En el universo mítico de Star
Wars La Fuerza era un poder metafísico y vinculante, omnipresente, que era el
objetivo de las órdenes monásticas de los Jedi y los Sith. La Fuerza estaba
presente en la galaxia y en los seres vivos, pero adquiría mayor concentración
en los Jedis y en quiénes eran sensibles a la misma.
George Lucas bebió de los
elementos místicos de muchas religiones con ideas panteístas. De esa forma,
desarrolló los conceptos de la Fuerza Impersonal. La Metafísica y algunos proponentes de
la Nueva Era y el Secreto plantean que el “universo” puede actuar de forma “neutra”
y responder como si fuera un "genio" a nuestros requerimientos y pensamientos sean negativos o
positivos, atrayéndolos. Estos principios gnósticos son muy similares a lo de
los magos blancos o negros, y en el universo de Star Wars se refiere a los
Jedis y Sith, quiénes podían manipular la Fuerza a su voluntad para el bien o
el mal.
Si bien es cierto que
varias de las manifestaciones de las energías del Padre Universal impregnan
toda la creación, y que su Espíritu realmente nos habita como Ajustador del
Pensamiento, no existe tal cosa como una Deidad Panteísta o una Fuerza Impersonal.
La naturaleza no es
un fiel reflejo del Padre Universal, y tampoco existe el dualismo del Yin y
Yang, o el lado oscuro y luminoso de la Fuerza como fuerzas opuestas que rigen el
universo.
(28.5) 1:5.8 Pese a que
Dios es un poder eterno, una presencia majestuosa, un ideal trascendente, y un
espíritu glorioso, aunque es todo esto e infinitamente más, es sin embargo
verdadera y eternamente una personalidad perfecta de Creador, una persona que puede «conocer y ser
conocida», que puede «amar y ser amada», alguien que puede mostrarnos amistad;
en tanto vosotros podéis ser conocidos, así como otros seres humanos han sido
conocidos, como amigos de Dios.
Notamos que el Padre no es
una fuerza impersonal, y mucho menos puede ser manipulado por el capricho los seres
personales. El es una Personalidad, una Persona como nosotros y más excelsa aún. Si el Creador no
fuera un ser con personalidad, sería imposible la existencia de nosotros como
seres personales:
(28.4) 1:5.7 En ausencia
de Dios, y con excepción de su persona excelsa y central, no habría
personalidad alguna a través de todo el vasto universo de universos. Dios es
personalidad.
Por lo tanto, no existe un
“lado oscuro” de la Fuerza en el sentido de una Energía mística negativa manipulable. Lo
que sí existe, es la creación del mal en la mente de las criaturas. El mal no es una fuerza equivalente que pueda Dividir a un Dios en dos.
¿Estaría errado el concepto de la Fuerza en Star Wars? No totalmente. Solo podría existir la Fuerza como concepto de una manifestación de la presencia Positiva de Dios y la única realidad que puede inundar a sus criaturas para el bien. En ausencia de Dios, nada perdura como estable y de valor real.
Los Documentos
señalan que la realidad del mal es una anomalía temporal creada en las mentes
de los seres con voluntad, que autodestruye a las criaturas individuales. Es cierto que "el miedo y el odio son el camino al lado oscuro", como diría Yoda, pero es un lado oscuro destructivo del propio hombre, y no significa la apertura para manipular a un poder superior.
Y estas acciones negativas humanas de ninguna forma disminuyen la Soberanía y realidad perdurable del Amor y Personalidad de Dios, y su bien Supremo que sostiene el Universo.
Y estas acciones negativas humanas de ninguna forma disminuyen la Soberanía y realidad perdurable del Amor y Personalidad de Dios, y su bien Supremo que sostiene el Universo.
Estos conceptos liberadores de Dios, su amor y la realidad, son lo que trajo Jesús de Nazaret. El hombre no es un esclavo de un universo mecánico ni está sujeto a fuerzas opuestas en pugna. Es un Hijo de Dios que al ser liberado de éstas ataduras espirituales y del miedo, puede lograr cosas maravillosas en unión con la Fuerza, la fuerza verdadera, con el Padre Universal.
Las supersticiones, religiones panteístas y dualistas son restos de creencias evolutivas primitivas.
Las supersticiones, religiones panteístas y dualistas son restos de creencias evolutivas primitivas.