En esta entrada
profundizaré brevemente en la explicación más posible para los fenómenos
atribuidos a contactos con difuntos. Dejando de lado los trastornos mentales y
el fraude (ver entrada anterior sobre Houdini y su afición para desenmascarar los engaños de mediums), hay un pequeño porcentaje de personas que posiblemente "canalizan" y obtienen información.
He investigado estos casos
auténticos y ellos se distinguen por evitar acciones parafernálicas como los
clásicos espiritistas. En otras palabras, no montan ningún show con velas e
invocaciones, ojos blancos, etc. Más bien, parecen tener una actitud normal en
la que suelen ver imágenes y recuerdos emotivos y de valor especial para el
difunto. En algunos casos, lo ven con alguna ropa y haciendo una acción que
realizaban como cortar el pasto, con la ropa que tenía etc., como si estuviesen
viendo una película de una acción en vida, no en el “cielo”. Luego, el
canalizador cree que ha recibido información del difunto, y lo interpreta así.
Esto nos otorga grandes
datos para corroborar la posible explicación:
(1246.5) 113:6.1
Habiéndoos dicho algo sobre el ministerio de los serafines durante la vida
natural, intentaré informaros acerca de la conducta de los guardianes del
destino al tiempo de la disolución mortal de sus asociados humanos. Después de tu muerte, tus registros,
especificaciones de identidad y la entidad morontial del alma humana
—evolucionada por el ministerio conjunto de la mente mortal y del Ajustador
divino— son fielmente conservados por el
guardián del destino juntamente con todos los demás valores relacionados
con tu existencia futura, todo lo que
constituye tu yo, tu real yo, excepto la identidad de la existencia
continuada, representada por el Ajustador que parte y la actualidad de la
personalidad.
En lenguaje peligrosamente
sencillo sería como si nuestros recuerdos con gran valor para el alma y
aquellas cosas significativas en nuestra vida, mucho de nuestra identidad, es
respaldada como si fuera un pendrive o un CD, por el ángel guardián. No obstante, como sabemos, no hay personalidad
activa de nuestra parte durante el periodo de nuestra muerte hasta nuestra
resurrección.
(1247.2) 113:6.4 Los
guardianes personales cuyos sujetos no van inmediatamente a los mundos de
estancia, no permanecen ociosos esperando el llamado dispensacional del juicio;
se los vuelve a asignar a numerosas misiones de ministerio por todo el
universo.
En muchos casos también
siguen sirviendo en la Tierra:
(1247.7) 113:6.9 Los
guardianes de grupo pueden servir en un planeta una edad tras otra y por fin
volverse custodios de las almas durmientes de miles y miles de sobrevivientes
durmientes.
Sabemos que no es el Serafín el que intenta establecer
el contacto para obtener esa información. Es una serie de circunstancias
fortuitas y el deseo humano consciente o inconsciente por dar o recibir consuelo (el deseo interior del alma es muy poderoso y a veces no actúa en la mente consciente), lo que moviliza la posible petición de la mente humana para obtener
el “permiso” para descargar la información de un guardián de grupo que ahora
puede estar sujeto al servicio de aquel "canalizador":
(1243.1) 113:2.4 Cuando
los seres humanos no llegan a sobrevivir, sus
guardianes personales o de grupo pueden servir repetidamente en capacidad
similar en el mismo planeta. Los serafines desarrollan un respeto
sentimental por los mundos individuales y mantienen
un afecto especial por ciertas razas y tipos de criaturas mortales con las
cuales se han asociado tan estrecha e íntimamente.
(1243.2) 113:2.5 Los
ángeles desarrollan un gran afecto por
sus asociados humanos; y vosotros, si tan sólo pudierais visualizar a los
serafines, también desarrollaríais un cálido afecto por ellos.
(1244.5) 113:3.4 Y aquí se
revela la razón por la cual el guardián seráfico finalmente se vuelve el
custodio personal de los esquemas
mentales, de las fórmulas de la memoria y de las realidades del alma del
mortal sobreviviente durante ese intervalo entre la muerte física y la
resurrección morontial. Nadie, si no los hijos ministerosos del Espíritu
Infinito, podría así funcionar para bien de la criatura humana durante esta
fase de transición de un nivel del universo a otro nivel más elevado.
(1244.6) 113:3.5 En el
nivel espiritual, el serafín hace personales muchos ministerios por otra parte
impersonales y prepersonales del universo; son coordinadores. En un nivel
intelectual, son los correlacionadores
de la mente y la morontia; son intérpretes. Y en un nivel físico, manipulan
el medio ambiente terrestre mediante su vinculación con los Controladores
Físicos Decanos y a través del ministerio cooperativo de los seres intermedios.
Es posible que el Serafín
bajo ciertas circunstancias consienta en que su asociado humano pueda obtener
información de algunas de las otras almas almacenadas y custodiadas. En la
mayoría de los casos, los serafines custodian a más de mil mortales.
Esto puede significar la
posibilidad de acceder a mucha de esa información, y también explicaría los
casos de supuesta “reencarnación”. Hoy en la Era de la información podemos
comprender mejor el asunto de respaldar y descargar información de un gran “Disco
Duro”. Una idea muy similar a los llamados " registros akásicos".
Si no supieras que existe el cine y la televisión, y al dormir tu mente actuara como un televisor, y pudieras "ver" en tu mente una película de Elvis, posiblemente despertarías creyendo que el "rey" se comunicó contigo, o que eres la reencarnación de Elvis.