Un comentario me hizo
recordar un artículo que escribí hace un tiempo sobre la base de las historias
de las “ciudades intraterrenas” que últimamente han sido muy manoseadas y
tergiversadas por los conspiracionistas. Recomiendo leerlo antes de proseguir
con esta lectura:
Shambala
Notamos que las leyendas
de un lugar en las montañas con personas que vivian para siempre gracias a “la
fuente de la juventud” tiene una base real.
Ahora bien, se nos dice
que desarrollaron 350 centros avanzados repartidos en el mundo. También que
durante 150.000 años fue ocupado uno en “las tierras altas” de la India.
Notemos unos detalles:
(759.8) 67:6.5 Los
asuntos de Urantia fueron administrados durante mucho tiempo por un consejo de
síndicos planetarios, doce Melquisedek, confirmados por el mandato del soberano
decano de la constelación, el Padre Altísimo de Norlatiadek. Asociado con los
síndicos Melquisedek estaba un consejo asesor que constaba de:
uno de los asistentes leales del Príncipe caído, los dos Portadores de Vida
residentes, un Hijo Trinidizado aprendiz, un Hijo Instructor voluntario, una
Brillante Estrella Vespertina de Avalón (periódicamente), los jefes de los
serafines y querubines, asesores de dos planetas vecinos, el
director general de la vida angélica subalterna y Van, el jefe supremo de los seres intermedios. De este modo se gobernó y
administró Urantia hasta la llegada de Adán. No es extraño que al valiente y
leal Van se le asignara un cargo en el consejo de los síndicos planetarios que
durante tanto tiempo administró los asuntos de Urantia.
Tenemos claridad que Van y
Amadon ya se fueron de Urantia hace mucho. Sin embargo, no se nos dice que esos
centros de civilización hayan desaparecido por completo. Si nos damos cuenta
que esa pudo haber sido la “Sede” de los Intermedios Leales bajo Van, podríamos
pensar que aún ellos podrían estar allí teniéndola como una de sus bases de
operaciones, que ya habían usado por tanto tiempo, independiente del traslado
del árbol de la vida a Mesopotamia. También es interesante la presencia de los “asesores
de dos planetas vecinos” en ese lugar.
Ahora bien, sobre los
Seres Intermedios leales también se nos dice:
(864.2)
77:8.1 Durante la adjudicación más reciente de este mundo, cuando Micael se
llevó a los sobrevivientes durmientes del tiempo, se dejaron atrás los seres intermedios, a fin de que asistieran en la
labor espiritual y semiespiritual del planeta. En este momento funcionan
como un solo cuerpo, que comprende las dos órdenes y asciende a 10.992 miembros
en total. Actualmente los miembros más antiguos de cada orden alternan con
gobernar a Los Seres Intermedios Unidos de Urantia. Este régimen ha prevalecido
tras su amalgamación en un grupo, poco después de Pentecostés.
Más de 10.992 Seres
Intermedios leales hay en nuestro mundo. Ellos pueden sobrevivir sin el árbol
de la vida, y pueden preservar la “memoria” planetaria.
(866.1)
77:9.2 A diferencia de las distintas órdenes celestiales a las cuales se les
asigna ministrar en un planeta, los
seres intermedios viven en un mundo habitado. Los serafines van y vienen,
pero los seres intermedios permanecen y permanecerán, aunque son, sin embargo,
ministros a los seres oriundos del planeta, y proporcionan el único régimen
continuo que armoniza y relaciona las cambiantes administraciones de las
huestes seráficas.
(866.3)
77:9.4 Los seres intermedios están anclados al planeta hasta las edades de luz
y vida.
Notamos que la meta de
ellos es permanecer en la Tierra, hasta que se llegue a la Era de Luz y Vida en
nuestro mundo. Se les llama “los ciudadanos permanentes de Urantia”.
(866.7)
77:9.8 Desde el punto de vista más amplio, la civilización de Urantia es el
resultado del esfuerzo conjunto de los mortales urantianos y los seres
intermedios urantianos, lo cual es
cierto a pesar de la diferencia presente entre los dos niveles de cultura, una
diferencia que no se compensará antes de las edades de luz y vida.
Se habla que la
civilización y cultura de los Seres Intermedios es notablemente superior a la
nuestra, la cual quedará equilibrada cuando lleguemos a la Era de Luz y Vida.
Esta cita es interesante puesto que muestra que ellos han desarrollado
civilización y cultura (muy avanzada) y por lo tanto, deben tener centros físicos
de esa cultura (ciudades), lo cual concuerda con la posibilidad de que
permanezcan en esos antiguos lugares en las cordilleras. Esto lo confirmamos:
(866.6)
77:9.7 Aunque se trajeron a la existencia plenamente desarrollados los seres
intermedios —sin experimentar ningún período de crecimiento ni desarrollo desde
la inmadurez— no cesan nunca de aumentar
la sabiduría y experiencia. Igual que los mortales, son criaturas evolucionarias
y tienen una cultura que es un auténtico logro evolucionario. Figuran muchas
grandes mentes y poderosos espíritus entre los miembros del cuerpo de seres
intermedios urantianos.
Si durante estos miles de
años ellos han acumulado sabiduría y tienen a grandes genios entre ellos, sin
duda deben tener lugares de desarrollo muy avanzado y evidentemente con
tecnología y ciencia superior a la nuestra.
(866.8)
77:9.9 La cultura de los seres
intermedios, siendo fruto de una ciudadanía planetaria inmortal, es
relativamente inmune a las vicisitudes temporales que hostigan a la
civilización humana. Las generaciones de hombres olvidan; el cuerpo de seres
intermedios recuerda, y esa memoria es la mina de oro de las tradiciones de
vuestro mundo habitado. Así la cultura de un planeta permanece para siempre en
ese planeta, y en las debidas circunstancias tales memorias apreciadas de los
sucesos pasados se vuelven disponibles, de la misma forma en que la historia de
la vida y enseñanzas de Jesús ha sido dada por los seres intermedios de Urantia
a sus primos de carne y hueso.
Notamos que ellos son los
custodios de la verdadera historia humana. Son los “archiveros” del planeta.
También se nos dice algo interesante que armoniza con la declaración anterior
de los “asesores de los planetas vecinos”:
(866.5)
77:9.6 Los seres intermedios están vinculados al planeta, pero al igual que
hablan los mortales con los viajeros provenientes de tierras lejanas y de este
modo adquieren conocimientos de los lugares remotos del planeta, asímismo conversan los seres intermedios
con los viajeros celestiales a fin de informarse sobre los lugares lejanos del
universo. Así ellos llegan a ser versados en este sistema y universo,
incluso en Orvonton y sus creaciones hermanas, y así se preparan para la
ciudadanía a los niveles superiores de la existencia de las criaturas.
Visitantes celestiales,
moronciales y seres extraplanetarios visitan frecuentemente las sedes de éstos
Intermedios y ellos también amplian su conocimiento.
Así que notamos que
tenemos bastante evidencia circunstancial anexa indirecta que corrobora la
posibilidad que las bases y ciudades Intraterrenas auténticas ubicadas al
interior de cordilleras y lugares alejados de los hombres, sean los lugares de
reunión de los Seres Intermedios, de los cuales salen para sus asignaciones en
la Tierra. Directamente no pueden violentar el libre albedrío de la civilización
humana, pero colaboran en propiciar la plataforma para que la futura
proclamación del mensaje de Jesús se haga triunfante en la Tierra.
(867.1)
77:9.10 Los seres intermedios son los hábiles servidores que compensan esa
diferencia entre los asuntos materiales y espirituales de Urantia que apareció
al morir Adán y Eva. A la vez, son vuestros hermanos mayores, camaradas en la
prolongada lucha por lograr el estado de luz y vida en Urantia. Los Seres
Intermedios Unidos son un cuerpo que se le ha sometido a la prueba de la
rebelión, y ejecutarán fielmente su función en la evolución planetaria hasta
que este mundo alcance la meta de las edades, hasta aquel día distante en el
cual reine de hecho la paz en la tierra y en verdad haya buena voluntad en el
corazón de los hombres.