71:3.8 (803.8) Ninguna sociedad ha progresado mucho
permitiendo la ociosidad o tolerando la miseria. Pero jamás podrán eliminarse
la miseria y la dependencia si las cepas defectuosas y degeneradas son
mantenidas gratis y se les permite reproducirse sin restricciones.
81:6.32 (910.5) No basta con adiestrar a los hombres a
que trabajen; en una sociedad compleja también se requieren métodos eficientes
para que encuentren su lugar. Antes de adiestrar a los ciudadanos en técnicas
altamente especializadas de ganarse la vida, habría que capacitarlos en uno o
más métodos de trabajo no especializado, oficio o vocación como solución
transitoria en caso de que dichos ciudadanos se encuentren temporalmente
desempleados en su tarea específica. Ninguna civilización puede sobrevivir
sosteniendo por largo tiempo la existencia de grandes grupos de desempleados.
Con el tiempo, aun los mejores ciudadanos llegan a distorsionar sus principios
y desmoralizarse cuando aceptan el apoyo del tesoro público. Aun la caridad
privada se torna perniciosa cuando se la otorga a largo plazo a ciudadanos
sanos y capaces.
Estas sabias frases de los reveladores ilustran el problema de muchos gobiernos socialistas que han afectado negativamente a las regiones de América. El asistencialismo estatal ha generado ociosidad en vez de incrementar la autosuficiencia personal. Lo anterior genera parasitismo, ya que el Estado no tiene toda la capacidad de dar asistencia eficaz y digna a todas las personas, muchas veces, reparte pobreza en vez de fomentar la abundancia y prosperidad al alcance de todos.
No nos cabe la menor duda que en los mundos en la "etapa de luz y vida" viven en una especie de "comunismo". Este concepto solo sería practicable en una Era avanzada de civilización, sin egoísmos y aprovechamientos ideológicos. Sobre un mundo establecido en esa Era se nos dice:
55:3.7 (625.6) Los recursos naturales de este planeta
eran administrados como posesiones sociales, propiedad comunitaria.
Sin embargo, en las épocas anteriores, sería desastroso implementar reformas económicas repentinas y precipitadas sin la previa transformación espiritual de la humanidad.
El capitalismo, la sociedad de libre mercado, mientras tanto, se hace necesaria como un andamio transitorio, como un medio en la evolución humana, debe ser una etapa pasajera (pero vital) para esta era de transición.
Cuando los utopistas intentan convencer a los jóvenes de adoptar el comunismo en esta era, es solo para favorecer a una pequeña élite que sacará provecho de ellos. Pero éste comunismo es impracticable ahora, en esta época. Sería como quemar una casa, vivir a la intemperie en la precariedad y luego intentar construir con los restos carbonizados una nueva casa. En cambio, la transformación a esa Era futura verdaderamente "comunista" debe hacerse mediante el capitalismo como un medio para ese fin, generando abundancia, hasta tal punto que la cooperación reemplace a la competencia, y ésto unido a la hermandad espiritual de los hombres, traiga nuevos valores internos. Esto sería semejante a transformar la casa desde el interior, cambiar sus vigas y paredes, gradualmente, sin necesidad de destruirla.
En cambio, acciones revolucionarias violentas o drásticas, equivalen a "quemar la casa", "fundir o secar" al Estado, trayendo las nefastas consecuencias que hemos visto en países como Venezuela.