http://estudiosdelasescrituras.blogspot.cl/2014/08/inmortalidad-e-incorrupcion.html
se analizaron dichas expresiones bíblicas.
No es equivalente de forma necesaria con la palabra "Indestructible" tal como suele entenderse desde nuestra perspectiva moderna.
Ahora bien, Lucas 20:36 lo deja claro:
"De hecho, tampoco pueden
ya morir, porque son como los ángeles, y son hijos de Dios por ser hijos de la
resurrección"
Jesús indica que los resucitados no mueren, son no-mortales al igual que los ángeles, lo cual significa que los ángeles son inmortales.
Pero insisto en que un inmortal no significa que no pueda dejar de existir en un momento dado, ya que no es algo indestructible (tal como lo entendemos). Solo el Creador tiene esa potestad absoluta (Hebreos 7:16).
“Así también es la
resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, se levanta en incorrupción.
Se siembra en deshonra, se levanta en gloria. Se siembra en debilidad, se
levanta en poder. Se siembra cuerpo físico, se levanta cuerpo espiritual.
Si hay cuerpo físico, también lo hay espiritual”. – 1 Corintios 15:42-44
La Revelación indica que la resurrección incluye una vida inmortal no corruptible al paso del tiempo. La Resurrección de Jesús y su mensaje mismo “ha
arrojado luz sobre la vida y la incorrupción mediante las buenas nuevas”. (2Ti
1:10.) ¿Por qué razón? Porque la Resurrección en un cuerpo glorioso de Jesús ha demostrado el programa Divino para derrotar al enemigo de la muerte. Las buenas noticias a la humanidad incluyen enseñar que ese es el camino para llegar al Padre.
"Pero cuando [esto que es
corruptible se vista de incorrupción y] esto que es mortal se vista de
inmortalidad, entonces se efectuará el dicho que está escrito: “La muerte es tragada
para siempre” - 1 Corintios 15:54
Notamos que la incorrupción no se puede lograr en la "carne" sino solo mediante el programa de la Resurrección.
Además, si una resurrección celestial limitada y pequeña fuese solo inicial y posteriormente existiere un programa masivo de resurrección en cuerpos corruptibles terrestres, esto significaría que el último resucitado en cuerpo material causaría la derrota contra la muerte y que ésta "sea tragada para siempre".
Pero Pablo explica que solo la resurrección inmortal e incorruptible efectúa el dicho que la "muerte es tragada para siempre", porque en realidad no hay otro sistema para derrocar a la muerte.
Además, si una resurrección celestial limitada y pequeña fuese solo inicial y posteriormente existiere un programa masivo de resurrección en cuerpos corruptibles terrestres, esto significaría que el último resucitado en cuerpo material causaría la derrota contra la muerte y que ésta "sea tragada para siempre".
Pero Pablo explica que solo la resurrección inmortal e incorruptible efectúa el dicho que la "muerte es tragada para siempre", porque en realidad no hay otro sistema para derrocar a la muerte.
“de que la creación misma
también será libertada de la esclavitud a la corrupción y tendrá la gloriosa
libertad de los hijos de Dios” – Romanos 8:21.
Notamos que si la creación humana es liberada de la corrupción, evidentemente obtiene la incorrupción, pero esto solo es posible mediante la resurrección celestial. Pablo mismo lo explica más adelante:
“Nosotros mismos gemimos en nuestro interior, mientras
aguardamos con intenso anhelo la adopción como hijos, el ser puestos en
libertad de nuestros cuerpos por rescate” – Romanos 8:23
No hay otra forma para alcanzar la liberación de la esclavitud a la corrupción que tenemos en los cuerpos que son aniquilados por el tiempo:
“Sin embargo, esto digo,
hermanos: que carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni tampoco la
corrupción hereda la incorrupción” – 1 Corintios 15:50
Para salir de la corrupción la creación debe alcanzar la incorrupción. Y notemos que "carne y sangre" no heredan el reino de Dios. Pues bien, sobre las "ovejas" se dice:
"Entonces dirá el rey a los
de su derecha: ‘Vengan, ustedes que han sido bendecidos por mi Padre, hereden
el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo". - Mateo 25:34
Extremadamente claro. Quién tenga oídos...
