miércoles, 15 de noviembre de 2017

Pregunta sobre los Electrones

Edgar Bonilla:

Hola amigo

Tienes idea porque en LU cuando se hace referencia a la materia en el siguiente extracto:"En Orvonton nunca ha sido posible reunir naturalmente más de cien electrones orbitales en un sistema atómico. Cuando se han introducido artificialmente ciento uno en un campo orbital, el resultado ha sido siempre la destrucción casi instantánea del Proton central..." (478.1) 42:7.7

No se nada de química elemental, pero por curíos ida de revise la tabla periódica de elementos y constate que en 1963 se logró crear artificialmente el Laurencio (Lr) que consta de 103 electrones orbitales.

No se si se habla o refiere al mismo termino, pero me parece extraño que los alquimistas universales no logren crear un átomo con 101 electrones orbitales y los mortales hallan logrado no menos de 3 a la fecha.

Le agradezco si es posible una explicación a esta duda.

Gracias y saludos cordiales,

Edgar

Respuesta:

Estimado Edgar

Los Documentos dicen:

“el resultado ha sido siempre la destrucción casi instantánea”. 

Cuando hablamos en términos de la vida de un elemento nuevo tenemos que llevarlo a escala humana y aún así su vida es breve. Muchas observaciones relativistas han determinado que el Laurencio siendo artificial  tiene un promedio de vida de unos 30 segundos a 3 minutos. El laurencio se produce únicamente en el laboratorio, por ello, no ha sido encontrado en la corteza terrestre y por ser un elemento sumamente inestable se descompone rápidamente en otros elementos. Al poseer una vida media bastante corta, no se ha considerado necesario estudiar sus efectos sobre el medio ambiente. Así que la Declaración de los Documentos no es invalidada, sino de hecho es corroborada. Otros elementos artificiales tienen el mismo problema.

Otro aspecto a considerar en esto es la percepción orbital. Algunas órbitas aparentes de los electrones pueden “escapar” y causar sumas o bajas en cargas (por breves espacios de tiempo):

42:7.8 (478.2) Aunque los átomos puedan contener de uno a cien electrones orbitales, sólo los diez electrones exteriores de los átomos más grandes giran alrededor del núcleo central como cuerpos distintos y discretos, girando en forma intacta y compacta alrededor de órbitas precisas y definidas. Los treinta electrones más cercanos al centro son de difícil observación o detección como cuerpos separados y organizados. Esta misma relación comparativa de conducta electrónica en relación con la proximidad nuclear ocurre en todos los átomos, sea cual fuere el número de los electrones comprendidos. Cuanto más cerca del núcleo, tanto menos individualidad electrónica. La extensión ondulatoria de la energía de un electrón tanto puede difundirse hacia afuera como para ocupar el total de las órbitas menores atómicas; esto es cierto especialmente en los electrones más cercanos al núcleo atómico.

42:7.9 (478.3) Los treinta electrones orbitales más interiores tienen individualidad, pero sus sistemas de energía tienden a combinarse, extendiéndose de un electrón al otro y casi de órbita en órbita. Los siguientes treinta electrones constituyen la segunda familia, o zona de energía, y tienen mayor individualidad, siendo cuerpos de materia que ejercen un control más completo sobre los sistemas concomitantes de energía. Los siguientes treinta electrones correspondientes a la tercera zona de energía, están más individualizados y circulan en órbitas más distintas y definidas. Los últimos diez electrones, que están presentes tan sólo en los diez elementos más pesados, poseen la dignidad de la independencia y son, por lo tanto, capaces de escapar más o menos libremente al control del núcleo matriz. Con una variación mínima de temperatura y presión, los componentes de este cuarto grupo más exterior de electrones escapan a la atracción del núcleo central, tal como se observa en la desintegración espontánea del uranio y de elementos semejantes.

42:7.10 (478.4) Los primeros veintisiete átomos, los que contienen de uno a veintisiete electrones orbitales, son de comprensión más fácil que el resto. A partir del veintiocho hacia arriba encontramos cada vez más la dificultad de comprensión que acompaña la presencia supuesta del Absoluto No Cualificado. Pero parte de esta dificultad para predecir la conducta electrónica se debe a las velocidades revolucionarias axiales diferenciales ultimatónicas y a la tendencia de los ultimatones a «amontonarse». Otras influencias —físicas, eléctricas, magnéticas y gravitacionales— también operan para producir una conducta electrónica variable. Por lo tanto, los átomos se asemejan a las personas en cuanto a la dificultad de predecir su conducta. Los especialistas en estadística pueden anunciar leyes que gobiernan grandes grupos de átomos o de personas, pero no las que gobiernan a un solo átomo o persona.

Imagina la dificultad para catalogar un objeto transneptuniano que sufre interacción solar pero a la vez pertenece a otro sistema solar y de pronto se agrupa o acopla en el sistema solar de nosotros.

Estas dificultades de apreciación (ya que nunca se han podido observar electrones directamente de esa forma, ni contarlos) hace que solo se especule en cuanto a sus ondas e interacción, y de ahí que la cantidad de ellos sea también algo especulativa. Su velocidad es alucinante y ese es otro factor que dificulta "cazarlos" en la realidad,  más allá de una tabla periódica de elementos.

Nota de Christian:

(477.7) 42:7.5 No todos los mundos muestran cien elementos reconocibles en su superficie, pero éstos están presentes en algún lado, han estado presentes, o están en proceso de evolución. Las condiciones que rodean el origen y la subsiguiente evolución de un planeta determinan cuántos de estos cien tipos atómicos serán observables. No se encuentran los átomos más pesados en la superficie de muchos mundos. Aun en Urantia, los elementos conocidos más pesados manifiestan una tendencia a volar en trozos, tal como se ilustra por la conducta del radio.

Adicional encontre esto en una noticia: Algunos sospechan que no hay límites. Otros creen que llegará un momento en el que no podrán hacerse átomos más pesados: estos átomos tan enormes podrían ser completamente inestables, desintegrándose en un frenesí de radioactividad.


http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/01/160117_vert_earth_cuantos_elementos_quimicos_faltan_yv

Bendiciones.