lunes, 16 de julio de 2018

La construcción del Génesis - parte II

Una larga fila de hombres, mujeres y niños son llevados cautivos a Babilonia. Tras su largo camino pronto visualizan la llamada Puerta de Ishtar. La llegada a la ciudad es inminente. Con asombro comienzan a vislumbrar las figuras e imágenes que decoran la Puerta de acceso mientras llegan. Aparte de los toros y leones, observan una imagen que resalta: el mushhushshu, traducido la  "serpiente esplendorosa", el cual era una especie de dragón de cuatro patas, una antigua serpiente caminante que los babilonios habían asociado con el dios Marduk y Bel. Esta divinidad precisamente era una de las principales y resaltaba gloriosa en la ciudad de Babilonia. Esta impresión jamás se borraría de las mentes hebreas al presenciarla en su ingreso a la misma Babel.

Los sacerdotes que entraron ese día a la misma ciudad junto a su pueblo deprimido y sometido aparentemente por Marduk  tomarían nota de ésto. Estaban impresionados por la cantidad de estas serpientes con pies en la puerta de la Ciudad. Sabían cuantas veces Israel había sucumbido a la idolatría con animales en épocas pasadas. Incluso hasta hace relativamente poco, en la época del mismo Ezequías, el pueblo había seguido adorando a la serpiente de cobre creada siglos antes por Moisés.

El sacerdocio creía que esta humillación y sometimiento por los babilonios se debía al castigo por la infidelidad religiosa de Israel. Y decidieron que nunca jamás debería el pueblo volver a exponerse a esta disciplina ya dada. 

Desde ese mismo día del ingreso a Babilonia pensaron en como volver a enseñar al pueblo sobre las transacciones de Dios con la Humanidad y estarían dispuestos a refundir incluso la Historia con el fin de dar un relato aleccionador para las generaciones futuras de hebreos y disuadirlos de todo tipo de idolatría. Sería una tarea difícil en el mismo interior de Babilonia, pero estarían dispuestos al desafío, al grado de proponer una narración visualmente audaz y disciplinaría. 

97:7.3 (1068.3) Estos sacerdotes y escribas hebreos tenían en su mente una idea fija, y ésa era la rehabilitación de la nación judía, la glorificación de las tradiciones hebreas y la exaltación de su historia racial.

Tal como se analizó en la entrada pasada, éstos escribas en el exilio recurrieron a varias historias recientemente escritas que circulaban en torno a la creación y a ciertas versiones orales atribuídas a Moisés. Este profeta enseñó una versión muy sencilla de los hechos y en cuanto al episodio de la "caída" de Adán y Eva debió haber dicho algo así:


"En el Edén, el Jardín de Dios, el Resplandeciente resultó ser el más sabio de todos los Seres Vivientes"



Moisés sabía perfectamente que Caligastia, un ser espiritual de gran resplandor que era el representante de Lucifer (Portador de Luz) fué el que indujo la caída de Adán y Eva, y resultó ser más sabio y astuto que los demás seres vivientes que estaban en el Jardín, incluyendo a Adán y Eva. 

Moisés nunca enseñó oralmente que una serpiente había engañado a Adán o hubiese sido el instrumento del maligno. De hecho, es interesante que en la mayoría de los pueblos de la antiguedad, la serpiente tenía una connotación positiva, se le asociaba a la sabiduría y otros atributos trascendentes. Incluso la vara de la medicina tiene su raíz en este ser sanador. Los Documentos también apoyan estos hechos antropológicos:


85:3.3 (946.5) Los hebreos adoraron a las serpientes hasta los días del rey Ezequías, y los hindúes aún tienen relaciones amistosas con sus serpientes domésticas. La adoración de los chinos por el dragón es un residuo de los cultos a la serpiente. La sabiduría de la serpiente fue el símbolo de la medicina griega y aún se emplea como emblema de los médicos modernos. El arte del encantamiento de la serpiente ha sido trasmitido desde los días de las shamanes femeninas del culto del amor a la serpiente, quienes, como resultado de las mordeduras diarias de las serpientes, se tornaban inmunes, de hecho, desarrollaban una adición genuina al veneno y no podían vivir sin esta ponzoña.


Notamos que se habla de la serpiente hasta los días de Ezequías. Esto es una referencia a la serpiente de cobre que fué un emblema de características benéficas (muy similar a la vara de Asclepio) para la sanación de Israel desde los días de Moisés y que generó al parecer una especie de culto que se hizo público y masivo en los días de Ezequías, siglos más tarde (Véase 2 Reyes 18:4). Si el diablo se valió de una serpiente para engañar a los humanos en el Jardín era realmente extraño que Dios posteriormente diera a Israel un símbolo asociado a ella en el cual reflexionar (Números 21:7-9), y que tendría el potencial de volverse un ídolo tal como ocurrió. Esto muestra que la historia de "la serpiente en el Edén" es una inserción muy posterior a los días de Moisés y Ezequías, en dónde había una actitud positiva a las serpientes, siendo vinculada a la medicina e inmunidad de venenos.

Ya el comentarista judío Abarbanel escribió que veía una imposibilidad que fuera una serpiente real la que habló con Eva y aludió a un monólogo interno de ella. Pero esa explicación del "monólogo" es innecesaria. Ciertamente Eva habló con otra entidad. Ahora bien, sería sumamente raro que efectivamente hubiese sido una serpiente literal. Recordemos que en el Génesis 3:1-5 la mujer habla como si nada con la serpiente. No expresa ninguna sorpresa cuando esta criatura la aborda. Según Génesis 2:19 Adán conocía las características de los animales y era evidente que Eva sabía que los animales no hablaban. Si el diablo usó a una serpiente como portavoz esta técnica causaría inmediata desconfianza en Eva, pero el relato no dice eso. La narración habla como si ella perfectamente conociera a su interlocutor. 


Muchos han concluido que aquí hay dos opciones: O Eva vivía en un mundo tipo Narnia donde habían animales parlantes o la figura de la serpiente es una sustitución traductiva de una expresión por otra. Génesis 3:1 dice:


<<Pero la serpiente [nahash] era astuta [arum], mas que todos los animales [hayat] del campo que Jehová Dios habia hecho...>>

La palabra para serpiente en el texto hebreo es NAHASH. Existen al menos seis palabras para serpiente pero aquí se emplea esta antigua y curiosa palabra. NAHASH no significa serpiente en una de sus acepciones, sino "brillante, resplandeciente, luminoso". En caldeo significa brillante como el cobre o el bronce. Este significado también se puede observar cuando el NAHASH se compara con las constelaciones del cielo en Job. 26:13.

Vemos por lo tanto, que la idea de la serpiente que habla debe ser abandonada y que en Génesis tenemos hechos reales y no la fundación de una fábula primitiva. Este NAHASH, era brillante, resplandeciente, luminoso. Un ser de semejante apariencia con el que Eva pudo dialogar perfectamente. Es interesante que este término que ha sido vertido "serpiente" se puede traducir también como "serafín".

Y aquí ocurre lo que hemos comentado. Los redactores del Génesis al escuchar la narrativa sencilla y oral dada inicialmente por Moisés y quizás recientemente escrita que hablaba de un "resplandeciente" que conversaba con Eva, y ante la similitud del término con la expresión "serpiente",  se compuso el relato que poseemos hoy, un suceso descrito en donde el animal serpiente es deliberadamente insertado en la narración. 1

1Nota: La sustitución de palabras por otras no es infrecuente. Existe incluso un curioso caso en el Renacimiento con los "cuernos" de Moisés. Véase:

http://estudiosdelasescrituras.blogspot.com/2015/09/los-cuernos-de-moises.html

La razón estriba en aprovechar la situación literaria para combatir un rebrote de admiración por la Serpiente babilónica con patas de Bel-Marduk, y ahora en  esta nueva versión, la serpiente sustituye al ángel, y se logra el objetivo de que la serpiente tenga la connotación más negativa de ahora en adelante. Y este relato es remodelado en Babilonia y toma elementos fenicios y de los babilonios para su configuración final. 

97:7.2 (1068.2) Durante su cautiverio, los judíos fueron muy influídos por las tradiciones y las leyendas babilónicas, aunque debe notarse que mejoraron infaliblemente el tono moral y el significado espiritual de las cuentas caldeas que adoptaron, a pesar de que invariablemente las distorsionaron para reflejar honor y gloria sobre los antepasados y sobre la historia de Israel.

Esto de que tome elementos de las leyendas de Babilonia y los sumerios se visualiza en un cilindro donde aparecen los dioses sumerios, el árbol de la vida y la serpiente de la sabiduría. Esto parecía perfectamente encajar con la nueva descripción que deseaba darse al relato del Génesis. Y las similitudes de las palabras, los relatos y la lección preventiva que se perseguía se conjugaron.

88:1.5 (967.7) La serpiente fue reverenciada en Palestina, especialmente por los fenicios que, juntamente con los judíos, la consideraban el vocero de los espíritus malignos. Aún muchos seres modernos creen en los poderes mágicos de los reptiles. Desde Arabia a través de la India hasta la danza de la serpiente de la tribu moqui de los hombres rojos, la serpiente ha sido reverenciada.

Notamos que los judíos comenzaron a considerar a la serpiente como un vocero de los espíritus malignos. Hasta la época del exilio los hebreos creían en una especie de dualismo en que YAVEH también enviaba espíritus malos como lo ilustra el caso de Saúl y su tormento (1 Samuel 16:14). Pero este dualismo comienza a ser acentuado en las épocas del exilio con los nuevos relatos preparados y más aún en la época final del retorno a Palestina cuando son finalmente influidos por el Zoroastrismo y entra de lleno la figura de Satanás. Pero al tiempo de la configuración del Génesis esto no está del todo claro. De hecho, es interesante que aunque la serpiente es sabia y astuta, no se expresa explicítamente en ninguna parte del relato que el diablo está detrás de ella. Esa es una conclusión posterior gracias a los escritos neotestamentarios. 

Ahora bien, la posición inicial de la nueva narrativa que indica una especie de mensaje encubierto hacia la Serpiente con patas de Bel-Marduk lo confirma la "maldición divina" a la culebra:

“Y Jehová Dios procedió a decir a la serpiente: “Porque has hecho esta cosa, tú eres la maldita de entre todos los animales domésticos y de entre todas las bestias salvajes del campo. Sobre tu vientre irás, y polvo es lo que comerás todos los días de tu vida” – Génesis 3:14.

Algunos han discernido que este mensaje implica un castigo a la serpiente y explicaría la razón por la cual perdió sus patas. Esto sería apropiado en la narrativa aleccionadora y daría el mensaje que Bel-Marduk en la realidad ya había sido rebajado, que ya no era real el mítico mushhushshu de las puertas de Babilonia. 

Todo lo anterior tiene una similitud asombrosa con la historia del diluvio, en donde se toman elementos sumerios y se mezclan con los datos del Noé de Aram. Pero los redactores finales demuestran que tienen un objetivo religioso para el nuevo pueblo judío restaurado cuando hablan de "las bestias limpias e inmundas" en el suceso del diluvio, demostrando que la forma final de la escritura de la narrativa ocurre en la época del exilio y post exilio.

Y hablamos efectivamente de la época hacia finales del exilio cuando entra de lleno y con claridad la figura de Satanás en la teología judía (comienza a aparecer gradualmente en sentido literario en otros relatos del Antiguo Testamento después del Génesis). Esto ocurre porque Ciro el Persa y Dario el Medo eran zoroastristas. Y originalmente (no hablamos del zoroastrismo moderno), Zoroastro tenía un concepto claro de la lucha del bien y el mal:

95:6.2 (1049.5) Este fundador (Zoroastro) de una nueva religión era un joven aventuroso y viril quien, en su primer peregrinaje a Ur en Mesopotamia, había aprendido de las tradiciones de Caligastia y de la rebelión de Lucifer —juntamente con muchas otras tradiciones— todo lo cual hizo gran impresión sobre su naturaleza religiosa. Por consiguiente, como resultado de un sueño mientras estaba en Ur, decidió volver a su hogar norteño para remodelar la religión de su pueblo. Había asimilado la idea hebraica del Dios de la justicia, el concepto mosaico de divinidad. La idea de un Dios supremo estaba clara en su mente, y degradó a todos los demás dioses como diablos, consignándolos a las filas de los demonios de los cuales había oído hablar en Mesopotamia.

Una de las razones del trato amable de Ciro y Dario a los israelitas, volviéndoles retornar del exilio, radica que en que el Zoroastrismo era una religión con gran respeto al hilo común que los conectaba con los hebreos: Ambas habían nacido de las enseñanzas comunes de Melquisedek. Ahura Mazda era de alguna forma la versión irania de Jehová. Pues bien, fue este profeta Zoroastro quien empujó con gran vigor las enseñanzas sobre la rebelión de Lucifer, y curiosamente los hebreos se potenciaron en las mismas tras el exilio. Así comenzaría Satanás a ser gradualmente introducido en los libros posteriores al Génesis. El relato del "censo" de David ilustra como la figura de Satanás comienza a ser incluida gradualmente en los relatos.

Ahora bien, ni las expresiones "astuta" o "bestias salvajes" le hacen justicia a lo que originalmente se intentó expresar en la narrativa sencilla. La expresión astuta sería "sabio" y "bestias salvajes" sería "seres vivientes".

La palabra para animal en el relato de la serpiente (Génesis 3) es HAYAT que no significa animal sino "ser viviente". Lo mismo ocurre en Apocalipsis cuando malamente se ha traducido a las "cuatro criaturas vivientes" por "bestias vivientes".

Así que posiblemente la expresión sencilla de Moisés enseñada era:

"En el Edén, el Jardín de Dios, el Resplandeciente resultó ser el más sabio de todos los Seres Vivientes"

El que en el Apocalispis se llame al diablo "serpiente antigua" es porque el Génesis en la forma que más o menos ya tenemos hoy,  estaba redactado y traducido al griego. Además, aquello confirma que es un simbolismo como el "dragón", una figura de dicción, del mismo modo cuando a Judá le llama "león". Esas son figuras y debemos tratarlas como tales.

No debemos concluir que hubo una mala intención cuando los sacerdotes en el exilio en Babilonia construyeron el Génesis que más o menos tenemos hoy:

97:7.3 (1068.3) Estos sacerdotes y escribas hebreos tenían en su mente una idea fija, y ésa era la rehabilitación de la nación judía, la glorificación de las tradiciones hebreas y la exaltación de su historia racial. Si existe resentimiento por el hecho de que los sacerdotes transmitieron sus ideas erróneas a una porción tan grande del mundo occidental, debe recordarse que no lo hicieron intencionalmente; no declaraban escribir por inspiración; no hicieron profesión de escribir un libro sagrado. Estaban meramente preparando un libro de texto con el objeto de estimular el valor en decadencia de sus semejantes en cautiverio. Su objetivo era claramente mejorar el espíritu y el estado de ánimo nacional de sus compatriotas. Fueron los hombres de una época posterior los que reunieron estos escritos en un libro de guía de enseñanzas supuestamente infalibles.

Los Documentos enseñan que el carácter de "sagrado" de los Escritos bíblicos se desarrolló en épocas posteriores a la misma redacción de los mismos. Ya para el primer siglo habían comenzado a ser vistos de esa forma, y más aún, durante la Edad Media la Iglesia los calificó como un Libro infalible. 

Así se hace la Historia.