lunes, 4 de septiembre de 2017

Un mal presentimiento para éstos días

Hace un par de años, los analistas internacionales consideraban imposible un enfrentamiento entre EEUU y Corea del Norte. Hoy, la opinión de muchos de ellos comienza a cambiar. La guerra parece cada día más probable e inevitable. En cuestión de días Corea del Norte ha realizado acciones cada vez más temerarias que presionarán a los países involucrados a un conflicto. El lanzamiento del misil intercontinental, el misil que cruzó sobre Japón hace unos días y ahora una detonación nuclear.


Tengo una sensación extraña. Es como si en estos días repentinamente nos vamos a encontrar con una noticia escalofriante. Los Documentos nos advirtieron:

134:6.3 (1490.6) Habrá guerras y rumores de guerras — las naciones se alzarán unas contra otras — mientras que la soberanía política del mundo esté dividida, e injustamente mantenida, entre las manos de un grupo de estados nacionales.

134:6.4 (1490.7) Pero las guerras mundiales continuarán hasta que se cree el gobierno de la humanidad. La soberanía mundial es la única solución para prevenir las guerras mundiales —no hay otra salida.

134:5.17 (1490.3) Con el progreso científico, las guerras serán cada vez más devastadoras, hasta volverse prácticamente un suicidio racial. ¿Cuántas guerras mundiales habrán de librarse, cuántas ligas de naciones habrán de fracasar, para que el hombre esté dispuesto a establecer el gobierno de la humanidad, y empiece a disfrutar de las bendiciones de la paz permanente, y a recoger los frutos de la tranquilidad de la buena voluntad entre sí mismos —la buena voluntad mundial—?

Otra guerra mundial enseñará a las naciones a avanzar en el progreso de la verdadera paz mundial. Los hijos renacidos de Dios deberán guiar a los hombres de buena voluntad. Pero el precio que esta generación ha de pagar será dramático y terrible.

Véase desde una perspectiva bíblica (pinche enlace):

Lo que la Biblia realmente enseña