Actualmente
miles de iglesias reclaman ser la restauración del cristianismo primitivo.
Pero, ¿cómo eran realmente los primeros cristianos? ¿Tenían protocolos y
procedimientos tal como las organizaciones religiosas modernas? ¿En qué
consistían?
Este libro no está destinado a analizar las creencias de los primeros
cristianos, sino más bien explorar el llamado modelo organizativo de los mismos.
Al respecto, es interesante destacar que Jesús de Nazaret dejó muy pocas
instrucciones en materia organizacional para las primeras comunidades
cristianas. Debemos reconocer que fue mediante las cartas apostólicas de Pablo
como se dieron directrices más precisas en cuanto a algunos asuntos.
Esta obra analiza dichos procedimientos, y permite al lector comparar si
determinada religión se ajusta o no a los mismos en alguna medida. También
finalmente llega a unas conclusiones interesantes sobre el fenómeno del
cristianismo primitivo y sus repercusiones hasta nuestros días.
En este libro exploraremos los temas en relación al concepto de iglesia
como edificio religioso, el papel de la mujer en las primeras
comunidades cristianas, la existencia de un consejo
permanente central de ancianos como órgano rector de doctrina y normas, las
enseñanzas y funcionamiento de las iglesias,
los privilegios de servicio y cargos de
autoridad, la expulsión y disciplina
a los miembros, el sistema de aportes
monetarios, y el ministerio público
de predicación de las congregaciones.
Finalmente exploramos el concepto que Jesús tenía en relación a una
“Iglesia” y el desafío del futuro.