La literatura hebrea tiene
mucha alusión a que YHWH enviaba ángeles ya sea para acabar con los hijos de
los egipcios, provocar locuras como en el caso de Saúl, y también derrotar
misteriosamente a ejércitos.
Ya hemos visto que el envenenamiento
de las capas inferiores de aire pudo causar la muerte de los primogénitos
egipcios, y algo similar ocurre en el caso de los 185.000 asirios exterminados.
Las piezas envueltas en esta estrategia militar, sin embargo, nos apuntan a un envenenamiento
de las aguas.
“Y Jehová
procedió a enviar un ángel y a raer a todo hombre valiente, poderoso, y a
caudillo y jefe en el campamento del rey de Asiria, de manera que este se
volvió con rostro avergonzado a su propio país. Más tarde entró en la casa de
su dios, y allí ciertos individuos que habían salido de sus propias entrañas lo
hicieron caer a espada” – 2 Crónicas 32:21.
El relato de tres libros
bíblicos (Isaías, Crónicas y Reyes) nos hablan de la salvación final del sitio
asirio a Jerusalén por la intervención de un ángel que mató a 185.000 asirios.
Hay quiénes también creen
en una especie de hecatombe nuclear provocada por unos extraterrestres. Sin
embargo, descarto esta hipótesis ya que el campamento Asirio estaba
inmediatamente afuera de Jerusalén, y esta contaminación radioactiva habría
matado a la población interna al penetrar incluso por los muros de piedra.
Es interesante lo que
Flavio Josefo escribió sobre el desastre asirio:
"Senaquerib,
de la expedición de Egipto regresó a Jerusalén, donde encontró a las tropas
comandadas por Rapsaces en gran peligro por la peste. Dios les envió una
enfermedad que, en la primera noche en que sitiaron a la ciudad mató a ciento
ochenta mil soldados, con sus capitanes y centuriones." - Antigüedades
Judías X, 1, 5.
¿Una peste? ¿Se enfermaron
repentinamente? ¿Por qué Josefo no habla explícitamente de un ángel?
Es cierto que los judíos
atribuían las enfermedades al castigo de Dios o acción de espíritus angélicos
tal como creían en los días de Jesús al recordar el episodio del espíritu malo
enviado por Yaveh que atormentaba a Saúl. Era parte de la literatura hebrea
desarrollada posteriormente asociar estos asuntos a la intervención de ángeles.
La clave a todo esto está
en el mismo Ezequias y en el mismo relato de los libros que nos narran la
controversia con Asiria.
Primero en los relatos
bíblicos se nos muestra a Ezequías como uno de los reyes más sagaces e
inteligentes de Israel, incluso estuvo en la compilación de algunos Salmos. El
hábil Ezequías intenta evitar la invasión de Senaquerib al entregarle un
tributo, incluso de 300 talentos de plata (c. 1.982.000 dólares [E.U.A.]) y 30
talentos de oro (c. 11.560.000 dólares [E.U.A.]). Ezequías le entrega toda la
plata que se hallaba en el templo y en el tesoro real, además de los metales
preciosos con los que él mismo había hecho revestir las puertas del templo y
las columnas, lo que satisfizo al rey de Asiria, aunque solo por un tiempo.
(2Re 18:13-16.). ¿Podría haber actuado con más fe y no tomar esa medida práctica
comúnmente realizada por los humanos para evitar el sitio?
Luego, al saber que los
Asirios no estaban satisfechos con esto, y que aún marcharían a Jerusalén,
actúa con sagacidad, creando una de las mayores estrategias defensivas de la
historia. Primero, reforzó las fortificaciones
de la ciudad e “hizo proyectiles en abundancia, y escudos”.
Ezequías sabía que los
Asirios en sus conquistas cortaban el suministro de agua de las ciudades
sitiadas en incluso las podían envenenar. Sabemos que hace más de 2500 años los
asirios envenenaban los pozos de agua del enemigo con una toxina producida por
el cornezuelo del centeno. Unos 600 años
antes de Cristo, durante la Primera Guerra Sagrada en Grecia, los atenienses
envenenaron el suministro de agua del pueblo de Crisa, una ciudad cercana a
Delfos que estaba siendo asediada. Utilizaron para ello una planta tóxica
llamada eléboro (Helleborus foetidus), la misma con la que preparaban un
mejunje tóxico para impregnar sus flechas. Como veremos, Ezequias se
anticiparía a estas acciones que realizaban los conquistadores y les
"daría de su propia medicina".
Ezequías sabe de estas
tácticas y realiza una de las mayores obras de ingenieria de la historia. Una
revista Atalaya comenta:
"el rey
Ezequías con anterioridad había hecho arreglos para que sus hombres ‘cegaran las aguas de los manantiales que estaban
fuera de la ciudad.’ (2 Cró. 32:2-4) Así
los asirios sitiadores se hallarían en apuros en cuanto a hallar suficiente
agua para ellos mismos. Entonces ¿qué agua sería posible que tuvieran los
judíos, cuando Ezequías y la gente estaban encerrados “como un pájaro en una
jaula,” según la jactancia de Senaquerib? Sí, los judíos sabían que había
bastante agua en la cueva de la fuente de Gihón en la ladera oriental de la
ciudad. Aquella fuente fue ‘cegada’ o
escondida para que los asirios no supieran de ella. Sin embargo, Gihón
estaba fuera de los muros de Jerusalén. Por eso ¿cómo podría mantener vivos a
los judíos?
La Biblia
nos dice. Dice que Ezequías “cegó la fuente superior de las aguas de Gihón y
las mantuvo dirigidas directamente abajo a lo largo, hacia el oeste a la ciudad
de David.” (2 Cró. 32:30; 2 Rey. 20:20) ¿Cómo hizo eso? Por un túnel para el
agua perforado en la roca sólida. Ese túnel todavía está allí. Los expertos lo consideran “una de las
grandes proezas de ingeniería de la antigüedad.” Y uno puede ir como
visitante al túnel y vadear sus aguas.
Parece que
la fuente de Gihón (a veces llamada ahora la Fuente de la Virgen) en la parte
inferior de la ladera del valle del Cedrón estaba en una cueva. Por eso los
antiguos habitantes jebuseos de la ciudad perforaron en la roca, en la parte de
atrás, y abrieron un tiro desde dentro de la zona cercada por el muro cercano.
Así podían obtener agua por medio de bajar cubos hasta el canal del agua. Es
posible que los hombres de David hayan penetrado en secreto en la ciudad por
medio de este tiro. (2 Sam. 5:8) Sin embargo, en el tiempo de Ezequías la
población de la ciudad era mucho mayor. Por consiguiente, el emprendió la
perforación de un túnel largo que desviara suficiente agua a un estanque
(Siloam) al lado occidental de la ciudad dentro de la protección de los
muros" - Atalaya 1976.
Y queremos destacar el
objetivo de Ezequías. El realiza un inmenso trabajo para cegar o esconder todos
los pozos y manantiales que existen afuera de Jerusalén, y a su vez
proporcionar un túnel subterráneo que mantenga a la Ciudad con agua bajo el
sitio. Notamos a Exequias muy práctico en sus acciones, más que un creyente en
lo sobrenatural como medio de protección.
"Cuando
Ezequías vio que Senaquerib había venido con el rostro puesto en guerrear
contra Jerusalén, entonces se decidió
con sus príncipes y sus hombres poderosos a cegar las aguas de los manantiales
que estaban fuera de la ciudad; así que ellos le ayudaron. Por lo tanto se juntó mucha gente, y se
pusieron a cegar todas las fuentes y el torrente que pasa inundando por en
medio de la tierra, y decían: “¿Por qué deben venir los reyes de Asiria y
realmente hallar una gran cantidad de agua?”. - ’ (2 Cró. 32:2-4)
Y cómo dice la revista
citada, la idea era poner en aprietos a los mismos Asirios que acamparían afuera
de la ciudad: "Así los asirios
sitiadores se hallarían en apuros en cuanto a hallar suficiente agua para ellos
mismos".
2 Reyes 20:20 nos dice
sobre la proeza de Ezequias: "En cuanto al
resto de los asuntos de Ezequías y todo su poderío
y cómo hizo el estanque y el conducto y luego introdujo el agua en la ciudad,
¿no están escritos en el libro de los asuntos de los días de los reyes de Judá?”.
Es interesante esto,
porque a parte de una muy breve mención de 2 Crónicas 32:30 sobre el “conducto”
hay muy poca información detallada de éste asunto, salvo en el desaparecido
libro de los “días de los reyes de Judá”. Notamos que las ediciones finales de Crónicas
y Reyes por parte de los sacerdotes posteriores intentan centrarse más en la
cuestión épica.
“Al
vislumbrar las intenciones belicosas del rey asirio, construyó una muralla
defensiva y así también, decidió con sus oficiales y guerreros cortar el agua
de las fuentes que estaban fuera de la ciudad y ellos le ayudaron (2 Crónicas
32:3). Esta acción de Ezequías de cortar las aguas de Gihón, obedece a que la
estrategia de un sitio u ocupación, requería
cortar o envenenar el abastecimiento de agua; por lo mismo, adelantándose,
Ezequías tomó medidas para proteger el abastecimiento de agua. De tal modo,
ordenó la construcción de un túnel para desviar su cauce; …Y se reunió mucha
gente y cegaron todas las fuentes y el arroyo que fluía por la región, diciendo
¿por qué han de venir los reyes de Asiria y hallar tanta agua? (2 Crónicas
32:4). Así que, Ezequías bloqueó la fuente de las aguas del manatial superior
de Gihón, y las llevó directamente hacia abajo, en el oeste a la ciudad de
David”- Edith Fragoso de Weyand 2013.
Pero intencionadamente Ezequías al parecer deja una sola fuente de agua
para los Asirios, y ellos evidentemente acampan en ese lugar a las afueras del
muro exterior.
"Y el
rey de Asiria procedió a enviar a Tartán y a Rabsarís y a Rabsaqué desde Lakís
al rey Ezequías con una pesada fuerza militar a Jerusalén, para que subieran y
llegaran a Jerusalén. De manera que subieron y llegaron y se detuvieron junto al conducto del estanque superior, que está en la
calzada del campo del lavandero" - 2 Reyes 18:17.
Los asirios entran en la trampa y establecen su campamento en el lugar
que los esperaba. El relato nos da una pista de que en una zona afuera de los
muros llamada el "campo del lavandero" acampan las tropas. Y se nos dice que se "detuvieron
junto al conducto del estanque superior".
El "campo del
lavandero" era una zona aledaña afuera del muro que era utilizado por los
lavanderos y también como fuente de agua para los caballos. Había un conducto
que conectaba con un estanque. Según los datos arqueológicos, "esta piscina fué engrandecida por Ezequias
cuando llegaron los Asirios" -Jacques Mislin.
Muchos años antes Isaías y
su hijo Sear-jasub tuvieron que encontrarse con el rey Acaz en “la calzada del
campo del lavandero”; más tarde, los emisarios de Senaquerib estuvieron en ese
mismo lugar. Puesto que este estanque ya existía, parece que Ezequias inteligentemente
lo interviene y agrandó para crear una trampa. Puede ser que el campo del
lavandero estuviera en esta parte del valle o un poco más al S., cerca del
lugar donde se piensa que estuvo En-roguel.
Parece ser que Ezequias la
cubrió un poco para que los Asirios excavaran en una parte lateral más abajo en
el "campo del lavandero" creyendo que habían encontrado un manantial.
Cuando se redactó este asunto tras el exilio de los judíos, el escritor dejó
otra pista sutil del envenenamiento de las aguas del pozo cuando dice lo que
pensaba el Asirio al momento de sitiar Jerusalén:
2 Reyes 19: 24: "Yo mismo ciertamente cavaré y beberé
aguas extrañas".
Ahora bien, no es menos interesante que ese lugar era ocupado por los
lavanderos. En tiempos bíblicos ellos usaban un carbonato sódico al que
también se conoce como natrón como limpia ropas. Al respecto Wikipedia nos dice:
“Los escritos del alquimista Agathodiamon (100 a . C.
aproximadamente), quien habló de un
mineral (no identificado)
que, cuando era mezclado con
natrón, producía un 'veneno ardiente'. Describió este veneno como uno que
«desaparecía en el agua» y daba una solución clara. Este 'veneno ardiente' puede haber
sido la raíz de algunos de los posteriores venenos
que se vuelven invisibles cuando se mezclan con agua, lo que indica que tal
veneno elusivo podía haber estado disponible en algunas civilizaciones” – Wikipedia.
“Los escritos del alquimista Agathodiamon (
Los sacerdotes judíos
sabían también de "la prueba de las aguas amargas" para las mujeres
acusadas de adulterio (Números) en dónde un químico era utilizado sin lugar a
dudas (Ejemplo: Bastan 0,5 miligramos de cianuro de sodio por litro de agua
para que sea letal). Algo sea lo que sea, sin duda se les dió de beber en el
campamento Asirio.
Ezequías organizó una
brillante operación de resistencia a los Asirios e hizo que estuviesen
dependiendo de un solo pozo de agua, la cual tras ser envenenada logró la aniquilación
del campamento.
Sea como fuere, todo
indica que fué mediante el suministro de agua de los Asirios como fueron
liquidados. El "ángel" fué un emisario o mensajero (malak que
significa mensajero o ángel) que de alguna forma envenenó el único pozo del
cual los asirios usaban para beber. Es posible que en esta operación de
inteligencia el mensajero utilizara uno de los túneles subterráneos
adyacentes al túnel principal, ya que
hoy se sospecha de más acueductos en dónde perfectamente puede caminar una
persona.
Podemos visualizar que
había una desviación al campo del lavandero, desde las mismas aguas del otro
torrente.
Ezequías fué un hábil
organizador, un rey genial. Sabemos que los Asirios cuando sitian Jerusalén
utilizan una gran estrategia comunicacional. Rabsaqué (Rapsaces) como representante del rey
Senaquerib hablaba con fluidez hebreo. El usó una estrategia del terror y fue
un verdadero propagandista, que deseaba que el pueblo escuchase para
desmoralizar sus filas, habló aún más fuerte en hebreo, seleccionó las palabras
a fin de aterrorizarlos, se valió de falsas promesas y mentiras, de burla y
escarnio a Jehová Yaveh, y planteó al pueblo razones para traicionar al rey
Ezequías y rendirse al ejército asirio. (2Re 18:28-35.)
Ezequías o Isaías (el
profeta que le ayudó) tuvieron que llevar la estrategia defensiva hasta las
últimas consecuencias. Primero alienta a las tropas a no perder la Fe en Yaveh.
Luego él o Isaías envían un mensajero (ángel) que hizo la operación secreta
referida en la cual contaminó las aguas al momento del atardecer. En pocas
horas los síntomas mortales de una verdadera "peste y enfermedad"
(tal como escribió Josefo) mataría a miles de asirios durante la noche. De esta
forma, Ezequías logró mantener unida a la nación y le Fe en la Deidad YHWH fué
reinvindicada del escarnio de los Asirios.
Es interesante que en el
relato jamás se cuestiona a Ezequias por todas las acciones defensivas lógicas
que tenía que realizar de manera práctica. No se le acusa por falta de Fe al
ser tan previsor. Finalmente los cronistas tras el exilio introducen mayor
dramatismo a la situación del clímax en dónde vemos a un Ezequías desesperado
que ora por ayuda. Y al final, de forma muy escueta se dice que un Mensajero
del Señor hizo justicia.
Sin embargo, todos los
elementos circunstanciales apuntan a lo analizado en la entrada: el gran túnel,
las murallas defensivas, el cegado de los manantiales, el arrinconamiento de
los asirios a una fuente de agua, etc. De alguna forma cuando se habla del
ángel o mensajero no es una mentira por parte de los cronistas judíos
posteriores. Pero tampoco quisieron explicar la relación con la proeza del
túnel, aunque dejaron las pistas salpicadas en varias partes del relato. Es
interesante que las crónicas de Senaquerib omiten este asunto, e invierten la
situación (por un claro orgullo nacional).
También Heródoto habla de
que "cayó durante la noche un tropel de ratones campestres que royeron sus
aljabas, sus arcos y, asimismo, los brazales de sus escudos". Es posible
que debido a los muertos envenenados o a las mismas aguas infestadas, se
produjera este fenómeno de los ratones descrito por Heródoto.
Es curioso que esos mismos
días Ezequias enferma de gravedad. El relato nos habla de un divieso o
hinchazón que claramente ocurre como algunas reacciones alérgicas a ciertas
sustancias. ¿Es que el Rey al ser uno de los pocos que sabía de la acción final
de envenenar las aguas del enemigo, se contaminó al manipular el elemento
tóxico? ¿O tal vez Ezequías ingirió
alguna muestra del agua que se iba a contaminar? Es sumamente extraño que
mientras un ángel celestial hería a los Asirios al mismo tiempo el fiel
Ezequías se enfermaba de forma mortal. Lo que dice Josefo sobre el
"peligro de un peste" y "enfermedad" que asolaba a las
tropas Asirias, acontece mientras Ezequías enferma.... es sumamente
coincidente.
No creo que sea una
mentira el hecho de decir que fué un "ángel" el que mató a los
asirios, cuando Mensajero es claramente un "ángel". Hasta la Sociedad
Watchtower en más de una ocasión ha dicho que los ángeles del Apocalipsis eran
los "superintendentes ungidos" de las congregaciones. ¿Por qué
escandalizarse con la posibilidad de un Mensajero Humano ejecutor? ¿Habrá sido
Isaías u otro Agente el ángel de Jehová? (En Isaías 63:9 quizás el profeta habla
de sí mismo). Isaías 7:3 también nos muestra que el profeta conocía muy bien la
zona del estanque de la calzada del "campo del lavandero".
Finalmente es interesante
como el redactor de Crónicas vincula casi inconscientemente el suceso de la
muerte de los asirios con la cuestión del túnel:
30 Y Ezequías
fue el que cegó la fuente superior de las aguas de Guihón y las mantuvo dirigidas directamente abajo a lo largo, hacia el
oeste a la Ciudad de David, y Ezequías continuó logrando éxito en toda obra
suya. 31 Y así fue como, mediante los voceros de los príncipes de Babilonia que
fueron enviados a él para inquirir
acerca del portento presagioso que había sucedido en el país, el Dios
[verdadero] lo dejó para ponerlo a prueba, para llegar a saber todo lo que
había en su corazón. - 2 Crónicas 32
Es cierto que el Halo
posterior de "portento presagioso" es producto de los comentarios
populares del suceso, y la narrativa final de Esdras y los cronistas de la era
post exilio. Pero tampoco los juzgo. ¿Es que acaso los movimientos religiosos
no intentan crear historia sagrada de la historia seglar? ¿Cómo no olvidar a
quiénes afirman que en 1919 vino Jesús a la Tierra e hizo un nombramiento a una
clase especial? ¿Es que acaso eso no es crear "historia sagrada" de
una historia seglar? ¿Qué pasaría si alguién en el futuro encuentra una revista
religiosa que afirma eso y entonces lo toma como historia seglar?
En conclusión, la historia
del ángel destructor fué real, pero la interpretación moderna que se le ha dado
parece ser que se aleja del contexto en el que ocurrieron los sucesos. Quizás
podamos aceptar la noción de un ángel celestial por qué le da un
"halo" sagrado a la acción de matar o nos cause mayor asombro y
espectacularidad, pero claramente el efecto es el mismo de aniquilar al
enemigo, lo cual coloca al elemento humano realizando acciones en nombre del
Dios de Israel.
Notamos que muchas de las intervenciones externas de los castigos de Dios, son más bien obras de la naturaleza y en algunos casos, hábiles estrategias. Y con los siglos éstos sucesos fueron atribuidos directamente a Dios.
Notamos que muchas de las intervenciones externas de los castigos de Dios, son más bien obras de la naturaleza y en algunos casos, hábiles estrategias. Y con los siglos éstos sucesos fueron atribuidos directamente a Dios.
Nota: Sabemos que en la época de
Exequias se compusieron algunos Salmos. El Dr. Ethelbert Bullinger cree que uno
de ellos es el Salmo 91, y los versos son sugerentes:
“Porque él
mismo te librará de la trampa del pajarero,
de la peste que causa adversidades.
No tendrás
miedo de nada pavoroso de noche,
ni de la
flecha que vuela de día,
ni de la peste que anda en las
tinieblas.
Mil caerán a tu lado mismo,y diez mil
a tu diestra;
a ti no se te acercará.
no te
acaecerá ninguna calamidad,
y ni siquiera una plaga se acercará a
tu tienda.
Porque él
dará a sus propios ángeles un
mandato acerca de ti,
para que te
guarden en todos tus caminos.
Sobre el león joven y la cobra pisarás;
hollarás al
leoncillo crinado y a la culebra grande.
Con largura de días lo satisfaré,
y le haré
ver la salvación por mí.
Son sugestivas algunas
frases remarcadas. El registro de esta campaña militar en los anales asirios
alardea de que Senaquerib encerró a Ezequías en Jerusalén como ‘un pájaro en una jaula’. Luego se habla mucho de la peste, la plaga nocturna, los miles de muertos y la intervención de ángeles.
La serpiente en Isaías ha sido asociada con el gran Leviatán Asirio, y león
alado era usado por ellos. Notamos ya
que “los hombres de Ezequías, rey de
Judá” (Pr 25:1.) comenzaron a crear la historia épica de la salvación de los
Asirios y del recobro de la salud del rey, y dejaron pistas en relación a esa
peste o plaga nocturna que “causó adversidad”.