miércoles, 6 de abril de 2016

Un par de cosas que extrañaremos al dejar la Tierra


Los mundos moronciales son esferas arquitectónicas diseñadas de forma directa. No están sujetas a cambios geológicos ni terremotos o cambios climáticos adaptativos en la Tierra.

(520.6) 46:2.1 En Jerusem extrañarás las cadenas escarpadas de montañas de Urantia y de otros mundos evolucionarios, puesto que no hay terremotos ni lluvias, pero disfrutarás de las bellas praderas y de otras variaciones singulares de topografía y paisaje. Se han preservado áreas enormes de Jerusem en «estado natural», y el esplendor de estos distritos está mucho más allá de los poderes de la imaginación humana.

Así que contemplad las majestuosas cordilleras mientras estamos en la Tierra. Esta experiencia será única en nuestro estado presente. Tampoco en los mundos moronciales hay lluvia.

(546.8) 48:3.15 7. La mayoría de las estructuras de los mundos de estancia son sin techo, siendo recintos de construcción magnífica y embellecimiento exquisito. Las condiciones climáticas y otras condiciones físicas que prevalecen en los mundos arquitectónicos hacen que los techos sean totalmente innecesarios.


Las casas que habitarás en estos mundos no tienen techo. Disfrutad con alegría de la lluvia cuando empapa tu rostro. En la otra vida, no la volverás a ver.