Hace poco pude ver la película Tomorrowland (la Tierra del Mañana). Dejando de lado la ficción y la acción propia de una cinta, ésta contiene un gran mensaje esperanzador centrado en el futuro de la Humanidad. Un vislumbre de lo que podría ser la Era de Luz y Vida. Finalmente los "soñadores", aquellos nobles de espíritu que nunca se rinden y no pierden la esperanza, son los que pueden cambiar el mundo. Y de alguna forma, es cierto que ellos están siendo buscados en todas partes, en todas las esferas humanas de trabajo y acción. Serán los guías de una nueva humanidad. El Libro de Urantia nos dice:
111:4.10 (1220.9) Las
ideas pueden originarse en los estímulos del mundo exterior, pero los ideales
nacen sólo en los reinos creadores del mundo interior. Actualmente las naciones
del mundo son dirigidas por hombres que tienen superabundancia de ideas, pero
gran pobreza de ideales. Ésta es la explicación de la pobreza, divorcio, guerra
y odios raciales.
Necesitamos personas con ideales interiores, nobles de espíritu que sueñen y luchen por un mundo mejor con motivos internos superiores.