57:5.2 (655.7) Hoy por hoy vuestro sol ha logrado una
estabilidad relativa; no obstante, los ciclos de manchas solares que
acusa cada once años y medio demuestran que fue una estrella variable
durante su juventud. Durante los tiempos primitivos de vuestro sol, la
contracción continua y consiguiente aumento gradual de temperatura inició
formidables convulsiones en su superficie. Estas alteraciones bruscas de
proporciones titánicas necesitaban tres días y medio para cumplir un ciclo de
brillantez variante. Este estado variable, esta pulsación periódica
volvían a vuestro sol sumamente sensible a ciertas influencias externas con las
cuales, pronto, habría de tropezar.
Algo que tiene extrañados a los científicos es que las últimas
perturbaciones solares escapan al ciclo de los 11 años, o sea han
aparecido antes de tiempo. Una explicación a ésto es una
"influencia externa" que perturbe al Sol.
57:5.4 (655.9) Hace 4.500.000.000 de años el enorme sistema
Angona comenzó a aproximarse a este sol solitario. El centro de este
gran sistema era un gigante oscuro del espacio, sólido, altamente cargado, y
poseedor de una tremenda atracción de gravedad.
Este llamado cuerpo oscuro de Angona y sus planetas externos son
los que la Ciencia y algunos han intuido parcialmente como el planeta
X, Némesis y (algunos menos académicos) lo han fusionado en una
historia de un solo cuerpo llamado popularmente Nibiru. Pero dicha
historia casi legendaria tiene una base real en torno al sistema Angona, que
aunque nunca ha llegado a acercarse al interior del sistema solar, si ha
perturbado a nuestro Sol.
57:5.5 (656.1) A medida que Angona se
iba acercando más al sol, en los momentos de
máxima expansión durante las pulsaciones solares, se precipitaban al
espacio chorros de material gaseoso, a manera de gigantescas lenguas solares. En un principio estas llameantes lenguas de gas
invariablemente volvían a caer en el sol; sin embargo, al acercarse Angona cada vez más, la
atracción de la gravedad del descomunal visitante se hizo tan fuerte que estas
lenguas de gas se desprendían en ciertos puntos. Las raices volvían a caer en el sol, en tanto que las
secciones exteriores se separaban para formar cuerpos independientes de
materia, meteoritos solares, los cuales de inmediato comenzaban a girar en
torno al sol en sus propias órbitas elípticas.
La descripción anterior de una fuerza
descomunal que "arranca" porciones de Sol, me recuerda una imagen reciente
de LASCO y que he colocado otra vez en esta entrada. Esta imagen estuvo
asociada al terremoto de México, y se encuentra en la parte superior de esta
entrada. Note en la zona derecha inferior como la "lengua de gas"
literalmente se "desprende" tal como señalan los Documentos.
41:3.1 (458.1) Estos hornos solares, juntamente con los gigantes
oscuros del espacio, sirven a los centros de fuerza y a los controladores
físicos como estaciones de paso para la concentración y direccionalización
eficaz de los circuitos de energía de las creaciones materiales.
Notamos que de alguna forma, el "gigante" oscuro de
Angona equilibra a nuestro Sol, pero a la vez influye en sus circuitos
energéticos. Posiblemente nos estemos acercando a un periodo orbital en que ese
sistema vecino se acerca más al sistema solar.
Es interesante que en este tema, los Reveladores vincularon a los
terremotos con las energías solares, puesto que los planetas originalmente eran
estos globos gaseosos desprendidos del sol que comenzaron a solidificarse. La
Tierra, entonces, tiene un origen gaseoso y su madre es el Sol.
41:10.3 (466.2) Las modalidades de origen, la situación
astronómica y el medio ambiente físico determinan al mayor grado los aspectos
físicos de los mundos individuales. La edad, el tamaño, la velocidad de las
revoluciones y la velocidad a través del espacio son también factores
determinantes. Tanto los mundos de contracción gaseosa como los de
acrecentamiento sólido están caracterizados por montañas y, durante su vida
primitiva, si no son demasiado pequeños, por agua y aire. Los mundos
que se originan de las divisiones de cuerpos celestes en estado de
derretimiento y los mundos que resultan de choques carecen a veces de extensas
cadenas montañosas.
41:10.4 (466.3) Durante las primeras épocas de todos
estos nuevos mundos, son frecuentes los terremotos, y todos ellos se
caracterizan por grandes alteraciones físicas. Esto ocurre especialmente en las
esferas formadas por contracción de gases, los mundos nacidos de los
inmensos anillos nebulares que quedan como secuela de la condensación y
contracción prematuras de ciertos soles individuales. Los planetas que
tienen un doble origen, como Urantia, pasan por una carrera juvenil menos
violenta y tempestuosa. Aun así, vuestro mundo experimentó una fase primitiva
de poderosos cataclismos, caracterizados por erupciones volcánicas, terremotos,
inundaciones y terribles tormentas.
La Tierra tiene un doble origen y en parte tiene "contracción de gases". Los terremotos serían un efecto de los gases internos de la Tierra que están en proceso de solidificarse, más la corteza terrestre que se desplaza. Esto explicaría que los gases primigenios del planeta, otrora partes del sol, reaccionen con la excitación de las partículas gaseosas de las emisiones solares, además de los aspectos eléctricos vinculados, causando detonación y desplazamientos en las fallas y placas terrestres. También explicaría las "luces" que se ven antes y durante los terremotos, y la liberación de ciertos gases que son detectados y que podrían servir para generar alertas sísmicas. Todo este complejo anterior debe asociarse al asunto del núcleo de hierro terrestre que también es reactivo al campo magnético solar.