jueves, 24 de octubre de 2013

¿Qué es la Vida?

 (403.6) 36:6.1  Los físicos y químicos de Urantia progresarán constantemente en su entendimiento de las formas protoplásmicas de la vida vegetal y animal, pero no podrán jamás producir organismos vivientes. La vida es diferente de todas las manifestaciones de energía; aun la vida material de las criaturas físicas no es inherente en la materia.

Como iremos analizando, la vida no surge como un acto de magia creativo que irrumpe en la materia. Cuando se dice que la vida solo proviene de vida pre-existente es una verdad absolutamente literal. Por esa razón, los hombres nunca podrán crear vida de la nada.

(404.4) 36:6.6 Hablamos de la vida como «energía» y como «fuerza», pero en realidad no es ninguna de las dos. La fuerza-energía es diversamente sensible a la gravedad; pero no así la vida. El modelo original tampoco responde a la gravedad, siendo una configuración de energías que ya han cumplido todas las obligaciones sensibles a la gravedad. La vida, como tal, constituye la animación de cierto sistema de energía configurado en un modelo original o de otra manera segregado —material, mental o espiritual.

(404.5) 36:6.7  Sabemos que la vida fluye del Padre a través del Hijo y por el Espíritu. Es muy probable que los Espíritus Rectores sean el canal séptuple del río de vida que es vertido sobre toda la creación. Sabemos que el Espíritu Materno del Universo realmente vitaliza los modelos originales sin vida e imparte a ese plasma activado las prerrogativas de la reproducción orgánica. Observamos que estos tres son los niveles de Dios el Séptuple, a veces designados como los Creadores Supremos del tiempo y el espacio.

(403.7) 36:6.2 Las cosas materiales pueden poseer una existencia independiente, pero la vida surge tan sólo de la vida. La mente puede derivarse sólo de una mente preexistente. El espíritu tiene origen sólo en los antepasados espirituales. La criatura puede producir las formas de vida, pero solamente una personalidad creadora o una fuerza creativa pueden proveer la chispa activadora viviente.

La vida realmente no fue creada por magia en el universo material. La vida de los seres materiales es una especie de pulsación de un flujo de energía que proviene de un universo y realidad diferente más grande. Al ingresar en la materia (y espacio tiempo local), esta pulsación cambia su frecuencia. Al ingresar a la materia, la vida como flujo que agrupa energía se adapta al soporte material, luego continúa tras la aparente interrupción en la materia (muerte).

(404.2) 36:6.4 Después de haber organizado los sistemas de energía, allí debe ocurrir un fenómeno adicional; se debe impartir el «aliento de vida» a estas formas sin vida. Los Hijos de Dios pueden construir las formas de la vida, pero es el Espíritu de Dios el que realmente contribuye con la chispa vital. Y cuando la vida así impartida se consume, nuevamente el cuerpo material que queda pasa a ser materia muerta. Cuando se agota la vida otorgada, el cuerpo vuelve al seno del universo material de donde fue tomado en préstamo por los Portadores de Vida para servir como vehículo transitorio para esa dotación de vida que hicieron converger en tal visible asociación de energía y materia.

La vida claramente proviene desde lo alto y existe en nosotros como un flujo que se adapta a nuestro cuerpo material en el tiempo y el espacio. Somos como una especie de cable por dónde la vida se coagula en la materia tratando de existir de acuerdo al soporte material.

(404.3) 36:6.5 Durante su existencia y el tiempo de su estadía en el cuerpo de materia, se somete a un cambio, sufre una evolución de la energía y sobrevive solamente como parte de las fuerzas cósmicas del universo; no sobrevive como vida individual. La supervivencia de las criaturas mortales se basa enteramente en la evolución de un alma con potencial inmortal dentro de la mente mortal.

Parece ser que el principal problema para que el flujo de energía vital permanezca en nosotros es nuestro soporte material. Nuestras estructuras materiales no están todavía sincronizadas con el flujo del tiempo de un planeta aún en creación. Falta una simbiosis más plena entre nosotros y el entorno. Las enfermedades en los organismos vegetales y animales son testimonio de esto. Aún existe un porcentaje de ausencia del material para ensamblar  los "ladrillos" para que la vida se establezca por más tiempo. Pero sin duda esto ocurrirá en las Edades de Luz y Vida. Aún la creación no ha terminado. La creación en el tiempo es por etapas. Y en esa Era de Vida, la muerte o perturbación del flujo en la materia ya no existe.

Entender esto de alguna forma debe modificar nuestra visión sobre lo que es la vida. La vida siempre ha existido, proviene del Padre Universal, desciende como un río como un flujo hasta el nivel material. Y la vida siempre existirá incluso tras la muerte. En otras palabras, la vida al ingresar en la materia entra en una revolución de velocidad diferente, reduce su vibración, como un vehículo que atraviesa un puente en una carretera, para luego continuar por la autopista. Nuestra vida sigue y no se extingue. Es similar a un flujo de energía.

Pero no debemos confundir la vida con la personalidad o soporte físico. La supervivencia de la personalidad no es incondicional, está sujeta a nuestras decisiones espirituales. La personalidad, y el soporte físico son activados por la vida, pero la vida es independiente de éstos.

Si somos resucitados, la vida seguirá animando nuestros nuevos soportes moronciales en planetas en dónde no hay divergencia de las estructuras con el tiempo. Los cuerpos efectivamente son más gloriosos e incorruptibles.

Pero si no sobrevivimos como personalidad, la vida se unirá al flujo del cosmos.

Esto de alguna forma ha sido declarado en la Biblia:

Y Jehová Dios procedió a formar al hombre del polvo del suelo y a soplar en sus narices el aliento de vida, y el hombre vino a ser alma viviente. - Génesis 2:7

Entonces el polvo vuelve a la tierra justamente como sucedía que era, y el espíritu mismo vuelve al Dios [verdadero] que lo dio. - Ecle. 12:7

 Sí [el Todopoderoso] fija su corazón en cualquiera, si el espíritu y aliento de aquél él lo recoge a sí, toda carne expirará junta, y el hombre terrestre mismo volverá al mismísimo polvo.—Job 34:14,15.


Si les quitas su espíritu, expiran, y a su polvo vuelven. Si envías tu espíritu, son creados; y haces nueva la faz del suelo - Salmo. 104:29,30.

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El cuerpo sin espíritu  está muerto. - Santiago 2:26 

El espíritu es lo que es dador de vida; la carne no sirve para nada. - Juan 5:63

Y él me mostró un río de agua de vida, claro como el cristal, que fluía desde el trono de Dios y del Cordero, por en medio de su camino ancho. - Revelación 22:1, 2a