domingo, 1 de marzo de 2020

Información fragmentada

El gran problema de los seres humanos es que la Información tiende a ser distorsionada por cuestiones inevitables a la naturaleza humana, por ejemplo un "boca a boca" inevitablemente degrada la información. Incluso cuando las ideas pasan a ser escritas, éstas comienzan un lento proceso inexorable de errores de naturaleza mecánica, fallos ortográficos, puntuaciones, etc. El mismo proceso de traducción a cientos de idiomas genera nuevos problemas.

Existe en nuestros patrones colectivos la idea que una enseñanza o relato si es lo más antiguo posible, representa un grado más apegado a la verdad. Por ejemplo, en la actualidad muchos se han lanzado prematuramente a abrazar las religiones orientales como el budismo e hinduismo. Se utiliza la premisa mental que porque son religiones milenarias anteriores al cristianismo son "más avanzadas" o "más cercanas a la fuente ancestral". No obstante, a menudo sucede todo lo contrario. Aunque éstas religiones antiguas tienen elementos de la verdad, han sufrido un proceso de distorsión y la adquisición de otros cuerpos adicionales de pensamientos erróneos y enseñanzas falsas en un largo camino de desarrollo evolutivo. Así que, por lo tanto, éstos textos llamados "milenarios" no son vehículos de la verdad enteramente fiables.

La "palabra escrita" es más perdurable y sirve como elemento desaceleración del proceso inevitable de degradación. Sin embargo, presenta los problemas ya comentados al principio de la entrada como los errores ortográficos y las variantes en las traducciones a otras lenguas. Por ejemplo, han existido largos debates en torno a Juan 1:1 y a Lucas 23:43, además de las particiones en versículos y capítulos que podrían ser usados para descontextualizar algunos elementos y provocar una multiplicidad de diversas corrientes que entenderían los textos de diferentes formas. Jesús mismo ya sabía de ese problema que se presentaría en siglos posteriores a su venida, y por esa razón, evitó dejar escritos creados por él mismo de puño y letra (además de las razones de una posible idolatría hacia su persona). Sus seguidores, no obstante, desoyeron sus consejos al respecto y comenzaron a escribir sobre su historia en la Tierra. El pretendía que su Mensaje se centrara en una visión inspiradora amplia y sencilla que pudiera adaptarse a todas las épocas futuras de la Humanidad, sin la necesidad de fosilizar su mensaje, o en la creación de sentencias memorísticas textuales que aún no estuvieran exentas de distorsión e interpretación. Paradojalmente la "palabra escrita" sobre las enseñanzas de Jesús causó el curioso efecto de la multiplicidad de credos "en su nombre", pero divididos.

Sin duda, nos beneficiamos de la Palabra Escrita y nos ayuda enormemente al investigar, pero en la medida en que fue escrita hace más siglos, tiene el riesgo de ya haber sido una información resumida, adaptada e interpretada, sin mencionar el proceso de traducción, que tiende a alterar los asuntos. A medida que hay más siglos y siglos en el camino, el proceso es más acentuado, ya que el mismo lenguaje de la Humanidad tiende a cambiar con el paso del tiempo.

Así ocurre también con muchas narrativas e historias más antiguas. Por ejemplo, los relatos de los dioses sumerios y sus leyendas no significan en absoluto que sean totalmente veraces. Ya habían pasado cientos de miles de años desde la llegada del Séquito y miles de años desde los últimos miembros de los Cien. Por tal razón, elevar cada detalle de la narrativa Sumeria a una especie de Historia más oficial es un error conceptual, un error cometido por Zacarias Sitchin que más aún otorgó un visión ficticia de los hechos ya degradados en las narrativas sumerias.

Cuando se examinan los relatos del pasado debe comprenderse que hay elementos de verdad, muy propios del contexto en donde fueron escritos, pero que además han sufrido una revisión histórica a través de los siglos, e incluso interpretaciones posteriores de los estudiosos del futuro. Esto ocurre, por ejemplo, con las profecías, las cuales son entregadas en épocas y contextos específicos, pero han sufrido múltiples re-interpretaciones. Es un trabajo, de seleccionar la paja del trigo, y de analizar cada asunto de acuerdo a su mérito.

La búsqueda de la verdad involucra esa selección y razonamiento, teniendo presente que incluso cada fuente nueva de información revelada, como el mismo Libro de Urantia, sufrirá un inevitable proceso de deterioro, algo que los Reveladores comentaron con franqueza en los Documentos.