Los Documentos de Urantia son singulares al declarar que la fuerza de la transformación reside en el poder de nosotros como Hijos liberados de Dios (Compárese con Romanos 8:19). La llamada intervención divina no es un castigo destructivo de Dios, sino más bien la activación de aquellos hombres que serán la luz del mundo y proveerán el liderazgo para que el Evangelio verdadero pueda vencer en la Tierra. No obstante, esto no significa que la humanidad pueda experimentar sufrimiento en base a guerras mundiales, crisis climáticas y otras situaciones terribles.
Los profetas modernos, los predicadores verdaderos no están llamados a sentarse egoistamente como Jonás para esperar la destrucción del sistema. Más bien la conversión de la humanidad es la verdadera esperanza.
Sabemos que es una tarea heroica y titánica, pero muy pocos la han emprendido. Se necesitan más seguidores de Jesús entusiastas para esta nueva religión del espíritu.
(2082.9) 195:9.4 La religión necesita nuevos líderes, hombres y mujeres espirituales que se atrevan a depender solamente de Jesús y de sus enseñanzas incomparables. Si el cristianismo persiste en desatender su misión espiritual, mientras sigue ocupándose de los problemas sociales y materiales, el renacimiento espiritual deberá esperar el advenimiento de estos nuevos maestros de la religión de Jesús, que se dedicarán exclusivamente a la regeneración espiritual de los hombres. Entonces, estas almas nacidas del espíritu proveerán rápidamente el liderazgo y la inspiración que se requieren para una reorganización social, moral, económica y política del mundo.
Todos los hombres tienen el potencial del bien. El Ajustador del Pensamiento desea ayudar a las mentes de cada persona. Pero necesita a los mensajeros externos que ayuden a abrir en las mentes de las personas una grieta para que el Ajustador interno de la persona haga el resto.
Y el mensaje es simple y trascendental:
Somos hijos del Padre universal y todos somos hermanos.
Pero hay que vivirlo y demostrarlo no solo con palabras, sino con nuestras vidas consagradas a esa verdad. Nuestra vida debe volverse dinámica, plena y significativa. Así, podremos salinizar el mundo.
(2083.1) 195:9.5 La era moderna se negará a aceptar una religión que no esté de acuerdo con los hechos y que no se armonice con los conceptos más elevados de verdad, belleza y bondad. Está llegando la hora del redescubrimiento de los verdaderos y originales cimientos del distorsionado y comprometido cristianismo de hoy: la verdadera vida y enseñanzas de Jesús.
(2084.4) 195:10.4 «El reino de Dios está dentro de vosotros» fue probablemente la declaración más magnífica que Jesús hiciera jamás, después de la afirmación de que su Padre es un espíritu vivo y amante.
(2084.5) 195:10.5 Al ganar almas para el Maestro, no es la primera milla de compulsión, deber o convención la que transformará al hombre y a este mundo, sino más bien la segunda milla de servicio libre y devoción amante de la libertad, que corresponde a los jesuísticos que salen para captar a su hermano en amor y guiarlo espiritualmente hacia el fin más alto y divino de la existencia mortal. El cristianismo aun ahora recorre voluntariosamente la primeramilla, pero la humanidad languidece y tropieza en las tinieblas morales porque hay tan pocos corredores genuinos para la segunda milla — tan pocos seguidores profesos de Jesús que realmente viven y aman así como él enseñó a sus discípulos a vivir, amar y servir.
(2084.6) 195:10.6 El llamado a la aventura de construir una sociedad humana nueva y transformada por medio del renacimiento espiritual de la hermandad jesuística del reino debería causar emoción a todos los que creen en él como nunca han estado emocionados los hombres, desde los días en que caminaban por la tierra como sus compañeros en la carne.
¿Cuanto tiempo pasará? Pues depende de nosotros. Jesús lo ilustró con la parábola de los talentos. Un esclavo escondió su don y no lo multiplicó. Cada uno de nosotros debe volverse una verdad viviente, dinámica y expansiva.
Debes unirte con el Padre viviente. Su Hijo te ha enseñado el poder de la Fe. Somos criaturas que son habitadas por el mismo Padre Universal. La Fe puede transportar montañas y disolver situaciones difíciles. Pero hasta ahora nunca lo hemos intentado.
(1467.5) 132:7.9 Lo que una imaginación humana esclarecida y reflexiva, que ha recibido la enseñanza y la guía espirituales, quiere sincera y altruísticamente ser y hacer, se torna mediblemente creativo según el grado de dedicación del mortal a la ejecución divina de la voluntad del Padre. Cuando el hombre se asocia con Dios, pueden ocurrir, y ocurren, realmente cosas grandiosas.
En qué momento nos hallamos
Actualmente creo que nos encontramos en esta etapa desde que se revelaron los Documentos:
1- Desde los años 50 hasta los años 90 el Libro de Urantia estuvo en una especie de congelamiento y en varios procesos jurídicos para la conservación integra del texto.
2- Desde los años 90 hasta mediados de la década del 2000 el Libro ha pasado a la era de su difusión masiva por Internet. Como una mancha lenta cada vez más hay quiénes conocen de la Revelación.
3- Actualmente estamos en la Era a la que yo denomino: la época de la formación de Maestros.
Esta es una época de estudio, asimilación, y creación de los futuros Maestros que darán paso a la otra fase de propagación del mensaje de Jesús.
Pero como he dicho otras veces, el mensaje de la Paternidad de Dios y la Hermandad entre los hombres que presentan los Documentos, no significa en absoluto que la difusión de ese mensaje debe estar amarrada a proveer el texto completo de Urantia a todos. No debe confundirse proclamar el mensaje de Jesús sobre la Paternidad de Dios y la Hermandad entre los hombres con proclamar sobre el Libro de Urantia. Los Maestros que se están formando deben tener esto presente.
Más bien, debemos centrarnos en ese mensaje esencial (la Paternidad y Hermandad) e incluso ayudar a que las religiones evolutivas puedan encontrar puentes comunes entre ellas y destacar ese mensaje sobre sus teorías doctrinales.
También en el mundo seglar, financiero y político, los hombres más "materiales" pueden recibir el bálsamo del aceite que evita la destrucción de los hombres y la civilización.
¡Qué gran tarea! Qué trabajo más inmenso. Pero no dejemos que la magnitud de la obra nos abrume. Solo nos corresponde hacer nuestra labor en nuestra zona de acción. A pesar del desánimo que a veces experimento, mi Ajustador del Pensamiento me indica que no debemos perder la esperanza. Si el Padre es mayor que mi corazón y su amor me dice que podemos ayudar a los hombres, debemos hacerlo con Fe.
Y luego esa levadura silenciosa del Reino se expandirá por toda la Tierra.
Pero como he dicho otras veces, el mensaje de la Paternidad de Dios y la Hermandad entre los hombres que presentan los Documentos, no significa en absoluto que la difusión de ese mensaje debe estar amarrada a proveer el texto completo de Urantia a todos. No debe confundirse proclamar el mensaje de Jesús sobre la Paternidad de Dios y la Hermandad entre los hombres con proclamar sobre el Libro de Urantia. Los Maestros que se están formando deben tener esto presente.
Más bien, debemos centrarnos en ese mensaje esencial (la Paternidad y Hermandad) e incluso ayudar a que las religiones evolutivas puedan encontrar puentes comunes entre ellas y destacar ese mensaje sobre sus teorías doctrinales.
También en el mundo seglar, financiero y político, los hombres más "materiales" pueden recibir el bálsamo del aceite que evita la destrucción de los hombres y la civilización.
¡Qué gran tarea! Qué trabajo más inmenso. Pero no dejemos que la magnitud de la obra nos abrume. Solo nos corresponde hacer nuestra labor en nuestra zona de acción. A pesar del desánimo que a veces experimento, mi Ajustador del Pensamiento me indica que no debemos perder la esperanza. Si el Padre es mayor que mi corazón y su amor me dice que podemos ayudar a los hombres, debemos hacerlo con Fe.
Y luego esa levadura silenciosa del Reino se expandirá por toda la Tierra.
(1569.4) 140:1.7 «Lo que vuestros ojos contemplan, este pequeño núcleo inicial de doce hombres comunes, se multiplicará y crecerá hasta que finalmente toda la tierra se colme con alabanzas a mi Padre. Y no será tanto por las palabras que vosotros habléis, sino por la vida que vosotros viváis que los hombres conocerán que habéis estado conmigo y que habéis aprendido sobre realidades del reino. Y aunque no deposito cargas pesadas sobre vuestra mente, estoy a punto de depositar sobre vuestra alma la responsabilidad solemne de representarme en el mundo cuando yo dentro de poco os deje, así como ahora yo represento a mi Padre en esta vida que estoy viviendo en la carne».
