Una de las curiosidades
relacionadas con el cambio de sentido de las palabras analizada en la entrada
anterior con la “serpiente” y “ser brillante” es un ejemplo ocurrido en el
Renacimiento y con otro pasaje bíblico. La Vulgata Latina nos dice que después que
Moisés hubo conversado con Dios en el monte Sinaí mostraba “cuernos”. (Éxodo
34:29, 30, 35).
Debido a esto, artistas como Miguel Ángel y otros, creían
que efectivamente Moisés había aparecido con “cuernos” tras su experiencia con
la Divinidad. Pasaron algunos siglos hasta que otras traducciones fueron más
específicas en torno a la expresión.

Así, un entendimiento exacto de la terminología bíblica nos lleva a un conocimiento más profundo del registro bíblico. Por consiguiente, los cuernos de la famosa estatua de Moisés que esculpió Miguel Ángel y la de otros pintores son una curiosidad artística que resultó de un error de traducción de hace mucho tiempo.
Esto ilustra y
añade peso a la argumentación que demuestra que perfectamente una palabra puede
tener más de un significado y traducirse erróneamente con las consecuencias ya sabidas. El sentido común aquí también es clave. De la
misma forma, la palabra “serpiente” con toda la artillería artística que eso
conlleva, aparece en vez de la expresión “ser brillante”.