente del tiempo y espacio.
(234.2) 21:0.2 En la vasta tarea de organizar, evolucionar, y perfeccionar un universo local, estos elevados Hijos siempre disfrutan de la sustentadora aprobación del Padre Universal. La relación de los Hijos Creadores con su Padre en el Paraíso es conmovedora y superlativa. Indudablemente el afecto profundo de la Deidad progenitora por su progenie divina, es la fuente de ese amor hermoso y casi divino que aun los padres mortales tienen por sus hijos.
Los Padres de las Constelaciones entregan sus informes al Hijo Creador y representan a sus Constelaciones en la Sede del Universo Central ante el mismo Cristo Miguel.
Cuando surgió la emergencia de nuestro mundo tras la rebelión fue notable que el propio Soberano de nuestro Universo, el mismo Miguel decidiera ir personalmente en busca de la oveja perdida. No delegó a sus otros subordinados esa misión. No fue confiada a un Padre de la Constelación, ni a un Soberano de Sistema o algún Príncipe Planetario. El propio Rey y Creador de nuestro universo descendió a la Tierra. Y lo conocimos como Jesús de Nazaret. Nosotros somos admirados en el universo por este hecho.
Gobernantes de los Superuniversos
Los miles de universos locales forman en conjunto una unidad administrativa más grande llamada Superuniverso. Alrededor del Universo Central giran los siete Superuniversos del tiempo y el espacio.
Los Gobernantes de los Superuniversos son llamados "Ancianos de los Días". Ellos son una "proyección" de la Trinidad del Paraíso (El Padre Universal, El Hijo Eterno, y el Espíritu Infinito realizan una manifestación simultánea de proyectar a los Ancianos de los Días. La palabra "crearlos" es inadecuada en el caso de ellos).
Pero técnicamente los Ancianos de los Días no gobiernan a los hijos Micaeles. Los Micaeles tienen un autogobierno en sus universos locales y solo se deben al Padre Universal. Los Micaeles no fueron creados por los Ancianos de los Días sino por el mismo Padre en el Paraíso. Pero también respetan a los Ancianos de los Días ya que ellos son la representación de la Trinidad del Paraíso en el tiempo, y se someten en el aspecto judicial a los Ancianos de los Días. Y esta es la función principal de los Ancianos de los Días: Son los Jueces Supremos en los Universos del Tiempo y el Espacio. No en vano, en el libro de Daniel al Anciano de Días se le representa como un Gran Juez en un Tribunal Celestial.
Ellos representan la justicia y son el juicio ejecutivo de la Trinidad del Paraíso. Forman una línea de perfección administrativa interrelacionada que se extiende desde las esferas paradisíacas del Padre a los mundos del tiempo y el espacio. Las cortes de los Ancianos de los Días son los tribunales elevados de revisión para la adjudicación espiritual de todos los universos competentes. Los Hijos Soberanos de los universos locales son supremos en su propio dominio, están sujetos al supergobierno sólo en cuanto someten voluntariamente asuntos para asesoría o adjudicación por parte de los Ancianos de los Días, excepto en asuntos que comprenden la extinción de las criaturas volitivas. Sólo los Ancianos de los Días pueden sentarse en juicio ejecutivo de los asuntos de la vida y muerte eternas. Ellos determinan si las criaturas son resucitadas o no. Puesto que son los Señores del Tiempo y las primeras Personalidades del tiempo y espacio, saben de forma perfecta si las personalidades se han puesto en armonía con la corriente de la realidad para trascender los niveles del espacio y tiempo, o deben ser suprimidas por el tiempo ya que han escogido la irrealidad al envolverse en la iniquidad.
Todos los Ancianos de los Días fueron trinidizados (proyectados por la Trinidad) al mismo tiempo y alcanzan a ser 21 en total (3 en cada uno de los 7 superuniversos). Representan el comienzo de los archivos de la personalidad del universo de universos, de aquí su nombre: Ancianos de los Días. Ellos son las primeras Inteligencias enviadas al espacio-tiempo para servir de coordinadores de todos los Hijos Creadores que llegarían después. Y en los espacio tiempo fueron divididos en siete regiones en torno a Havona (Los siete superuniversos). Luego llegaron gradualmente los Hijos Creadores de los Universos locales para poblarlos. Pero las primeras personalidades estabilizadoras de esas vastas regiones en el tiempo y espacio fueron los Ancianos de los Días. Por eso su nombre tiene que ver con alguien que es avanzado en años. Son los seres más antiguos en el espacio y tiempo. (Puede que los Micaeles sean más antiguos, pero dado que existieron primero con el Padre en el No-Tiempo o Eternidad en la Isla Paraíso, eso no cuenta en nuestro espacio y tiempo).
Los Ancianos de los Días son los gobernantes más perfectos, más versátiles y más divinamente dotados de toda la existencia espacio-temporal. Al parecer son los soberanos supremos de los superuniversos; pero este derecho a gobernar no lo han ganado experiencialmente y por lo tanto están destinados en un futuro a ser reemplazados por el Ser Supremo, un soberano experiencial, y que sin lugar a dudas serán sus vicerregentes.
El Ser Supremo
Los documentos de Urantia son los únicos que nos amplían la concepción sobre Dios. Esta parte es sumamente difícil explicarla. El capítulo 115 de los documentos es muy profundo y complejo.
(1260.2) 115:1.1 Los intelectos parciales, incompletos y evolutivos se encontrarían impotentes en el universo maestro, serían incapaces de formar el más mínimo modelo de pensamiento racional si no fuera porque todas las mentes, superiores o inferiores, tienen la capacidad innata de construir un marco universal dentro del cual poder pensar.
(1260.3) 115:1.2 Los marcos conceptuales del universo sólo son relativamente verdaderos; son unos andamios útiles que al final deben ceder el paso a la expansión de una comprensión cósmica más amplia. Las maneras de comprender la verdad, la belleza y la bondad, la moral, la ética, el deber, el amor, la divinidad, el origen, la existencia, la finalidad, el destino, el tiempo, el espacio, e incluso la Deidad, sólo son relativamente exactas. Dios es mucho, mucho más que un Padre, pero el Padre es el concepto humano más elevado de Dios; no obstante, la descripción de las relaciones entre el Creador y la criatura, como las que existen entre el Padre y el Hijo, se acrecentará gracias a los conceptos supermortales de la Deidad que se alcanzarán en Orvonton, en Havona y en el Paraíso. El hombre está obligado a pensar dentro de un marco universal humano, pero esto no significa que no pueda imaginar otros marcos más elevados dentro de los cuales pueda tener lugar el pensamiento.
(1261.3) 115:2.3 Todo el proyecto de la creación y de la evolución universales, en todos los niveles experienciales, es aparentemente una cuestión de conversión de las potencialidades en manifestaciones; y esta transmutación concierne por igual a los dominios de la potencia espacial, de la potencia mental y de la potencia espiritual.
Dios se expresa en varias manifestaciones. Una de ellas está contenida en la Isla del Paraíso en dónde Dios como Padre u Origen mora personalmente. Pero de alguna forma más amplia Dios también se expande mediante habitar en las personalidades de sus Hijos. Este concepto no es panteísta ni tampoco habla de un Dios omnipresente en todas las cosas, sino que su Personalidad se manifiesta en las personalidades que Él ha creado a su imagen. La comparación es burda, pero es similar a una estación central de televisión la cual proyecta a los personajes del set de TV a los miles de hogares en la casas de toda una nación.
(1264.2) 115:4.3 Si es difícil comprender que las triodidades infinitas pueden ejercer su actividad en el nivel finito, deteneos a considerar que esta misma infinidad debe contener en sí misma la potencialidad de lo finito; la infinidad abarca todas las cosas que se extienden desde la existencia finita más humilde y limitada hasta las realidades incondicionalmente absolutas más elevadas.
(1264.3) 115:4.4 No es tan difícil comprender que lo infinito contiene de hecho a lo finito, sino entender exactamente de qué manera ese infinito se manifiesta realmente a lo finito. Pero los Ajustadores del Pensamiento que residen en los hombres mortales son una de las pruebas eternas de que incluso el Dios absoluto (como absoluto) puede ponerse en contacto directo, y así lo hace, incluso con las criaturas volitivas más humildes e insignificantes de todo el universo.
Esto provoca que Dios aunque es también perfecto y completo también se actualiza como un Ser con Personalidad. No lo hace en el Núcleo de la Isla Paraíso. Lo hace en contacto con las realidades exteriores, perfectas e imperfectas.
(1264.5) 115:4.6 La realidad Suprema, que es la realidad finita total, está en proceso de crecimiento dinámico entre los potenciales incalificados del espacio exterior y las manifestaciones incalificadas que se encuentran en el centro de todas las cosas. El dominio finito se convierte así en un hecho gracias a la cooperación de los agentes absonitos del Paraíso y las Personalidades Creadoras Supremas del tiempo. El acto de hacer madurar las posibilidades restringidas de los tres grandes Absolutos potenciales es la ocupación absonita de los Arquitectos del Universo Maestro y de sus asociados trascendentales. Cuando estas eventualidades han alcanzado cierto grado de madurez, las Personalidades Creadoras Supremas salen del Paraíso para emprender la tarea secular de traer a la existencia real a los universos evolutivos.
Hay una parte de Dios perfecta y omnipotente como omnisapiente en el Centro de Todo. Pero en la medida en que Dios también entra en contacto con los universos exteriores del tiempo y el espacio, El también experimenta y se expande. De esta forma la Supremacía y Soberanía de Dios crece mientras el universo también crece. Nosotros no podemos conocer la realidad si no fuera por que tenemos mentes y personalidad que puedan conocer a Dios y extender sus cualidades, y vivir en ese entorno creado.
Mientras la creación sigue creciendo y sigue ampliándose, la soberanía de Dios también crece, y se crean nuevas relaciones con otras personalidades. Dios sigue experimentando en la materia a través de nosotros. Las vidas humanas contienen al fragmento registrador de Dios en la materia (Ajustador). Mediante nosotros, Dios experimenta y observa lo que nunca ha experimentado en su perfección absoluta (la amplia gama de situaciones imperfectas, todas las posibilidades humanas). Y también mediante nosotros, Dios expande su Reino y perfección de cualidades espirituales para evolucionar y perfeccionar estos entornos materiales mediante nuestra personalidad espiritual. De esta forma, la perfección, soberanía y dominio de Dios se actualiza, se expande cada día. Nosotros literalmente colaboramos con Dios en que la perfección del Universo Central se derrame en los universos del tiempo y el espacio.
A este concepto se le llama el Ser Supremo, y nosotros somos la actualización de ese Ser en el tiempo y el espacio. Somos parte de la evolución de Dios que ha ingresado en el tiempo. Ya que Dios sale del Paraíso y expande su dominio se convierte en el Ser más grande, el Ser Supremo.
El Padre Universal El Padre Universal es Dios cuando comienza a crear y producir otros seres diferentes a El. El es el Padre de las Personalidades. Este término nos habla de Dios en un sentido de filiación hacia él, de sentimiento de que procedemos de El, de cariño entre Padre e Hijo, de nuestra procedencia y origen.
Mientras que el Ser Supremo es una faceta que nos habla de la expansión y grandiosidad de Dios hacia los universos exteriores (visto desde una óptica externa que observa la totalidad del cuadro de Dios con los universos y sus habitantes), el concepto de Padre nos enfatiza que Dios está en la Isla del Paraíso esperándonos en casa, aunque ya tenemos un fragmento de El en nosotros que provoca dicha filiación. El Padre Universal se enfoca más en la relación individual que tenemos nosotros con Dios como la meta final. El término Padre Universal también hace énfasis en el Origen o Fuente de todas las cosas.
(21.1) 1:0.1 EL Padre Universal es el Dios de toda la creación, la Primera Fuente y Centro de todas las cosas y todos los seres. Pensad primero en Dios como creador, luego, como controlador, y finalmente, como sustentador infinito.
(21.2) 1:0.2 Las miríadas de sistemas planetarios se formaron para que finalmente las habitaran muchos tipos diferentes de criaturas inteligentes, seres que pudieran conocer a Dios, recibir el afecto divino, y amarle a su vez.
(21.3) 1:0.3 Todos los mundos esclarecidos reconocen y adoran al Padre Universal, el hacedor eterno y sustentador infinito de toda la creación. Las criaturas volitivas de universo tras universo han emprendido el largo, muy largo, viaje al Paraíso, que es el desafío fascinador de la aventura eterna de llegar a Dios el Padre. La meta trascendente de los hijos del tiempo es encontrar al Dios eterno, comprender la naturaleza divina, reconocer al Padre Universal. Las criaturas que conocen a Dios tienen una sola ambición suprema, un solo ardiente deseo, y ése es llegar —como son en sus esferas— a ser semejantes a como es él en su perfección paradisiaca de personalidad y en su esfera universal de supremacía recta. Del Padre Universal que habita la eternidad ha emanado el mandato supremo: «Sed vosotros perfectos, así como yo soy perfecto». En amor y misericordia, los mensajeros del Paraíso han llevado esta exhortación divina a través de las edades y a través de los universos, aún hasta llegar a las criaturas tan bajas de origen animal como lo son las razas humanas de Urantia.
(22.1) 1:0.4 Este magnífico mandato universal de esforzarse por alcanzar la perfección de la divinidad es el deber principal, y debería ser la más alta ambición, de toda la creación de criaturas forcejeantes del Dios de perfección. Esta posibilidad de alcanzar la perfección divina es el destino final y certero de todo progreso espiritual eterno del hombre.
El Padre Universal es la autoridad más alta de todo, pero también es nuestro origen y glorioso destino, cuando descubrimos que somos sus Hijos.
Hijos Creadores
Pertenecen a la orden de los Micaeles o Migueles. Un Hijo Creador de su universo local es virtualmente su Dios y Soberano. Los Hijos Creadores son directamente creados por el Padre Universal y han vivido y sido capacitados en la Isla Paraíso y en el Universo Central y perfecto. Luego ellos emprenden la aventura de crear su propio universo de realidad en el espacio tiempo exterior y desean basarse en el modelo de Havona como meta adaptándolo al espacio-tiempo local. La meta es crear un universo que llegue a la perfección en medio de la corriente del tiempo y espacio.
(234.2) 21:0.2 En la vasta tarea de organizar, evolucionar, y perfeccionar un universo local, estos elevados Hijos siempre disfrutan de la sustentadora aprobación del Padre Universal. La relación de los Hijos Creadores con su Padre en el Paraíso es conmovedora y superlativa. Indudablemente el afecto profundo de la Deidad progenitora por su progenie divina, es la fuente de ese amor hermoso y casi divino que aun los padres mortales tienen por sus hijos.
Los Padres de las Constelaciones entregan sus informes al Hijo Creador y representan a sus Constelaciones en la Sede del Universo Central ante el mismo Cristo Miguel.
Cuando surgió la emergencia de nuestro mundo tras la rebelión fue notable que el propio Soberano de nuestro Universo, el mismo Miguel decidiera ir personalmente en busca de la oveja perdida. No delegó a sus otros subordinados esa misión. No fue confiada a un Padre de la Constelación, ni a un Soberano de Sistema o algún Príncipe Planetario. El propio Rey y Creador de nuestro universo descendió a la Tierra. Y lo conocimos como Jesús de Nazaret. Nosotros somos admirados en el universo por este hecho.
Gobernantes de los Superuniversos
Los miles de universos locales forman en conjunto una unidad administrativa más grande llamada Superuniverso. Alrededor del Universo Central giran los siete Superuniversos del tiempo y el espacio.
Los Gobernantes de los Superuniversos son llamados "Ancianos de los Días". Ellos son una "proyección" de la Trinidad del Paraíso (El Padre Universal, El Hijo Eterno, y el Espíritu Infinito realizan una manifestación simultánea de proyectar a los Ancianos de los Días. La palabra "crearlos" es inadecuada en el caso de ellos).
Pero técnicamente los Ancianos de los Días no gobiernan a los hijos Micaeles. Los Micaeles tienen un autogobierno en sus universos locales y solo se deben al Padre Universal. Los Micaeles no fueron creados por los Ancianos de los Días sino por el mismo Padre en el Paraíso. Pero también respetan a los Ancianos de los Días ya que ellos son la representación de la Trinidad del Paraíso en el tiempo, y se someten en el aspecto judicial a los Ancianos de los Días. Y esta es la función principal de los Ancianos de los Días: Son los Jueces Supremos en los Universos del Tiempo y el Espacio. No en vano, en el libro de Daniel al Anciano de Días se le representa como un Gran Juez en un Tribunal Celestial.
Ellos representan la justicia y son el juicio ejecutivo de la Trinidad del Paraíso. Forman una línea de perfección administrativa interrelacionada que se extiende desde las esferas paradisíacas del Padre a los mundos del tiempo y el espacio. Las cortes de los Ancianos de los Días son los tribunales elevados de revisión para la adjudicación espiritual de todos los universos competentes. Los Hijos Soberanos de los universos locales son supremos en su propio dominio, están sujetos al supergobierno sólo en cuanto someten voluntariamente asuntos para asesoría o adjudicación por parte de los Ancianos de los Días, excepto en asuntos que comprenden la extinción de las criaturas volitivas. Sólo los Ancianos de los Días pueden sentarse en juicio ejecutivo de los asuntos de la vida y muerte eternas. Ellos determinan si las criaturas son resucitadas o no. Puesto que son los Señores del Tiempo y las primeras Personalidades del tiempo y espacio, saben de forma perfecta si las personalidades se han puesto en armonía con la corriente de la realidad para trascender los niveles del espacio y tiempo, o deben ser suprimidas por el tiempo ya que han escogido la irrealidad al envolverse en la iniquidad.
Todos los Ancianos de los Días fueron trinidizados (proyectados por la Trinidad) al mismo tiempo y alcanzan a ser 21 en total (3 en cada uno de los 7 superuniversos). Representan el comienzo de los archivos de la personalidad del universo de universos, de aquí su nombre: Ancianos de los Días. Ellos son las primeras Inteligencias enviadas al espacio-tiempo para servir de coordinadores de todos los Hijos Creadores que llegarían después. Y en los espacio tiempo fueron divididos en siete regiones en torno a Havona (Los siete superuniversos). Luego llegaron gradualmente los Hijos Creadores de los Universos locales para poblarlos. Pero las primeras personalidades estabilizadoras de esas vastas regiones en el tiempo y espacio fueron los Ancianos de los Días. Por eso su nombre tiene que ver con alguien que es avanzado en años. Son los seres más antiguos en el espacio y tiempo. (Puede que los Micaeles sean más antiguos, pero dado que existieron primero con el Padre en el No-Tiempo o Eternidad en la Isla Paraíso, eso no cuenta en nuestro espacio y tiempo).
Los Ancianos de los Días son los gobernantes más perfectos, más versátiles y más divinamente dotados de toda la existencia espacio-temporal. Al parecer son los soberanos supremos de los superuniversos; pero este derecho a gobernar no lo han ganado experiencialmente y por lo tanto están destinados en un futuro a ser reemplazados por el Ser Supremo, un soberano experiencial, y que sin lugar a dudas serán sus vicerregentes.
El Ser Supremo
Los documentos de Urantia son los únicos que nos amplían la concepción sobre Dios. Esta parte es sumamente difícil explicarla. El capítulo 115 de los documentos es muy profundo y complejo.
(1260.2) 115:1.1 Los intelectos parciales, incompletos y evolutivos se encontrarían impotentes en el universo maestro, serían incapaces de formar el más mínimo modelo de pensamiento racional si no fuera porque todas las mentes, superiores o inferiores, tienen la capacidad innata de construir un marco universal dentro del cual poder pensar.
(1260.3) 115:1.2 Los marcos conceptuales del universo sólo son relativamente verdaderos; son unos andamios útiles que al final deben ceder el paso a la expansión de una comprensión cósmica más amplia. Las maneras de comprender la verdad, la belleza y la bondad, la moral, la ética, el deber, el amor, la divinidad, el origen, la existencia, la finalidad, el destino, el tiempo, el espacio, e incluso la Deidad, sólo son relativamente exactas. Dios es mucho, mucho más que un Padre, pero el Padre es el concepto humano más elevado de Dios; no obstante, la descripción de las relaciones entre el Creador y la criatura, como las que existen entre el Padre y el Hijo, se acrecentará gracias a los conceptos supermortales de la Deidad que se alcanzarán en Orvonton, en Havona y en el Paraíso. El hombre está obligado a pensar dentro de un marco universal humano, pero esto no significa que no pueda imaginar otros marcos más elevados dentro de los cuales pueda tener lugar el pensamiento.
(1261.3) 115:2.3 Todo el proyecto de la creación y de la evolución universales, en todos los niveles experienciales, es aparentemente una cuestión de conversión de las potencialidades en manifestaciones; y esta transmutación concierne por igual a los dominios de la potencia espacial, de la potencia mental y de la potencia espiritual.
Dios se expresa en varias manifestaciones. Una de ellas está contenida en la Isla del Paraíso en dónde Dios como Padre u Origen mora personalmente. Pero de alguna forma más amplia Dios también se expande mediante habitar en las personalidades de sus Hijos. Este concepto no es panteísta ni tampoco habla de un Dios omnipresente en todas las cosas, sino que su Personalidad se manifiesta en las personalidades que Él ha creado a su imagen. La comparación es burda, pero es similar a una estación central de televisión la cual proyecta a los personajes del set de TV a los miles de hogares en la casas de toda una nación.
(1264.2) 115:4.3 Si es difícil comprender que las triodidades infinitas pueden ejercer su actividad en el nivel finito, deteneos a considerar que esta misma infinidad debe contener en sí misma la potencialidad de lo finito; la infinidad abarca todas las cosas que se extienden desde la existencia finita más humilde y limitada hasta las realidades incondicionalmente absolutas más elevadas.
(1264.3) 115:4.4 No es tan difícil comprender que lo infinito contiene de hecho a lo finito, sino entender exactamente de qué manera ese infinito se manifiesta realmente a lo finito. Pero los Ajustadores del Pensamiento que residen en los hombres mortales son una de las pruebas eternas de que incluso el Dios absoluto (como absoluto) puede ponerse en contacto directo, y así lo hace, incluso con las criaturas volitivas más humildes e insignificantes de todo el universo.
Esto provoca que Dios aunque es también perfecto y completo también se actualiza como un Ser con Personalidad. No lo hace en el Núcleo de la Isla Paraíso. Lo hace en contacto con las realidades exteriores, perfectas e imperfectas.
(1264.5) 115:4.6 La realidad Suprema, que es la realidad finita total, está en proceso de crecimiento dinámico entre los potenciales incalificados del espacio exterior y las manifestaciones incalificadas que se encuentran en el centro de todas las cosas. El dominio finito se convierte así en un hecho gracias a la cooperación de los agentes absonitos del Paraíso y las Personalidades Creadoras Supremas del tiempo. El acto de hacer madurar las posibilidades restringidas de los tres grandes Absolutos potenciales es la ocupación absonita de los Arquitectos del Universo Maestro y de sus asociados trascendentales. Cuando estas eventualidades han alcanzado cierto grado de madurez, las Personalidades Creadoras Supremas salen del Paraíso para emprender la tarea secular de traer a la existencia real a los universos evolutivos.
Hay una parte de Dios perfecta y omnipotente como omnisapiente en el Centro de Todo. Pero en la medida en que Dios también entra en contacto con los universos exteriores del tiempo y el espacio, El también experimenta y se expande. De esta forma la Supremacía y Soberanía de Dios crece mientras el universo también crece. Nosotros no podemos conocer la realidad si no fuera por que tenemos mentes y personalidad que puedan conocer a Dios y extender sus cualidades, y vivir en ese entorno creado.
Mientras la creación sigue creciendo y sigue ampliándose, la soberanía de Dios también crece, y se crean nuevas relaciones con otras personalidades. Dios sigue experimentando en la materia a través de nosotros. Las vidas humanas contienen al fragmento registrador de Dios en la materia (Ajustador). Mediante nosotros, Dios experimenta y observa lo que nunca ha experimentado en su perfección absoluta (la amplia gama de situaciones imperfectas, todas las posibilidades humanas). Y también mediante nosotros, Dios expande su Reino y perfección de cualidades espirituales para evolucionar y perfeccionar estos entornos materiales mediante nuestra personalidad espiritual. De esta forma, la perfección, soberanía y dominio de Dios se actualiza, se expande cada día. Nosotros literalmente colaboramos con Dios en que la perfección del Universo Central se derrame en los universos del tiempo y el espacio.
A este concepto se le llama el Ser Supremo, y nosotros somos la actualización de ese Ser en el tiempo y el espacio. Somos parte de la evolución de Dios que ha ingresado en el tiempo. Ya que Dios sale del Paraíso y expande su dominio se convierte en el Ser más grande, el Ser Supremo.
El Padre Universal El Padre Universal es Dios cuando comienza a crear y producir otros seres diferentes a El. El es el Padre de las Personalidades. Este término nos habla de Dios en un sentido de filiación hacia él, de sentimiento de que procedemos de El, de cariño entre Padre e Hijo, de nuestra procedencia y origen.
Mientras que el Ser Supremo es una faceta que nos habla de la expansión y grandiosidad de Dios hacia los universos exteriores (visto desde una óptica externa que observa la totalidad del cuadro de Dios con los universos y sus habitantes), el concepto de Padre nos enfatiza que Dios está en la Isla del Paraíso esperándonos en casa, aunque ya tenemos un fragmento de El en nosotros que provoca dicha filiación. El Padre Universal se enfoca más en la relación individual que tenemos nosotros con Dios como la meta final. El término Padre Universal también hace énfasis en el Origen o Fuente de todas las cosas.
(21.1) 1:0.1 EL Padre Universal es el Dios de toda la creación, la Primera Fuente y Centro de todas las cosas y todos los seres. Pensad primero en Dios como creador, luego, como controlador, y finalmente, como sustentador infinito.
(21.2) 1:0.2 Las miríadas de sistemas planetarios se formaron para que finalmente las habitaran muchos tipos diferentes de criaturas inteligentes, seres que pudieran conocer a Dios, recibir el afecto divino, y amarle a su vez.
(21.3) 1:0.3 Todos los mundos esclarecidos reconocen y adoran al Padre Universal, el hacedor eterno y sustentador infinito de toda la creación. Las criaturas volitivas de universo tras universo han emprendido el largo, muy largo, viaje al Paraíso, que es el desafío fascinador de la aventura eterna de llegar a Dios el Padre. La meta trascendente de los hijos del tiempo es encontrar al Dios eterno, comprender la naturaleza divina, reconocer al Padre Universal. Las criaturas que conocen a Dios tienen una sola ambición suprema, un solo ardiente deseo, y ése es llegar —como son en sus esferas— a ser semejantes a como es él en su perfección paradisiaca de personalidad y en su esfera universal de supremacía recta. Del Padre Universal que habita la eternidad ha emanado el mandato supremo: «Sed vosotros perfectos, así como yo soy perfecto». En amor y misericordia, los mensajeros del Paraíso han llevado esta exhortación divina a través de las edades y a través de los universos, aún hasta llegar a las criaturas tan bajas de origen animal como lo son las razas humanas de Urantia.
(22.1) 1:0.4 Este magnífico mandato universal de esforzarse por alcanzar la perfección de la divinidad es el deber principal, y debería ser la más alta ambición, de toda la creación de criaturas forcejeantes del Dios de perfección. Esta posibilidad de alcanzar la perfección divina es el destino final y certero de todo progreso espiritual eterno del hombre.
El Padre Universal es la autoridad más alta de todo, pero también es nuestro origen y glorioso destino, cuando descubrimos que somos sus Hijos.