sábado, 11 de enero de 2014

La resurrección en las otras moradas

(532.8) 47:3.2 El centro mismo de todas las actividades en el primer mundo de estancia es la sala resurreccional, el enorme templo de ensamblaje de la personalidad. Esta estructura gigantesca consiste en el punto central de reunión de los guardianes seráficos del destino, los Ajustadores del Pensamiento, y los arcángeles de la resurrección. Los Portadores de Vida también actúan con estos seres celestiales en la resurrección de los muertos.

(533.3) 47:3.5 Desde el Templo de la Nueva Vida se extienden siete alas radiales, las salas de resurrección de las razas mortales. Cada una de estas estructuras está dedicada a la congregación de una de las siete razas del tiempo. Hay cien mil cámaras personales de resurrección en cada una de estas siete alas, que rematan en las salas circulares de ensamblaje en clase, que sirven como cámaras de despertar hasta para un millón de individuos. Estas salas están rodeadas de cámaras de ensamblaje de la personalidad de las razas mezcladas de los mundos postadánicos normales. Sea cual fuere la técnica que se pueda emplear en los mundos individuales del tiempo en relación con las resurrecciones especiales o dispensacionales, el reensamblaje real y consciente de la personalidad auténtica y completa toma lugar en las salas de resurrección del mundo de estancia número uno. Durante toda la eternidad recordarás las profundas impresiones de haber presenciado por primera vez estas mañanas de resurrección.

(1235.3) 112:5.21  A pesar de la continuidad del yo personal, mucho de la vida mortal parecería al principio un vago y confuso sueño. Pero el tiempo aclarará muchas asociaciones mortales.

Al parecer cuando somos resucitamos nos encontramos en una cámara de resurrección de un edificio inmenso que tiene siete zonas. Al resucitar parece que hemos despertado de un vago y confuso sueño. 
(1234.5) 112:5.16 La situación que hace posible la repersonalización tiene lugar en las salas de resurrección de los planetas receptores morontiales de un universo local. Aquí, en estas cámaras de ensamblaje de la vida, las autoridades supervisoras proporcionan esa relación de energía universal — morontial, mental y espiritual — que permite devolver la conciencia al sobreviviente dormido. La reunión de las partes constituyentes de una personalidad en otro tiempo material implica:
(1234.6) 112:5.17 1. La fabricación de una forma adecuada, de un modelo energético morontial, con el que el nuevo sobreviviente puede ponerse en contacto con la realidad no espiritual, y dentro del cual se puede poner en circuito la variante morontial de la mente cósmica.
(1234.7) 112:5.18 2. El regreso del Ajustador a la criatura morontial en espera. El Ajustador es el conservador eterno de vuestra identidad ascendente; vuestro Monitor representa la seguridad absoluta de que seréis vosotros mismos, y no otra persona, los que ocuparéis la forma morontial creada para el despertar de vuestra personalidad. Y el Ajustador estará presente en el reensamblaje de vuestra personalidad para asumir de nuevo el papel de guía paradisíaco de vuestro yo sobreviviente.
(1235.1) 112:5.19 3. Cuando estas condiciones previas para la repersonalización se han reunido, el conservador seráfico de las potencialidades del alma inmortal dormida, con la asistencia de numerosas personalidades cósmicas, confiere esta entidad morontial a la forma corporal y mental morontial que está esperando, mientras confía esta hija evolutiva del Supremo a la asociación eterna con el Ajustador que espera. Y esto completa la repersonalización, el reensamblaje de la memoria, de la perspicacia y de la conciencia — la identidad.
No hay mucho que agregar. Los Portadores de la Vida, los Serafines Guardianes y otras entidades actúan en el ensamblaje en las salas de resurrección. El Ajustador y el Alma humana se vuelven a reunir en un nuevo cuerpo que parece ser la expresión real  y externa de esa misma alma humana sobreviviente.

(1235.5) 112:6.1 Al igual que una mariposa emerge del estado de oruga, la verdadera personalidad de los seres humanos emergerá en los mundos de las mansiones, manifestándose por primera vez separada de su antigua envoltura de carne material. La carrera morontial en el universo local está relacionada con la elevación continua del mecanismo de la personalidad, desde el nivel morontial inicial de existencia del alma hasta el nivel morontial final de espiritualidad progresiva.
(1235.6) 112:6.2 Es difícil informaros acerca de las formas morontiales de vuestra personalidad para la carrera en el universo local. Seréis provistos de unas formas morontiales capaces de manifestar la personalidad, y se trata de unas investiduras que, a fin de cuentas, están más allá de vuestra comprensión. Estas formas, aunque son totalmente reales, no son unas configuraciones energéticas del tipo material que comprendéis ahora. Sin embargo, tienen la misma finalidad en los mundos del universo local que vuestros cuerpos materiales en los planetas donde nacen los humanos.
(1236.1) 112:6.3 La apariencia de la forma del cuerpo material es sensible, hasta cierto punto, al carácter de la identidad de la personalidad; el cuerpo físico refleja algo de la naturaleza inherente de la personalidad, pero de una forma limitada. La forma morontial la refleja aún más. En la vida física, los mortales pueden ser hermosos por fuera pero desagradables por dentro; en la vida morontial, y de manera creciente en sus niveles superiores, la forma de la personalidad variará directamente de acuerdo con la naturaleza de la persona interior. En el nivel espiritual, la forma exterior y la naturaleza interior empiezan a acercarse a una identificación completa, que se perfecciona cada vez más en los niveles espirituales cada vez más elevados.
Es como si la belleza interna del alma brotara hacia al exterior y se hiciera plenamente visible. Nuestros defectos físicos, la falta de simetría corporal, y nuestras limitantes ya no existen en los cuerpos moronciales que son una versión mejorada de nuestros primeros cuerpos, y dónde la belleza interior perfecciona el cuerpo moroncial que recibimos.
(1248.1) 113:7.1 Es realmente memorable en la carrera del mortal ascendente este primer despertar en las orillas del mundo de estancia; allí, por primera vez, ver en realidad a tus compañeros angélicos amados por largo tiempo y siempre presentes durante los días en la tierra; allí también hacerse verdaderamente consciente de la identidad y presencia del Monitor divino que por tanto tiempo residió en tu mente sobre la tierra. Tal experiencia constituye un despertar glorioso, una verdadera resurrección.
(1248.2) 113:7.2 En las esferas morontiales los serafines asistentes (hay dos de ellos) son abiertamente tus compañeros. Estos ángeles no solamente se asocian contigo a medida que progresas a través de la carrera de los mundos de transición, asistiéndote de toda manera posible en la adquisición del estado morontial y espiritual, sino que también aprovechan la oportunidad de avanzar por el estudio en las academias de expansión para serafines evolucionarios que existen en los mundos de estancia.
En la resurrección morontial somos recibidos amorosamente por los ángeles que se vuelven nuestros guías y compañeros, calmando nuestras ansiedades y ayudándonos en la carrera ascendente.
(533.4) 47:3.6 Desde las salas de resurrección, procederás al sector Melquisedek, en el cual se te asigna residencia permanente. Luego se da comienzo a un período de diez días de libertad personal. Estás libre para explorar el vecindario inmediato de tu nuevo hogar y familiarizarte con el programa que te enfrenta. También tendrás tiempo de gratificar tu deseo de consultar el registro y de visitar a tus seres queridos y otros amigos terrestres que puedan haberte precedido a estos mundos. Al fin de tu período de diez días de tiempo libre comienzas el segundo paso en el viaje al Paraíso, porque los mundos de estancia son efectivamente esferas de capacitación, no meramente planetas de detención.
Después de aquellas experiencias iniciales, comienza la gran instrucción cósmica. La capacitación ascendente para la unificación de la personalidad y continuar hacia la fusión futura con el Ajustador. El viaje a Havona recién empieza. Los resucitados están llenos de actividades de capacitación de sí mismos, exploraciones, viajes, escuelas y actividades de recreación, humorismo, trabajo y espiritualidad. Los mundos superiores están llenos de vida y muchas actividades que les vuelve pletórica la existencia. Pero no todo es regocijo. También los pupilos morontiales aprenden duras lecciones sobre la refinación su carácter y mejoramiento interno. En un ambiente externo casi perfecto, ya no hay excusas para culpar a otros sobre nuestra propia indolencia y falta de sinceridad.
Para más información puede leer los Documentos 47 y 48 de Urantia Book.