“Y Jehová Dios pasó a
decir: “Mira que el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros al conocer lo
bueno y lo malo, y ahora, para que no alargue la mano y efectivamente tome
[fruto] también del árbol de la vida y coma y viva hasta tiempo indefinido...”.
Con eso Jehová Dios lo echó del jardín de Edén para que cultivara el suelo del
cual había sido tomado. De modo que expulsó al hombre, y al este del
jardín de Edén apostó los querubines y la hoja llameante de una espada que
continuamente daba vueltas para guardar el camino al árbol de la vida”. – Génesis
3:22-24
Si el acto de comer del fruto prohibido ya significaba la pérdida de la Vida Eterna de Adán, ¿por qué tanta vehemencia en privarles de comer el fruto del árbol de la vida? Notamos que se expresa con claridad (aún con el hombre ya en rebelión) ..."para que no alargue la mano y efectivamente tome [fruto] también del árbol de la vida y coma y viva hasta tiempo indefinido...”
Lo anterior indica que el factor de la vida eterna o indefinida era realmente "comer del árbol de la vida" y no la condición espiritual interna de los protagonistas. Cuando se les dice que al comer del fruto prohibido morirían, esto significa que perderían el acceso al árbol de la vida. Siendo rebeldes, igualmente podrían haberse beneficiado del árbol de la vida. Pero notamos aquí una intervención de éstos ángeles que actúan como policías y los sacan a la fuerza, guardando el acceso al árbol.