(826.1) 73:6.4 Esta
superplanta almacena ciertas energías espaciales que sirven de antídoto contra
los elementos que producen la vejez en la existencia animal. El fruto del árbol
de la vida se parecía a una batería de almacenamiento superquímica.
Al parecer este fruto tenía
un efecto como si fuera un “antioxidante” en Adán y Eva, y éstas “energías”
contrarrestaban los efectos degradantes de otras partículas envueltas (como las
solares).
(834.6) 74:6.4 Aunque la
cocción se empleaba universalmente por las inmediaciones del sector adánico de
Edén, no se cocinaba en casa de Adán. Recolectaban sus alimentos —frutas,
nueces y cereales— listos para comerse al madurarse. Comían una vez al día,
poco después del mediodía. Adán y Eva también absorbían «luz y energía»
directamente de ciertas emanaciones espaciales conjuntamente con el ministerio
del árbol de la vida.
Notamos aspectos
interesantes de la dieta de Adán y Eva. No comían carne y solo se alimentaban de
frutas, nueces y cereales, en punto de maduración. Comían solo una vez al día,
al medio día.
(834.5) 74:6.3 Los hijos
de Adán no tomaban leche de animales al cesar de amamantarse de su madre a la
edad de un año. Eva tenía acceso a la leche de una gran variedad de nueces y a
los jugos de muchas frutas y, conociendo a fondo la composición química y
capacidad energética de estos alimentos, los combinaba debidamente para
alimentar a sus hijos hasta que les aparecieran los dientes.
Los adanitas no seguían
tomando leche de animales, sino que la obtenían de nueces y otras frutas.
Puesto que tenemos una cantidad de genes adanitas en nuestras células, quizás sería provechoso para nuestra salud consumir éstos alimentos que evitan la descomposición celular y replicación dañada de la mismas células en la forma de cáncer.
A medida que los adanitas se mezclaron con los pueblos circundantes, se fueron adoptando las prácticas de comer animales y carne en las generaciones posteriores.
Puesto que tenemos una cantidad de genes adanitas en nuestras células, quizás sería provechoso para nuestra salud consumir éstos alimentos que evitan la descomposición celular y replicación dañada de la mismas células en la forma de cáncer.
A medida que los adanitas se mezclaron con los pueblos circundantes, se fueron adoptando las prácticas de comer animales y carne en las generaciones posteriores.