domingo, 11 de noviembre de 2018

El Nombre de Dios


Una de las cosas más impactantes para determinados lectores del Libro de Urantia que se encuentran con él por primera vez consiste en una declaración del Documento 1 “El Padre Universal” bajo el primer subtema, el “Nombre del Padre”:

1:1.1 (22.4) A través de los universos, de todos los nombres por los que se conoce a Dios el Padre, los que se encuentran más frecuentemente son los que le designan como la Primera Fuente y Centro Universal. El Primer Padre se conoce por varios nombres en diferentes universos y en diferentes sectores del mismo universo. Los nombres que la criatura asigna al Creador dependen en gran medida del concepto que tiene la criatura acerca del Creador. La Primera Fuente y Centro Universal no se ha revelado nunca por su nombre, sólo por su naturaleza. Si creemos que somos los hijos de este Creador, sólo es natural que lleguemos a llamarle Padre. Pero éste es un nombre de nuestra propia elección, y parte del reconocimiento de nuestra relación personal con la Primera Fuente y Centro.

1:1.3 (22.6) Cuando hayáis obtenido verdaderamente conciencia de Dios, luego de descubrir realmente al Creador majestuoso y cuando comencéis a experimentar la comprensión de la presencia del controlador divino que en vosotros reside, entonces, según vuestro esclarecimiento y de acuerdo con la manera y método mediante los cuales revelan a Dios los Hijos divinos, encontraréis un nombre para el Padre Universal, que expresará adecuadamente vuestro concepto de la Primera Fuente y Centro. Así pues, en diferentes mundos y en varios universos, el Creador se reconoce por numerosos apelativos, que en espíritu de relación significan todos lo mismo, pero, en palabras y símbolos, cada nombre responde al grado, la profundidad, de su entronización en el corazón de sus criaturas de determinado dominio.

1:1.4 (23.1) Cerca del centro del universo de universos, el Padre Universal suele conocerse por nombres que pueden considerarse representativos de la Primera Fuente. Más allá en los universos del espacio, los términos empleados para designar al Padre Universal significan más frecuentemente el Centro Universal. Aún más allá en la creación estelar, como en el mundo sede central de vuestro universo local, se le conoce como la Primera Fuente Creadora y el Centro Divino. En una constelación cercana, Dios se denomina el Padre de los Universos. En otro, el Sustentador Infinito, y hacia el este, el Controlador Divino. Él también ha sido designado como el Padre de las Luces, el Don de Vida, y el Único Todopotente.

1:1.5 (23.2) En aquellos mundos en los que ha vivido una vida de otorgamiento un Hijo Paradisiaco, a Dios generalmente se le conoce por algún nombre indicativo de relación personal, afecto tierno, y devoción paterna. En la sede central de vuestra constelación se refieren a Dios como el Padre Universal y en diferentes planetas de vuestro sistema local de mundos habitados, es conocido alternativamente como el Padre de Padres, el Padre Paradisiaco, el Padre de Havona, y el Padre Espíritu. Los que conocen a Dios a través de las revelaciones de los otorgamientos de los Hijos Paradisiacos, ceden con el tiempo a la atracción sentimental de la relación conmovedora de la asociación de Creador—criatura, y se refieren a Dios como «nuestro Padre».

El verdadero Nombre de Dios en el nivel del Paraíso solo el Padre lo conoce. Pero ha sido revelado a los mundos bajo muchos apelativos. Un apelativo según la Enciclopedia significa:

“Nombre que se da a una persona en vez del suyo propio y que, generalmente, hace referencia a alguna cualidad o característica particular que lo distingue”.

Los hebreos antiguos precisamente entendían que sus nombres NO eran como nosotros, los occidentales, los entendemos. Para nosotros un Nombre es una etiqueta, pero para un oriental, un nombre era más bien un apelativo que describía las cualidades o características del individuo. Por ejemplo, Esaú es una pronunciación de “velludo”, ya que el bebé era peludo al nacer (Gén. 25:25). Así también cuando se describe el Nombre de Dios en la narrativa hebrea se está hablando realmente de la característica de Dios, más que un nombre de pila:

“Sin embargo, Moisés dijo al Dios [verdadero]: “Supongamos que llego ahora a los hijos de Israel y de hecho les digo: ‘El Dios de sus antepasados me ha enviado a ustedes’, y ellos de hecho me dicen: ‘¿Cuál es su nombre?’. ¿Qué les diré?”.   Ante esto, Dios dijo a Moisés: “YO RESULTARÉ SER LO QUE RESULTARÉ SER” (o “YO SOY EL QUE SOY”). Y añadió: “Esto es lo que has de decir a los hijos de Israel: ‘YO RESULTARÉ SER me ha enviado a ustedes’”- Éxodo 3:13,14

Otros hebraístas han declarado que también la expresión significa “El CAUSA QUE LLEGUE A SER” o “EL QUE TRAE A LA EXISTENCIA”.

El término Yahvé es elegido porque involucra las consonantes de las letras hebreas que aludían a esa descripción: YHWH.

El nombre JEHOVÁ es un término creado en la Edad Media por los biblistas porque el sonido se parece a la expresión hebrea “El CAUSA QUE LLEGUE A SER” o “EL QUE TRAE A LA EXISTENCIA” y se combinaron las consonantes con las vocales de otros términos como Adonai. Los Documentos de Urantia comentan sobre el “nombre” Jehová:

96:1.10 (1053.8) Jehová es un término que en tiempo reciente ha sido empleado para designar el concepto completo de Yahvé que finalmente ha evolucionado en la larga experiencia hebrea. Pero el nombre Jehová no entró en uso hasta mil quinientos años después de la época de Jesús.

Así que JEHOVÁ y otros nombres son mas bien apelativos que intentan sincretizar varios datos para establecer un término aceptable que pueda ser usado como “nombre”, pero en realidad no representan el auténtico Nombre de Dios en el estado paradiasiaco de El.

Sin embargo, comprender este asunto, no debería causar complejidad relevante ni confusión.

En mi opinión la expresión “EL QUE TRAE A LA EXISTENCIA” que ha sido transcita como Jehová, perfectamente es la descripción del apelativo PADRE que tantas veces utilizó Jesús de Nazaret, aludiendo a la cualidad que El más quiso destacar sobre Dios: Que es nuestro Padre Celestial.