Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto. - 1 Juan 4:20
¿Por qué Juan dice que no podemos amar a Dios si no amamos a nuestro prójimo?
Amamos a cada ser humano porque una parte de Dios vive en el hombre. Cada hombre es una identidad singular diseñada por el Padre, y más aún, está habitada por una chispa del Creador, su Ajustador residente. Esto hace que mediante amar al hombre, también amamos a Dios.
Al observar a cada humano, medita en que éste está habitado por una parte de Dios en su interior. Es un ser tan valioso que el mismo Padre ha descendido a esa mente para intentar espiritualizarla, para luchar por mejorarla. De esta forma, esa experiencia de amor a tu prójimo será sublime y comenzaremos a sentir y amar realmente y altruistamente a cada humano, a amar como ama Dios.
Bendice cada contacto humano. Mira más allá de las apariencia externas. De esta forma, tu amor será contagioso y transformador.
Para más información:
Lograr amar verdaderamente al semejante
http://estudiosdelasescrituras.blogspot.com/2013/08/lograr-amar-verdaderamente-al-semejante.html