¿Tiene que ver con la Nueva Era?
"Claro que conocemos el libro de Urantia, es un ícono de la literatura clasificada en New Age (Nueva Era), un movimiento que mezcla corrientes filosóficas incluso el cristianismo y el catolicismo, el new age es un sincretismo que esta confundiendo enormemente a los mismos católicos.
El libro busca fomentar una religión personal y más concisa en los temas del hombre contemporáneo: el universo central y el superuniverso, el universo local (la energía, mente y materia; las constelaciones y los astros, el evolucionismo), el culto a los fantasmas, fetiches y magia..." - Catolic.Net
¿Un icono del New Age? Esta web comete varios errores para inducir al lector católico de que Urantia es una obra Panteista de la Nueva Era, manipulando la fraseología para dar a entender que el libro apoya la astrología, el culto a los fantasmas, los fetiches y la magia, cuando sabemos que precisamente hace todo lo contrario al desacreditarlos. Observamos la deshonestidad católica al definir falsamente una obra. Yo me pregunto, ¿por qué algunas Iglesias oficiales tiemblan ante una obra semejante?
"Sincretismo" es un intento de conciliar doctrinas distintas en un intento por validar todas las creencias en un solo molde, una especie de síntesis que amalgama todo. Notemos el Sincretismo efectivo de la Nueva Era:
1- Se cree en la reencarnación.
2- Se cree en la inmortalidad inherente del Alma.
3- Se cree en la resurrección.
4- Es posible comunicarse con los muertos.
5- Se acepta el cristianismo.
6- Se acepta el budismo, etc.
7- Se acepta la metafísica.
La Nueva Era mezcla como válidas todas las creencias anteriores. Dice que su amalgama universal de creencias deriva tanto de tradiciones religiosas y filosóficas judeocristianas o de Oriente Medio, como el ocultismo, y otras orientales, como el hinduismo y el budismo. La Nueva Era dice que todas esas creencias arman un verdad común grande cuando se les junta y lo explican así, por ejemplo en el caso de la muerte. Ellos dicen que:
Las personas reencarnan varias veces en la Tierra (tal como lo dicen los budistas), hasta que en determinada reencarnación su nivel espiritual es tan alto que son resucitadas o ascienden como alma inmortal a otro plano celestial (tal como lo dice la cristiandad). En ese estado, es posible comunicarse con ellos mediante canalizadores o mediums (tal como afirma el espiritismo), aceptando que todas las religiones y corrientes místicas tienen verdades que al ser mezcladas se obtiene el cuadro completo verdadero.
El ejemplo anterior nos muestra lo que sí es un sincretismo. Y la corriente de la Nueva Era lo entiende de esa forma.
Pero, ¿es el libro de Urantia una obra así?
Aquí viene lo fascinante de los documentos (y desconcertante para muchos):
1- Urantia no acepta la reencarnación.
2- Rechaza la inmortalidad inherente del alma.
3- Desecha la posibilidad de comunicarse con los muertos.
4- Rechaza la magia, la astrología y chamanismo.
5- Si acepta la resurrección.
6- Niega la interpretación convencional del rescate.
7- Niega la importancia de la metafísica.
Con respecto a las religiones, creencias y filosofías, los documentos de Urantia nos comentan que todas las creencias de todas las religiones están construidas en base al paso del tiempo, y algunas revelaciones antiguas (parciales) que tras milenios han sido distorsionadas, fragmentadas y diluidas por procesos naturales e históricos en dónde la mano humana y del tiempo interviene. Por lo tanto, la solución no está en crear un sincretismo de todas las religiones (como pretende la Nueva Era), ya que eso sería perpetuar el error y distorsión, sería armar una vasija rota con piezas ya inexactas de otros jarrones.
La solución no está en eso, sino en aceptar que la Revelación gradual es el único proceso válido para comenzar a obtener información fidedigna, más bien que construir religiones a pulso o sincretismos llenos de fragmentos desgastados y distorsionados. Urantia dice que cada ciertos miles de años, la humanidad recibe Revelaciones epocales. Éstas al ingresar al espacio-tiempo humano se insertan en la corriente humana y tienden a enfrentar un proceso de desgaste, siendo necesario cada miles de años volver a refrescar las verdades que se entremezclaron con otras ideas de religiones humanas. El ejemplo más cercano es el de Jesús de Nazaret. El trae un nuevo mensaje ampliando los conceptos anteriores, pero que tras dos milenios se ha transformado en propiedad de organizaciones multinacionales que han fosilizado su figura añadiendo otros preceptos humanos.
Urantia dice que las religiones humanas tienen elementos de verdad, pero también muchas ideas distorsionadas y falsas sobre todo en cuestiones de cosmología y la vida en el "más allá". Las religiones se han aventurado en crear dogmas y teoremas sobre dicha vida, y entonces han surgido las religiones establecidas. Por ejemplo, el budismo e hinduismo incorpora como dogma la idea de la reencarnación tras una distorsión de ciertos hechos universales, el cristianismo hace lo mismo con el rescate, y así ocurre con muchas corrientes religiosas globales. Y lo peor es que transforman esas interpretaciones en libros sagrados inalterables.
Cómo notamos, el Libro de Urantia está lejos de ser un sincretismo, al contrario, es la única obra en la Tierra que plantea la visión aquí expuesta. Ninguna obra literaria ilumina el camino de esta forma. Esto de por sí ya lo hace una Obra singular.
De manera específica los Documentos de Urantia golpean todas estas cosas que se nos presentan como secretos, símbolos, lemas, ceremonias y otras técnicas mágicas para ganarse el favor divino. Se consigue la vida eterna mediante el conocimiento de Dios, no por los nombres secretos de demonios interventores - sino mediante la FE. El Libro rechaza la enseñanza de que Dios crea igualmente el bien y el mal. Repudia las divinidades planetarias y todo aquello referido a cosas astrológicas. El Libro no enseña ascetismo. El Libro no reconoce ninguna extraña y confusa superstición oriental recogida por las especulaciones gnósticas. No hay nada sombrío ni fantástico acerca de Jesús en los Documentos de Urantia. Su pasado, presente y futuro, su naturaleza y status en el universo, están reseñadas y esbozadas claramente y sus enseñanzas presentadas con certeza y autenticidad. Dejemos que el Libro hable:
(1680.5) 150:3.3 1. El curso de las estrellas en los cielos nada tiene que ver con los acontecimientos de la vida humana en la tierra. La astronomía es un interés apropiado de la ciencia, pero la astrología es una masa de errores supersticiosos que no tiene lugar en el evangelio del reino.
(1680.6) 150:3.4 2. El examen de los órganos de un animal recientemente sacrificado nada puede revelar del tiempo atmosférico, los acontecimientos futuros o la conducta de los asuntos humanos.
(1680.7) 150:3.5 3. Los espíritus de los muertos no regresan para comunicarse con sus familiares ni con sus amigos vivos.
(1681.1) 150:3.6 4. Los amuletos y las reliquias son impotentes contra las enfermedades, no previenen los desastres ni influyen sobre los espíritus malvados; la creencia en estas formas materiales de influir sobre el mundo espiritual no es sino superstición flagrante.
(1681.2) 150:3.7 5. Echar la suerte, aunque pueda ser una forma conveniente de resolver muchas dificultades menores, no es un método creado para revelar la voluntad divina. Los resultados de estas actividades tan sólo son casualidades de orden material. La única forma de comunión con el mundo espiritual corresponde al don del espíritu otorgado a la humanidad; el espíritu residente del Padre, juntamente con el espíritu derramado del Hijo y la influencia omnipresente del Espíritu Infinito.
(1681.3) 150:3.8 6. La adivinación, la hechicería y la brujería son supersticiones de mentes ignorantes, lo mismo que la ilusión de la magia. La creencia en números mágicos, en signos de buena suerte y presagios de mala suerte, es pura superstición y sin ningún fundamento.
(1681.4) 150:3.9 7. La interpretación de los sueños es en gran parte un sistema supersticioso y sin fundamento de especulación ignorante y fantástica. El evangelio del reino no debe tener nada en común con los sacerdotes adivinos de las religiones primitivas.
(1681.5) 150:3.10 8. Los espíritus del bien o del mal no pueden habitar en símbolos materiales de arcilla, madera o metal; los ídolos no son más que la sustancia de la cual están hechos.
(1681.6) 150:3.11 9. Las prácticas de los encantadores, magos, hechiceros y brujos provienen de las supersticiones de los egipcios, los asirios, los babilonios y los antiguos cananeos. Los amuletos y toda suerte de encantamientos son fútiles tanto para ganar la protección de los buenos espíritus como para protegerse de los así llamados espíritus impuros.
(1680.6) 150:3.4 2. El examen de los órganos de un animal recientemente sacrificado nada puede revelar del tiempo atmosférico, los acontecimientos futuros o la conducta de los asuntos humanos.
(1680.7) 150:3.5 3. Los espíritus de los muertos no regresan para comunicarse con sus familiares ni con sus amigos vivos.
(1681.1) 150:3.6 4. Los amuletos y las reliquias son impotentes contra las enfermedades, no previenen los desastres ni influyen sobre los espíritus malvados; la creencia en estas formas materiales de influir sobre el mundo espiritual no es sino superstición flagrante.
(1681.2) 150:3.7 5. Echar la suerte, aunque pueda ser una forma conveniente de resolver muchas dificultades menores, no es un método creado para revelar la voluntad divina. Los resultados de estas actividades tan sólo son casualidades de orden material. La única forma de comunión con el mundo espiritual corresponde al don del espíritu otorgado a la humanidad; el espíritu residente del Padre, juntamente con el espíritu derramado del Hijo y la influencia omnipresente del Espíritu Infinito.
(1681.3) 150:3.8 6. La adivinación, la hechicería y la brujería son supersticiones de mentes ignorantes, lo mismo que la ilusión de la magia. La creencia en números mágicos, en signos de buena suerte y presagios de mala suerte, es pura superstición y sin ningún fundamento.
(1681.4) 150:3.9 7. La interpretación de los sueños es en gran parte un sistema supersticioso y sin fundamento de especulación ignorante y fantástica. El evangelio del reino no debe tener nada en común con los sacerdotes adivinos de las religiones primitivas.
(1681.5) 150:3.10 8. Los espíritus del bien o del mal no pueden habitar en símbolos materiales de arcilla, madera o metal; los ídolos no son más que la sustancia de la cual están hechos.
(1681.6) 150:3.11 9. Las prácticas de los encantadores, magos, hechiceros y brujos provienen de las supersticiones de los egipcios, los asirios, los babilonios y los antiguos cananeos. Los amuletos y toda suerte de encantamientos son fútiles tanto para ganar la protección de los buenos espíritus como para protegerse de los así llamados espíritus impuros.
(1681.7) 150:3.12 10. Jesús desenmascaró y denunció la creencia en encantamientos, ordalías, hechicerías, maldiciones, signos, mandrágoras, cuerdas anudadas, y todas las demás formas de superstición ignorante y esclavizante.
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Sobre la reencarnación, los documentos dicen:
(1.029) De todas las contaminantes creencias las cuales podrían haber sido asegurados por lo puede haber sido un monoteísmo emergente, ninguna fue tan insultante como esta creencia en la trasmigración. la doctrina de la reencarnación de almas ... Esta enseñanza filosófica debilitante fue pronto seguida por la invención del escape eterno de si mismo por la inmersión en el descanso universal y la paz de la absoluta unión con Brahaman.. El deseo mortal y la ambición humana fueron efectivamente arrebatados y virtualmente destruidos.
.Sobre la reencarnación, los documentos dicen:
(1.029) De todas las contaminantes creencias las cuales podrían haber sido asegurados por lo puede haber sido un monoteísmo emergente, ninguna fue tan insultante como esta creencia en la trasmigración. la doctrina de la reencarnación de almas ... Esta enseñanza filosófica debilitante fue pronto seguida por la invención del escape eterno de si mismo por la inmersión en el descanso universal y la paz de la absoluta unión con Brahaman.. El deseo mortal y la ambición humana fueron efectivamente arrebatados y virtualmente destruidos.
(1.099) Bajo ninguna circunstancia debe el estado de trance de una conciencia visionaria ser cultivado como una experiencia religiosa.
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(1.100) Las características del estado místico son difusión y conciencia con islas vividas de focal atención operando en un comparativamente pasivo intelecto. Todo esto lleva a la conciencia más hacia el subconsciente que en dirección de la zona de contacto espiritual, la súper conciencia. Muchos místicos han llevado sus desordenes mentales al nivel de manifestaciones mentales anormales.
(1.100) Sin embargo, favorable puede haber sido la condición para el fenómeno místico, debe ser claramente entendido que Jesús de Nazaret nunca recurrió a tales métodos para comunicarse con el Padre del Paraíso. Jesús no tenía engaños subconscientes o ilusiones superconcientes.