En el relato bíblico de la Torre de Babel se nos muestra como una multitud es dirigida y controlada hacia un solo objetivo, la construcción de una "Torre" mundial para el control y agrupación global.
Hace muchas décadas el "teléfono" era un medio de comunicación para situaciones específicas y necesarias. La idea era "cubrir" las distancias entre dos personas que físicamente estaban realmente muy alejadas, sobre todo para asuntos prácticos y que no podían ser atendidos en persona.
Cuando el celular pasó a ser un medio de socialización en vez de comunicación, llegó el gran problema. Es común ver que personas que pueden conversar en persona a pocos metros, prefieren las conversaciones virtuales, incluso hay miembros que en su mismo hogar están pegados a los celulares matando el contacto familiar o humano. Los grupos sociales, laborales y religiosos no han sido inmunes a esa despersonalización tras los teléfonos celulares.
La gente en las ciudades están todos zombificados, todos actuando como muertos vivos pegados al celular, rompiendo el contacto humano. Los medios de comunicación son necesarios, pero hoy las masas se han ido al extremo de parecer zombis sin mirar su entorno, disfrutar de la compañía humana o admirar la creación y obtener energías verdaderas espirituales.
También esto representa un peligro potencial. Si en la red se hace correr un rumor potencialmente destructivo, las masas enviando estas cadenas pueden sucumbir al caos o a conductas masivas empujadas por una elite en las sombras que están bajo esta promoción de la conducta celular zombie.
Al igual que en la antigua Torre, hoy se volverá más fácil dirigir al rebaño global hacia un objetivo común y para tomar una acción global.