jueves, 15 de octubre de 2015

Crónicas de los Anditas - Parte VI

En las entradas anteriores de “Crónicas de los Anditas” hemos notado la presencia de una singular raza que existió en China, Isla de Pascua, Perú y Egipto:

Crónicas de los Anditas - parte I


Crónicas de los Anditas - Parte II



Crónicas de los Anditas - Parte III


Crónicas de los Anditas - Parte IV



Crónicas de los Anditas - Parte V




Sin embargo, parece existir una conspiración del silencio basada más bien en el nacionalismo mal entendido y un racismo con fuertes prejuicios. Por ejemplo, el gobierno Chino en más de una ocasión ha limitado las exhibiciones de las momias rubias o pelirrojas del Tarim (que son idénticas en los rasgos a las Peruanas o Egipcias). Esto porque para la potencia China le resulta incómodo aceptar que su civilización fue impulsada por una cultura foránea. Lo mismo ocurre en Perú ya que es sumamente incómodo para la autoridades aceptar que los Incas y las culturas pre-incaicas eran producto de influjos foráneos. Las autoridades peruanas llegaron al extremo de “peruanizar” algunas de sus momias, interviniéndolas, dejándolas en condiciones lamentables al aplicarle pinturas oscuras.


Momia andita peruana antes de la intervención.

Estado deplorable tras la "peruanización".

Esto tampoco ha escapado a las autoridades egipcias. Las ideologías políticas y orgullos raciales mal entendidos han causado que hasta Documentales de Discovery Channel y NBC presentaran a Nefertiti con rasgos africanos (hasta con aros africanos), pese a que el mismo busto de Nefertiti hecho en su propia época la presenta con rasgos mesopotamicos y facciones más blancas.

Nefertiti "manipulada" por artistas modernos para darle facciones más africanas.


Nefertiti en su busto con su color de piel y rasgos originales.

 En el Cine también lo hemos notado con las recientes representaciones de Ramsés en el "Príncipe de Egipto" o la última cinta de Moisés. Cleopatra también ha sido distorsionada pese a sus rasgos Europeos.

Recientes estudios demostraron el perfil genético del faraón egipcio Tutankamon. En dicho estudio se pone de manifiesto que el faraón Tutankamon pertenecía al haplogrupo R1b1a2, uno de los más comunes en Europa Occidental.

Sacerdotisa egipcia Asru.
Tiene rasgos nórdicos.
Sin embargo, menos del 1% de la actual población egipcia presenta el marcador genético que define al grupo al que pertenecía Tutankamón. Esto quiere decir que el faraón estaba más emparentado con los actuales habitantes de la Europa Atlántica que con los supuestos egipcios contemporáneos. Antes de que este estudio se publicara hubieron ciertas presiones para que no fuera presentado. Lo anterior es otra prueba más de las migraciones anditas tal como lo demuestra Urantia Book.

Efectivamente existió una migración de una raza con rasgos nórdicos en la antigüedad. Algunos en sus interesantes sitios de investigación han señalado que eran Troyanos y otros una especie de Arios Europeos. Todas estas teorías recogen  la información real de que efectivamente hubo una migración de una raza especial que hizo de maestros y dioses. Pero también dicha información está sesgada y puede ser malinterpretada tal como lo hicieron los alemanes en la II Guerra mundial.  

Solo los Documentos de Urantia como Revelación nos permiten atar todas las piezas y señalar que las migraciones anditas del segundo Jardín desde Mesopotamia fueron las que patrocinaron la aparición de esta cultura que se expandió por la Tierra.