jueves, 27 de febrero de 2014

Verdades y mentiras de las teorías de conspiración

En post anteriores he tocado el tema del nefasto influjo de creer todo lo que nos cuentan las teorías de conspiración. Lamentablemente hay mucha confusión intencional al respecto que circula en Internet.  Para beneficio de los lectores más recientes he querido reciclar dicha información escrita en entradas pasadas en la forma de preguntas:

1) ¿Controla una Elite mundial a la humanidad?

Respuesta: La verdad es que hay muchas elites que gobiernan el mundo y que incluso pugnan entre sí por aumentar sus esferas de influencia. Las ideas Iluminatis o Masónicas son compartidas por muchos grupos de poder que han extraído elementos unos de otros y los han reciclado y usado contra otros. Un ejemplo notable es Hitler y los Nazis que tenían ideas basadas en sociedades secretas pero que a la vez atacaron a los Francmasones.

 "Por otra parte es obvio que las personas sí conspiran. Existen conspiraciones, fuerzas secretas detrás de los espectáculos externos de poder político. Está claro que no existe ningún político en Estados Unidos que tenga poder verdadero. Están simplemente trabajando para las grandes corporaciones e intereses económicos como el petróleo o el mercado global en sí mismo. El mejor modelo es que existen muchas, al menos varias conspiraciones que se entrelazan, que compiten, se funden y se separan entre sí. Si queremos saber qué está pasando, si quieres entender la historia como está sucediendo, deberías de saber algo de estas conspiraciones. De nuevo, la conciencia crítica es aquí útil “. -Hakim Bey

"Pero si las conspiraciones existen, ellas raramente mueven la historia; producen una diferencia al margen de cuando en cuando pero con las consecuencias imprevistas de una lógica fuera del control de sus autores: y este es el error de la «teoría conspirativa». La historia se mueve por las amplias fuerzas y grandes estructuras de las colectividades humanas. - Bruce Cumings

Así que claramente hay varias fuerzas y grupos que luchan por su propia supervivencia, poder y perpetuación creando los eventos históricos que han quedado en la humanidad. Estos grupos existen, crean conspiraciones reales que luchan entre sí, pero no hay ningún grupo humano que tenga el control total de los destinos humanos.

Una de esas "consecuencias imprevistas" que señala el autor podríamos ejemplificarla con la Unión Europea. Según la teoría clásica de la conspiración la Unión Europea sería el modelo para que todas las naciones procedieran a crear "Estados Continentales" exitosos para luego pasar a un Nuevo Orden Mundial. 

No obstante, la existencia de la U. E ha tenido tantos problemas y se ha visto involucrada en una crisis financiera tan compleja que atenta contra la propia existencia de la U.E que es difícil achacar todo el proceso a una simple y única Elite dominante. La realidad más bien nos muestra a varios grupos de poder que intentan a medias ponerse de acuerdo y que tienen grandes divergencias que dificultan la cohesión de una verdadera Unión Europea. La realidad es que cada grupo de poder intenta preservar sus privilegios e intereses en contraposición de los otros,  lo cual genera los problemas reales de la humanidad.

2) ¿Nuevo Orden Mundial?

Hemos visto que hay varios grupos elitistas que luchan entre sí por la supremacía, monopolios y supervivencia. 

Los teóricos de la conspiración claman que existe un plan para instaurar dentro de poco un Nuevo Orden Mundial. Mark C. Partridge -uno de los editores de la revista “Diplomatic Courier” -notando que el nacionalismo ha estado en ascenso, que tanto Rusia como China han reafirmado sus respectivas independencia y poder, que las tentativas de avanzar a una ordenamiento (gobernanza) común o mundial han fallado notoriamente, que las Naciones Unidas parecen incapaces de mantener paz, progreso y estabilidad entre las naciones, etc,- se declara escéptico que tal ordenanamiento común a nivel mundial pudiera hacerse realidad antes de dos siglos. 

Lo anterior lo notamos en como Rusia y China y otros países aún reafirman sus derechos e independencias nacionales. La ONU ha resultado ser un fracaso al respecto, así que es difícil creer que una elite todopoderosa no haya establecido dicho gobierno mundial desde la II Guerra Mundial. Claramente esto se debe a que hay muchas naciones  con  intereses egoístas propios que hacen muy difícil que los países puedan ceder su soberanía a un Nuevo Orden Mundial.

Esto es cierto, ya que cuando se realizó la invasión a Irak los Estados Unidos dieron una patada a la ONU al realizar una invasión sin autorización del Consejo de Seguridad. ¿Acaso Bush Padre no había hablado antes del Nuevo Orden Mundial? ¿Por qué entonces la administración de su hijo se pasaba por el arco del triunfo a las Naciones Unidas? ¿Acaso la misma ONU no es el núcleo del gobierno mundial?

William Domhoff, profesor de psicología y sociología, escribe -en “There Are No Conspiracies” que:

"Hay varios aspectos de la visión general de las conspiraciones que no coinciden con lo que sabemos de las estructuras de poder. Primero: asume que un grupo reducido de individuos altamente educados y ricos desarrollan, de alguna manera, un deseo psicológico por el poder que los llevaría a hacer cosas que no corresponden con el papel que parecen tener. Por ejemplo, que capitalistas muy ricos ya no estarían interesados en hacer ganancias, sino dedicados a crear un gobierno mundial. O que los gobernantes elegidos estarían tratando de suspender la Constitución a fin de asumir poderes dictatoriales. Ese tipo de afirmaciones se han venido haciendo desde hace muchas décadas y, según se asegura siempre, “esta vez sí se están implementado”, pero nunca llegan a serlo. Dado que esas afirmaciones han resultado ser erróneas docenas de veces, tiene más sentido asumir que los líderes actúan por los motivos comunes, tales como hacer ganancia u objetivos institucionalizados para los políticos. Por supuesto que ellos desean tener ganancias tan grandes como sea posible y ser elegidos por mayorías muy grandes, y eso los puede llevar a hacer cosas que son desagradables, pero nada que tenga que ver con crear un gobierno mundial único o suspender la Constitución".

Y es así como las familias de poder luchan entre sí, generan fricciones y estos choques van creando impactos en la Sociedad Humana. Esto ocurre por evolución social mediante el paso de los siglos.
Las diversas familias de la Elite global repartidas por los países ya gobiernan el mundo de alguna forma. Ya tienen mecanismos de poder y control sobre las masas a través de su influencia en la política, el poder comercial y la religión. El mundo ya está sembrado con el consumismo.

Los ricos y poderosos no desean realmente llevar al mundo a una unificación de todas las naciones. Primero, porque ya lo habrían hecho y si
 el mundo se une en una sola nación será inevitable que los seres humanos descubran la hermandad entre los hombres y se termine con la división creada para gobernar.

Sí, a los poderosos no les conviene que el mundo entre una etapa de unificación global. En realidad ellos necesitan la división para mantener su status de poder.

"Hay que dividir para gobernar" dice Maquiavelo. La frase sigue siendo válida para los que están en el poder.

Por esa razón ha costado tanto la unificación de las naciones en auténticas ligas mundiales. Cada nación y país vigila sus propios intereses y lucha por conservar sus territorios. Los países se han visto obligados a generar un intercambio comercial por presión de las eras, crecimiento, a salir de su aislacionismo para sobrevivir mediante el intercambio comercial.  Luego las comunicaciones han sido necesarias para conservar ese intercambio, lo cual provoca como efecto secundario una globalización de relaciones sociales. Pero esto es producto de la evolución del tiempo, no es producto de un plan maléfico. El intercambio comercial internacional existe desde tiempos anteriores a Salomón y se ha incrementado mediante el descubrimiento de nuevas tierras y la creación de nuevas tecnologías.


Ciertamente hay familias ricas que sacan partido de esto y moralmente abusan de dichas ventajas, pero es debido a la necesidad de sus propios intereses.