jueves, 7 de noviembre de 2013

Esdras

Toda la evidencia nos indica que posiblemente fue Esdras el personaje que editó y redactó las Escrituras Hebreas tal como las tenemos hoy.

Esdras vivió en Babilonia y procedía de una familia de sumos sacerdotes, aunque no de la línea particular que ostentaba el sumo sacerdocio cuando el pueblo regresó del exilio. El perteneció a un grupo de sacerdotes de diferentes edades que habían emprendido la compilación del antiguo testamento de la Biblia actual.

Establecimiento del canon hebreo. La tradición judía dice que Esdras empezó a compilar y catalogar el canon de las Escrituras Hebreas. - Toda Escritura es inspirada de Dios.
 

La atribución de esta labor a Esdras, por otra parte, tampoco es algo insólito ya que la mayoría de los expertos modernos coinciden en señalar a éste como el hombre que constituyó y promulgó el Pentateuco en una «forma muy próxima a su estado actual», y la propia tradición judía  ha conservado el recuerdo de Esdras como restaurador de la ley mosaica. Cfr. Historia de las Religiones. Siglo XXI, Vol. 5, pp. 160-161.

Antes de Esdras, antes del exilio en Israel existían una serie de corrientes que narraban los hechos bíblicos desde diferente puntos de vistas, puntos que hasta se oponían entre sí.
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Un análisis científico de los textos nos demuestra que habían muchas historias que se duplicaban (como por ejemplo los relatos repetidos del Génesis, el Éxodo y Números), pero que lo hacían con algunas contradicciones al relatar los mismos hechos, usaban estructuras de lenguaje diferentes y, en especial, variaba de uno a otro el nombre dado a
Dios: uno le identificaba como Yahveh y el otro como El o Elohim, de ahí el nombre que se dio a esas fuentes. Dado que ambos autores escribieron al dictado de los acontecimientos sociopolíticos que les tocó vivir y de las necesidades legislativas que se derivaron de esos momentos, el análisis de contenido de sus textos muestra claramente como el yahvista vivió en Judá mientras que el elohísta lo hizo en Israel. La disputa entre los sacerdotes aarónidas y levitas venía de antiguo y se dispuso en las líneas narrativas.  En algún punto de la historia ambas tradiciones se juntaron y fundieron en una sola.

Dichas vertientes a menudo opuestas fueron hábilmente fusionadas en una sola colección de textos y libros posteriores.

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"Dicha persona no se limitó a combinarlas, situándolas una al lado de la otra, como historias paralelas. El autor de la combinación se dedicó a cortar e interseccionarlas de un modo muy intrincado. Y al final de está colección combinada y entretejida de las leyes e historias. Esta persona colocó como conclusión el Deuteronomio, el discurso de despedida de Moisés. Alguien se dedicó a mezclar las cuatro fuentes diferentes, y a veces opuestas, haciéndolo de un modo tan hábil que se tardó milenios en descubrirlo. Ésta fue la persona que creó la Torah, los cinco libros de Moisés tal y como los hemos estado leyendo desde hace más de dos mil  años. ¿Quién fue esta persona? ¿Y por qué lo hizo? Creo que lo hizo Esdras."  -  Cfr. Friedman, R. E. (1989). Op. cit., p. 196 
 
Sin embargo, pese a la genialidad de Esdras y sus compañeros redactores, ellos eran imperfectos y quedaron varias pistas que delatan las interconexiones que realizaron. Ya lo analizamos en las entradas pasadas sobre las bestias limpias en inmundas en el relato de Diluvio, "y en aquel tiempo el Cananeo moraba en la Tierra", la Tierra de Nod, la Fiesta de las Cabañas, etc. Y hay muchos otros detalles.
 
En las mismas Escrituras finalmente compiladas aparecen las citas de otras fuentes como:
 
El libro de las Guerras de Jehová, El libro de Jasar, "el libro de los asuntos de los días de los reyes de Israel"  y "el libro de los asuntos de los tiempos de los reyes de Judá", al que se hace referencia unas quince veces y que trata sobre los reyes del reino meridional a partir de Rehoboam, el hijo de Salomón.  En 1 Reyes 11:41 se menciona otro registro de la gobernación de Salomón: "el libro de los asuntos de Salomón". 

Cuando Esdras compiló y escribió los libros de las Crónicas después del cautiverio, hizo referencia por lo menos catorce veces a otras fuentes, como: el "Libro de los Reyes de Israel", la "relación de los asuntos de los días del rey David" y el "Libro de los Reyes de Judá y de Israel". (1Cr 9:1; 27:24; 2Cr 16:11; 20:34; 24:27; 27:7; 33:18.) También mencionó (...) registros escritos de otros profetas de Jehová que no están en las Santas Escrituras inspiradas. (2Cr 9:29; 12:15; 13:22.) Nehemías, por su parte, se remitió al "libro de los asuntos de los tiempos". (Ne 12:23.) También se hace mención en la Biblia de los registros gubernamentales persas, en los que aparecían relatos de servicios que se habían rendido al rey, como la revelación que hizo Mardoqueo de un complot de asesinato. (Esd 4:15; Est 2:23; 6:1, 2; 10:2.) - Perspicacia