Hay miles de casos en el mundo en que excursionistas perdidos recibieron la ayuda de un “tercer hombre”, una especie de ángel guardían que les salvó, ya sea como una presencia que les acompañó o también se les apareció. En los casos de tragedias como la caída de las Torres Gemelas, o los desastres naturales, también hay casos similares. Sin embargo, la inmensa mayoría ha fallecido sin tener ninguna “protección especial”. ¿Qué hace la diferencia? ¿Tiene Dios preferidos?
Los Documentos enseñan que
cada Personalidad es creada por el mismo Padre Universal, es un Hijo sin
duplicado, único e irrepetible en toda la Eternidad. Dios ama a cada hijo y no
tiene preferidos en su expresión del Amor al dar la existencia:
12:7.9 (138.4) El amor del
Padre individualiza absolutamente cada personalidad como un hijo único del
Padre Universal, un hijo sin duplicado en el infinito, una criatura volitiva
irremplazable en toda la eternidad.
Sin embargo, otra cosa es
la tarea que es asignada al individuo,
y aquí mucho tienen que ver las Inteligencias superiores en las que Dios ha
delegado. Nos referimos a las Altas Jerarquías que gobiernan la creación en
Nombre del Padre y se ocupan de los asuntos más “administrativos”. En esta Administración Cósmica, ciertas
tareas que ejecutan algunos individuos son vitales:
118:10.5 (1304.7) Dios ama
a cada criatura como a un hijo, y ese amor acompaña a cada criatura a lo largo
de todo el tiempo y de la eternidad. La providencia funciona respecto al total
y trata de la función de cualquier
criatura en cuanto tal función esté relacionada con el total. La intervención
providencial respecto de un ser específico es indicativa de la importancia de
la función de ese ser en cuanto al
crecimiento evolucionario de algún total; dicho total puede ser la raza total,
la nación total, el planeta total o aun un total más elevado. Es la importancia
de la función de la criatura la que ocasiona la intervención providencial, no
la importancia de la criatura como persona.
Esto es la explicación de
la “protección” de algunas personas. No es porque sean más valiosas que otras
ante Dios, sino porque están ejecutando alguna función importante para un total
más amplio, por determinado tiempo.
El Documento “Los
Guardianes Seráficos del Destino” narra éstas observaciones sobre los Serafines
Guardianes:
(1246.3) 113:5.4 En la vida en la carne, la
inteligencia de los ángeles no está a la disposición directa de los hombres
mortales. No son ni jefes supremos ni directores; son simplemente guardianes.
Los serafines os protegen; no tratan de influiros directamente;
debéis trazar vuestros propios derroteros, y estos ángeles actúan entonces para
hacer el mejor uso posible del camino que habéis elegido. No intervienen
(generalmente) de manera arbitraria en los asuntos rutinarios de la vida
humana. Pero cuando reciben instrucciones de sus superiores para ejecutar
alguna proeza inhabitual, podéis estar seguros de que estos guardianes
encontrarán alguna manera de llevar a cabo esos mandatos. Por consiguiente, no
se entrometen en la representación del drama humano excepto en casos de
urgencia, y entonces lo hacen generalmente por orden directa de sus superiores.
Son los seres que os van a seguir durante muchas épocas, y están recibiendo así
una introducción a su trabajo futuro y a su asociación de personalidad.
(1246.4) 113:5.5 En ciertas circunstancias, los
serafines pueden ejercer sus funciones como ministros materiales para los seres
humanos, pero su actividad en esta calidad es muy rara. Con la ayuda de las
criaturas intermedias y de los controladores físicos, pueden ejercer una gran
variedad de actividades a favor de los seres humanos, e incluso ponerse en
contacto real con la humanidad, pero estos acontecimientos son muy poco
frecuentes. En la mayoría de los casos, las circunstancias del reino material
se desarrollan sin ser alteradas por la acción seráfica, aunque han surgido
ocasiones en las que los eslabones vitales de la cadena de la evolución humana
corrían peligro, y entonces los guardianes seráficos han actuado, y adecuadamente,
por su propia iniciativa.
Notamos que los serafines protegen el "destino espiritual" de la criatura, contemplan la vida cósmica ampliada, no solo esta breve etapa en la carne. Y cuando actúan en el ámbito físico para proteger la tarea de sus custodios humanos, es porque un "eslabón vital" de estas tareas cruciales corrían peligro, y entonces han actuado. Ahora bien, determinar que es valioso cósmicamente es complejo, porque ciertas tareas son juzgadas con nuestra visión miope. Me atrevo a aventurar que aquellas personas que cargan con una tarea que es de valor espiritual y cósmico, social benéfico y perdurable para la raza humana, sea un grupo humano, o nación, es custodiado por los serafines, porque desde la perspectiva cósmica, es lo realmente valioso y real.
Sobre el "cuerpo de reserva del destino" planetario se nos dice:
114:7.2 (1257.2) Cuando se eligen seres humanos como protectores del destino planetario, cuando éstos se vuelven individuos clave en los planes que los administradores del mundo están persiguiendo, en ese momento el jefe planetario de los serafines confirma su relación temporal con el cuerpo seráfico y nombra guardianes personales del destino para que sirvan a estos reservistas mortales.
Notamos que los serafines protegen el "destino espiritual" de la criatura, contemplan la vida cósmica ampliada, no solo esta breve etapa en la carne. Y cuando actúan en el ámbito físico para proteger la tarea de sus custodios humanos, es porque un "eslabón vital" de estas tareas cruciales corrían peligro, y entonces han actuado. Ahora bien, determinar que es valioso cósmicamente es complejo, porque ciertas tareas son juzgadas con nuestra visión miope. Me atrevo a aventurar que aquellas personas que cargan con una tarea que es de valor espiritual y cósmico, social benéfico y perdurable para la raza humana, sea un grupo humano, o nación, es custodiado por los serafines, porque desde la perspectiva cósmica, es lo realmente valioso y real.
Sobre el "cuerpo de reserva del destino" planetario se nos dice:
114:7.2 (1257.2) Cuando se eligen seres humanos como protectores del destino planetario, cuando éstos se vuelven individuos clave en los planes que los administradores del mundo están persiguiendo, en ese momento el jefe planetario de los serafines confirma su relación temporal con el cuerpo seráfico y nombra guardianes personales del destino para que sirvan a estos reservistas mortales.
Estas personas son "eslabones vitales" en sus tareas. Cierto estudioso de los Documentos califica que son protegidos porque los Serafines y Seres Intermedios están "pagando un seguro" planetario con ellos. Por eso, les protegen, protegen su "inversión" para la raza humana. Sin embargo, no debemos juzgar con los ojos de la carne la importancia de una tarea. Muchas de éstas acciones y tareas de peso espiritual o social no son discernibles tal como las evaluamos.
114:7.9 (1258.1) Los
hombres y mujeres de estos cuerpos de reservistas tienen así distintos grados
de contacto con sus Ajustadores a través del ministerio interpósito de los
seres intermedios; pero estos mismos mortales son poco conocidos por sus
semejantes excepto en aquellas raras urgencias sociales y exigencias
espirituales en las cuales estas personalidades reservistas funcionan para la
prevención de la interrupción de la cultura evolucionaria o de la extinción de
la luz de la verdad viva. En Urantia estos reservistas del destino raramente se
engalanan en las páginas de la historia humana.
Ahora bien, es importante destacar que muy en relación con la entrada anterior, cuando una persona se coloca en las manos del Padre, nace otra vez, y comprende su verdadero destino, los serafines guardianes son asignados a esa persona, y por esa razón apropiadamente también se les llamaría "guardianes seráficos del destino".
110:6.14 (1210.9) El
tercer círculo. El trabajo del Ajustador es mucho más eficaz una vez que el
humano ascendiente llega al tercer círculo y recibe un guardián seráfico
personal del destino.
Cuando progresas internamente, cuando comienzas a tener un mejor contacto con tu Ajustador y vislumbras tu real destino, esto tiene una retribución: Se te asigna un ángel guardián para ayudar a cumplir tu verdadero destino. Si tu creces, el Padre también te compensa de forma maravillosa. Tendrás el cuidado amante y protector de un Serafín personal.