“Pero estos [hombres], como animales irracionales nacidos naturalmente para ser atrapados y destruidos, hasta sufrirán —en las cosas que ignoran y de las cuales hablan injuriosamente— destrucción en su propio [derrotero de] destrucción, haciéndose mal a sí mismos como paga por hacer el mal”. – 2 Pedro 2:12,13
Pedro explica que finalmente los inicuos se autodestruyen en un curso o "derrotero", "haciéndose mal a sí mismos".
En realidad los inicuos sufren su propia autodestrucción al aniquilarse ellos mismos con un
curso de acción contrario a la vida, lo cual acontece en cualquier punto de la
historia:
Estas personas se arruinan y desaparecen
ellas mismas causándose la muerte (Santiago 1:14,15). Esto puede ocurrir por el
paso del tiempo (Salmos 90:5-7) o acortándose la vida con actos violentos en
una revuelta o crisis mundial (Ezequiel 38:21).
En realidad fueron las revueltas internas judías y el conflicto generado con los romanos los causantes de la destrucción de los mismos humanos en el año 70, lo cual creó el escenario para una gran tribulación.