domingo, 15 de noviembre de 2015

Crónicas de los Anditas - Parte XIV

Indios rezan a deidad "andita" de
rasgos blancos.
Podemos definir la penetración de los hijos de la raza violeta en la India y sus vástagos en estas etapas:

(880.1) 79:2.3 Por el año 20.000 a. de J.C. la población del oeste de India había ya había sido teñida con la sangre adánica, y nunca en la historia de Urantia ningún pueblo combinó tantas razas diferentes.

Ya para antes del 20.000 los adanitas habían penetrado en la India.

(880.2) 79:2.4 Alrededor de 15.000 años a. de J.C. la presión de la población en aumento en el Turquestán e Irán ocasionó el primer movimiento masivo de los anditas hacia la India.

La segunda infusión fue mediante los anditas alrededor de hace 17.000 años en oleadas migratorias.

(880.4) 79:2.6 Tal como ocurrieron las cosas, estos primitivos conquistadores anditas hicieron un intento desesperado por preservar su identidad y contener la marejada de sumergimiento racial mediante el establecimiento de rígidas restricciones al matrimonio interracial. A pesar de todo, hacia el año 10.000 a. de J.C., los anditas habían sido sumergidos, aunque la totalidad de la masa de los pueblos había mejorado notablemente al absorberlos.

El actual sistema de castas de la India, es una herencia algo distorsionada del antiguo intento de los anditas por preservar el linaje o núcleo racial. (Lo vimos esto también con los Incas anditas en el Perú). Originalmente esto no tenía intenciones racistas tal como las entendemos hoy. Los Documentos lo explican:

Una representación notablemente
aria de un Brahman.
(880.5) 79:2.7 La mezcla de razas siempre es ventajosa, puesto que estimula la versatilidad cultural y contribuye a una civilización progresiva, pero si predominan los elementos inferiores del linaje racial, tales logros serán de corta duración. Una cultura políglota puede ser preservada solamente si el linaje superior se reproduce con cierto margen de seguridad respecto del inferior. La multiplicación desenfrenada de los inferiores, combinada con una decreciente reproducción de los superiores representa indefectiblemente el suicidio de la civilización cultural.

Sin embargo, esos núcleos de anditas que provocaban el néctar para seguir sacando esa miel, comenzó a agotarse.

(880.6) 79:2.8 Si los conquistadores anditas hubiesen sido tres veces más o, si ellos hubiesen desplazado o destruido al tercio menos deseable de habitantes de mezcla anaranjada-verde-índiga, la India se habría convertido en uno de los principales centros mundiales de civilización cultural e indudablemente habría atraído mucho más a las posteriores olas de pueblos de la Mesopotamia que inundaron Turquestán y desde allí se desplazaron hacia el norte para Europa.

Los Documentos sugieren que existieron algunas guerras destructivas en que los anditas intentaron dominar a los pueblos nativos. Estas historias deben haber sido la base para las historias narradas en los textos “sagrados” de la India.

Los Anditas en la India fueron llamados los primitivos Dravidianos:

(881.1) 79:3.1 La mezcla de los conquistadores anditas de la India con el linaje nativo dio como resultado, a la larga, a esos pueblos entremezclados que han sido llamados dravidianos. Los primitivos y más puros dravidianos poseían una gran capacidad para los logros culturales, que se fue debilitando continuamente a medida que su herencia andita se iba atenuando progresivamente. Esto fue lo que llevó a la destrucción el brote de civilización de la India hace casi doce mil años. Pero, aun la infusión de esta pequeña cantidad de sangre de Adán produjo un marcado avance en el desarrollo social. Este linaje compuesto produjo inmediatamente la civilización más versátil de las que por entonces existían en la tierra.

Un Brahman rubio y con la piel
violeta azulada adanita.
 Una interesante representación
casi idéntica a los adanitas
 directos.
Siglos después una última oleada más bélica de pueblos blancos o arios penetraron también en la India. Estos también provenían de un linaje andita.

(882.1) 79:4.1 La segunda penetración andita a la India fue la invasión aria durante un período de casi quinientos años a mediados del tercer milenio a. de J.C. La migración marcó el éxodo final de los anditas de sus tierras natales del Turquestán.

(882.2) 79:4.2 Los primeros centros arios estaban esparcidos en la mitad septentrional de la India, particularmente en el noroeste. Estos invasores no llegaron a completar la conquista del país, y posteriormente fueron destruidos como consecuencia de ello debido a su número inferior, lo que los volvió vulnerables a la absorción de los dravidianos del sur, quienes posteriormente invadieron la entera península con excepción de las provincias del Himalaya.

(882.3) 79:4.3 Los arios dejaron una escasa marca racial en la India, excepto en las provincias del norte. En el Dekán, su influencia fue más cultural y religiosa que racial. La mayor persistencia de la llamada sangre aria en el norte de la India se debe no sólo a su presencia en mayor número en estas regiones sino al hecho de que esa presencia fue reforzada por conquistadores, mercaderes y misioneros más recientes. Hasta el primer siglo a. de J.C. hubo una continua infiltración de sangre aria en la región del Pendjab, siendo el último influjo en forma de las campañas de los pueblos helénicos.

Note el aspecto "nórdico" y gigante
del Brahman.
(882.4) 79:4.4 En las llanuras del Ganges, a la larga, los arios y los dravidianos se mezclaron produciendo una cultura elevada, y este centro fue reforzado posteriormente por contribuciones del noreste provenientes de la China.

De alguna forma, los nazis sabían de estas pistas arias y quisieron reconstruir su pasado, pero no conocían toda la verdadera historia de las migraciones anditas, y eso les llevó a muchos errores malignos.

(882.7) 79:4.7 Cuando los arios penetraron en la India llevaban consigo sus conceptos de Deidad, preservados en lo que quedaba de las tradiciones de la religión del segundo jardín. Pero los sacerdotes brahmines no supieron resistir el ímpetu pagano fomentado por contacto repentino con las religiones inferiores del Dekán tras el arrasamiento racial de los arios. Así pues, la vasta mayoría de la población cayó en el cautiverio de las esclavizantes supersticiones de las religiones inferiores; y de esa manera resultó que la India fracasó en producir la elevada civilización que se vislumbrara en épocas anteriores.

(882.6) 79:4.6 Las cuatro grandes castas existentes, con excepción de la primera, fueron creadas con la fútil intención de impedir la amalgama racial de los conquistadores arios con sus inferiores sometidos. Pero la casta principal, la de los sacerdotes-maestros, surgió de los setitas. Los brahmines del siglo veinte d. de J.C. son los descendientes culturales directos de los sacerdotes del segundo jardín, aunque sus enseñanzas difieren muchísimo de las de sus ilustres predecesores.

Vedas de aspecto claramente blancos.
Se observa que son pelirrojos.
Esto es muy interesante, ya que los brahmines o brahmanes son una de las principales castas de la India. En la tradición religiosa hinduista, el bráhmana es el miembro de la casta sacerdotal (la más importante de las cuatro) y la conforman los sacerdotes y los asesores del rey. En la época védica (antes del siglo V a. C.) los sacerdotes eran los encargados exclusivos de cantar los himnos del Rig-vedá para la realización de sacrificios. En el sistema de castas de la India, los brāhmanas son la casta superior. Dicen ser portadores del mismo Brahman, el poder sagrado que sostiene el universo. En el pasado fueron considerados como dioses entre los hombres (o incluso como dioses de dioses, como lo afirman las Leyes de Manu).

Los Documentos señalan precisamente que más que una continuación directa racial de los anditas, los brahmanes ya estaban mezclados, y parte de su pureza racial se perdió, aunque culturalmente mantenían cierto grado de esas herencias distorsionadas, aunque es notable que en las representaciones antiguas de estos sacerdotes se les presenta como rubios, de piel clara, de tamaños enormes (casi gigantes) y radiantes. Y ciertamente este aspecto lograba que fuesen considerados como dioses, tal como lo vimos en los casos de las penetraciones anditas en otros pueblos.